Hifter estuvo dos décadas viviendo en los suburbios de Virginia “donde él estableció una vida pero mantuvo lazos con grupos anti-Gaddafi”, escribió Chris Adams para el periódico. Un conocido de Khalifa le dijo a Adams que “no estaba seguro de lo que hacía Hifter para ganarse la vida, y que Hifter principalmente se enfocaba en mantener a su numerosa familia”.
Pero resulta que, el señor Hifter es un agente de la CIA, lo que explica su larga estadía en Virginia (la oficina central de la CIA se encuentra en Virginia). En 1.996, el Washington Post informó que un Coronel Haftar (una variación de Hifter) había llegado a EE.UU. y que “él era el líder de un grupo estilo contra establecido en EE.UU. llamado Ejército Nacional Libio”, indicó la organización The Wisdom Fund en ese momento.
'Este grupo es apoyado por EE.UU., y se les han dado instalaciones de entrenamiento en EE.UU. Es una buena presunción que el grupo del Coronel Haftar opera en Libia con la bendición de nuestro gobierno”.
En 2001, Le Monde Diplomatique publicó un libro titulado Manipulations Africaines (Manipulaciones Africanas), señalando que Hifter, entonces un coronel del ejército de Gaddafi, había sido capturado mientras peleaba en Chad en una rebelión respaldada por Libia en contra del gobierno de Hisséne Habré, apoyado por EE.UU. “Él desertó del Frente de Salvación Nacional de Libia (LNSF) el principal grupo anti-Gaddafi, que tuvo el respaldo de la CIA. Hifter organizó a su propia milicia, la cual operaba en Chad hasta que Habré fue derrocado por un rival apoyado por Francia, Idriss Déby, en 1.990”, escribió Patrick Martin.
Chad sirvió como una base de operaciones para desestabilizar a Libia, según el boletín de noticias francés African Confidential. El 5 de enero de 1.989 informó que EE.UU e Israel habían establecido una serie de bases en Chad y otros países vecinos para entrenar a 2.000 rebeldes libios capturados por el ejército de Chad”, escribió el autor Peter Dale Scott.
En 'La Guerra Secreta en contra de Libia', Richard Keeble escribió para MediaLens:
Los registros oficiales estadounidenses indican que el financiamiento para la guerra secreta con sede en Chad en contra de Libia también vino de Arabia Saudita, Egipto, Marruecos, Israel e Irak. Los sauditas, por ejemplo, donaron 7 millones de dólares a un grupo de oposición, el Frente de Salvación Nacional de Libia (también respaldado por la inteligencia francesa y la CIA). Pero un plan para asesinar a Gaddafi y tomar el gobierno el 8 de mayo de 1.984 fue aplastado. El año siguiente, EE.UU. le pidió a Egipto invadir a Libia y derrocar a Gaddafi pero el Presidente Mubarak no aceptó. A finales de 1.985, The Washington Post había denunciado el plan después de que líderes del Congreso se opusieron escribiendo en señal de protesta al Presidente Reagan.
Oculto a plena vista es el hecho de que la CIA y el establishment han asignado a un ex agente para dirigir al llamado ejército rebelde formado en contra de Gaddafi. En otras palabras, la resistencia libia diariamente descrita como héroes por los medios corporativos, los cuales son controlados por la CIA y el establisment, básicamente consiste en los mismos sujetos que se oponen al líder libio desde hace dos décadas.
El otro frente de la CIA en Libia es Al Qaeda bajo la bandera de Al-Jama’a al-Islamiyyah al-Muqalitah bi-Libya, alias el Grupo Islámico Combatiente de Libia, LIFG.
El LIFG fue fundado en 1.995 por un grupo de veteranos mujahideen que lucharon en contra de la ocupación soviética en Afganistán. La operación de los mujahideen era conducida por la CIA, la ISI de Pakistán y los sauditas. Eventualmente se convirtió en Al Qaeda, el Talibán y varios grupos jihadistas.
Mientras tanto, en la operación de Soros, ThinkProgress, los libios están desesperados por apoyar la asesina nueva guerra de Obama y rechazar a cualquiera que hasta sugiera que los heroicos rebeldes están conectados con Al Qaeda y la CIA.
“Es necesario tener un debate público acerca del rol de EE.UU. en Libia, pero es importante obtener los hechos correctos, Al Qaeda no está conduciendo a la resistencia libia”, insisten los liberales globalistas y fundamentalistas.
La CIA es la fuerza motriz y Al Qaeda es solo un escaparate que consiste en los habituales incautos, tontos, idiotas útiles, y una variedad de psicópatas en la nómina de la agencia de inteligencia estadounidense.
Traducción: Ivana Cardinale