Santiagop de Chile, abril 14 - Más de tres mil personas, habitantes de la llamada "zona cero" del terremoto que golpeó a Chile el pasado 27 de febrero, protestaron, este miércoles, por la lenta reconstrucción del sector con incidentes que dejaron al menos 18 detenidos.
En Talcahuano, más de dos mil personas, incluido el alcalde Gastón Saavedra, escolares, juntas de vecinos y sindicatos, entre otros, marcharon hasta la Intendencia (Gobernación) Regional en el centro de Concepción, a 515 kilómetros al sur de Santiago.
Saavedra dijo a los periodistas que la manifestación tenía un objetivo fundamental: "Una ley de reconstrucción, y deseamos ser sujetos de la reconstrucción y no objetos de la reconstrucción".
En tanto, en declaraciones a radio Cooperativa, el presidente del sindicato que representa a 1.800 trabajadores de los Astilleros Marítimos (Asmar), Cristián Lagos, afirmó que esperan que se escuche a nivel gubernamental las propuestas para un plan de reconstrucción de Talcahuano, duramente golpeado por el desastre natural.
Cuando se desarrollaba la manifestación en Concepción, un grupo de habitantes del municipio de San Pedro de la Paz protagonizó serios incidentes con Carabineros (policía militarizada), tras apropiarse del puente Llacolén en su demanda por la pronta reparación del puente Juan Pablo II.
El alcalde, Audito Retamal, que encabezó la protesta, explicó que "el puente Llacolén pronto va a colapsar por lo tanto tenemos que tener preparado el Juan Pablo II para vehículos livianos y posteriormente para la carga pesada".
Retamal aseguró que ese viaducto, cuya reinauguración está planificada para el mes de noviembre próximo, es clave para el traslado de unas 2 millones de personas, especialmente para el invierno austral, entre los meses de mayo y agosto.
En estas protestas fueron detenidas 18 personas, informaron medios locales.
También en el Bío Bío, un grupo de vecinos del sector Chiguayante protestaron durante esta jornada para demandar la demolición de sus viviendas que aún habitan pese a los daños provocados por el desastre natural.
El terremoto de 8,8 grados de magnitud Richter y posterior maremoto del pasado 27 de febrero, dejó 486 víctimas mortales identificadas, 79 desaparecidos, 800.000 damnificados y pérdidas por 30.000 millones de dólares.