Un obispo dice que “la invasión de erotismo” dificulta el respeto a los niños

16 de abril 2010.-16 de abril 2010.-El obispo de la localidad mexicana de San Cristóbal de las Casas, Felipe Arizmendi, afirmó que “ante la actual invasión de erotismo no es fácil mantenerse fiel en el celibato ni en el respeto a los niños”, informó hoy la prensa local.

“En Internet hay tanta pornografía que difícilmente alguien se puede mantener casto y puro, no sólo el sacerdote, también en el matrimonio es difícil”, insistió Arizmendi.

“Os felicito por no haber denunciado a un sacerdote a la Administración civil. Lo has hecho bien y estoy encantado de tener un compañero en el episcopado que, a los ojos de la historia y de todos los obispos del mundo, habría preferido la cárcel antes que denunciar a su hijo sacerdote”.

Estas palabras, cuya autenticidad ha sido confirmada por el Vaticano, fueron escritas por el cardenal colombiano Darío Castrillón en 2001 en una carta dirigida a un obispo francés. En la misiva, le felicitaba por no haber denunciado ante las autoridades civiles a uno de los sacerdotes de su diócesis, que supuestamente cometió abusos sexuales contra menores.

Estas declaraciones se suman a las de Tarcisio Bertone quien vinculó la pederastia con la homosexualidad, ante el elevado número de casos de pederastia cometidos por sacerdotes .

Durante la LXXXIX Asamblea de la Conferencia del Episcopado mexicano (CEM), que terminó el jueves, el prelado de la localidad situada en el estado de Chiapas agregó que “el problema de pederastia clerical debe ser una llamada de atención para toda la sociedad”.

“Es muy difícil para un sacerdote mantenerse casto y célibe cuando hay tanto incentivo en sentido contrario. No queremos rehuir nuestra responsabilidad, pero toda la sociedad tiene que revisarse”, dijo el obispo.

Cuando hay un “libertinaje sexual generalizado”, afirmó Arizmendi, “es más común que haya casos de pederastia, no sólo clerical”.

“Es muy difícil para un sacerdote mantenerse casto y célibe cuando hay tanto incentivo en sentido contrario. No queremos rehuir nuestra responsabilidad, pero toda la sociedad tiene que revisarse”, dijo el obispo.

Cuando hay un “libertinaje sexual generalizado”, afirmó Arizmendi, “es más común que haya casos de pederastia, no sólo clerical”. El obispo explicó que “hay muchos casos en la propia familia, en las escuelas y otros ambientes”.


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