En un escenario, marcado por un aumento constante del déficit de los Estados, con ajustes compulsivos y crisis social que se agudiza, con la persistencia fantasmagórica de la desocupación, y mientras la bolsas y las macro empresas y bancos siguen cosechando ganancias multimillonarias que se contradicen con los números de la economía real, el FMI y la OCDE proyectan una desaceleración que pone en riesgo la recuperación global de la economía.
Informe
El
Fondo Monetario Internacional dijo el viernes que los riesgos a la baja en la
recuperación global se multiplicaron debido a las renovadas turbulencias en los mercados de deuda soberana y una continua debilidad en
el sector financiero.
El FMI, en una nota de prensa preparada para los viceministros de Finanzas del
G-20, dijo que el crecimiento global ha sido de alguna manera más fuerte de lo
esperado durante el primer semestre de 2010, "pero se proyecta que se
desacelere temporalmente durante el segundo semestre de 2010 y el primer
semestre de 2011".
"Renovadas turbulencias en los mercados de deuda soberana podrían precipitar una
curva de retroalimentación adversa entre el sector financiero y soberano, con
efectos indirectos en la economía real a través de mayores costos de
financiación bancaria, condiciones de préstamos endurecidas y reducción en
los flujos de capital financiero", dijo.
El FMI también citó al mercado de propiedades de EEUU como una fuente de riesgo
a la baja, con el incremento en ejecuciones poniendo más presiones sobre los
balances de los bancos y posiblemente causando una reducción en créditos
disponibles a la economía.
La "nota de vigilancia" del G-20 preparada para una reunión de viceministros en
Gwangju, Corea del Sur, el 4y el 5 de septiembre, no cambió ninguno de los
pronósticos oficiales del FMI. El organismo predijo que la producción global se
expandirá 4,6 por ciento en 2010 y 4,3 por ciento en 2011, comparado con un
declive de 0,6 por ciento en 2009.
El informe no menciona específicamente las políticas monetarias entre los
miembros del G-20, entre los que están los importantes países emergentes de
China, India y Brasil. Sin embargo, sí dice que una sostenida y saludable
recuperación del crecimiento mundial descansa en el reequilibrio de la
demanda interna y externa.
Las economías avanzadas deben mostrar un fortalecimiento de la demanda privada y
un incremento en las exportaciones netas, mientras que los países exportadores,
notablemente en Asia emergente, deben depender más de la demanda interna y menos
de las exportaciones, señala el reporte.
El FMI también pidió el reequilibrio de incluir planes creíbles de las
economías avanzadas para recortar los déficit de presupuesto en el futuro.
"Este ajuste fiscal debiera comenzar en 2011, incluso si la actividad es
modestamente más débil que lo que se proyecta. La consolidación fiscal sigue
siendo esencial para el crecimiento fuerte y sostenido en el mediano plazo",
según el organismo.
"Más pronunciada de lo previsto"
Por su
parte, la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE)
advierte de una posible "desaceleración" en el ritmo de la recuperación
económica mundial "más pronunciada de lo previsto", tal y como recogen
los últimos indicadores económicos, y alerta de la posible necesidad de mantener
los estímulos monetarios y posponer la consolidación fiscal en caso de que este
retroceso no sea temporal.
En un informe sobre las perspectivas económicas para los países de la OCDE, la
institución destaca que el crecimiento de las economía del G7 (Estados Unidos,
Japón, Alemania, Francia, Italia, Reino Unido y Canadá) podría caer a una tasa
anualizada de alrededor del 1,5% en la segunda mitad del año, aunque reconoce
que existe una "gran incertidumbre" en las perspectivas dada la
existencia de signos tanto positivos como negativos en la economía.
En concreto, explica que el crecimiento del consumo privado se puede ver
contraído por los ajustes adicionales realizados por los hogares tras la
crisis, así como por las dudas sobre la evolución del desempleo.
Además,
apunta que una economía más débil y la incertidumbre existente en los mercados
de deuda soberana podrían afectar también al sistema financiero y al
crecimiento de la demanda privada.
Por el contrario, los componentes de la demanda que impulsan la economía durante
las crisis cíclicas, como la inversión privada, están ya en niveles muy bajos
respecto al PIB, lo que, unido a los sólidos resultados financieros de las
empresas, indican que es improbable que vuelva a debilitarse la inversión.
Además, los inventarios se están acercando a los niveles deseados.
Por otro lado, la OCDE asegura que no está claro si la pérdida de impulso en la
recuperación es temporal o pondrá de manifiesto una mayor debilidad
subyacente en el consumo privado en un momento en que las políticas de
estímulo están siendo retiradas.
Así, apunta que si esta desaceleración es temporal, la respuesta política
adecuada sería posponer la retirada de los estímulos monetarios durante unos
meses, al mismo tiempo que se mantiene la consolidación fiscal prevista para
hacer frente a situaciones "insostenibles".
Por países, la OCDE espera un crecimiento de la economía estadounidense del 2%
en el tercer trimestre y del 1,2% en el cuatro trimestre, mientras que para la
economía canadiense lo sitúa en el 2,2% y 2,3%. Por su parte, Japón crecerá un
0,6% y un 0,7% en el tercer y cuatro trimestre de 2010, respectivamente.
La organización prevé un peor panorama para los principales de la zona euro. Las
economías alemana y francesa crecerán un 0,7% en el tercer trimestre, mientras
que la italiana se contraerá un 0,3%. En el último trimestre del año, según la
OCDE, Alemania crecerá un 1,1%, Francia un 0,3% e Italia un 0,1%. Mientras, el
Reino Unido registrará un crecimiento del 2,7% y el 1,5% en el tercer y cuarto
trimestre, respectivamente.