03 de marzo 2011.-El Tribunal de Justicia de Roma enó hoy a un ex párroco de la ciudad, Ruggero Conti, a 15 años y cuatro meses de cárcel y a pagar 200.000 euros de indemnización por haber abusado de siete niños entre 1998 y 2008.
El fallo fue dictado por la VI Sección del Tribunal Penal romano tras tres horas de deliberaciones y después de que el fiscal, Francesco Scavo, hubiera pedido 18 años de prisión. Por su parte, el abogado defensor, Patrizio Spinelli, había pedido la absolución afirmando que no existían "pruebas claras" y que el ex párroco era un "hombre de bien".
El abogado de la parte civil, Fabrizio Gallo, comentó que ahora pedirá a la Curia de Roma un resarcimiento económico para compensar "justamente" a unas personas que "han quedado marcadas para toda su vida".
En la misma línea, el secretario de partido de los Radicales Italianos, Mario Staderini, dijo que si el cura no paga, debería ser la Curia quien se haga cargo de resarcir a las víctimas.
El sacerdote estaba preparando un viaje a la Jornada Mundial de la Juventud de Sidney
Gallo añadió además que el juicio demostró que las acusaciones eran verdaderas y que espera que la Iglesia tienda una mano a las víctimas "para pedirles perdón o ayudarlas".
Una de las víctimas manifestó, tras conocer el fallo, que ya esperaba una condena de este tipo y que siempre había confiado en la Justicia. Este ha señalado también que "esperaba" que el ex párroco "ya no haga más daño".
Ruggero Conti fue detenido el 30 de junio de 2008 acusado de haber abusado de siete niños que frecuentaban el campo de deportes y el oratorio de la parroquia entre 1998 y 2008. Hasta la fecha de su detención, Conti ejercía de párroco en la parroquia de la Natividad de María Santísima en la barriada romana de Selva Cándida.
El sacerdote fue arrestado cuando organizaba en el oratorio de su parroquia un viaje con jóvenes del lugar para asistir a la Jornada Mundial de la Juventud de Sidney (Australia), que se celebraba al mes siguiente.
Aunque numerosos vecinos de la zona salieron en defensa del ex párroco, la Fiscalía romana nunca dudó de su culpabilidad, que se ha confirmado tras la sentencia del Tribunal de Justicia.