Entrevista al analista Modesto Emilio Guerrero: "EEUU ya no es el mismo, el mundo tampoco"

El periodista Modesto Emilio Guerrero

El periodista Modesto Emilio Guerrero

Credito: Martín Cosarinni

16 de septiembre de 2011.- “Estupefacto, frente al televisor, viendo, como se miran las películas, algo para lo que la industria de Hollywood ya nos había preparado largamente, durante tantos años de catástrofes incumplidas en la pantalla, desde donde también venían las noticias, cómo diferenciarlas”. Entre el terror y la ficción, el denominado 11-S inauguró "una etapa nueva en la relación de Estados Unidos con el mundo", y el modo de acumular capital a escala planetaria. Sus orígenes, características y futuro,  según la visión del analista internacional Modesto Emilio Guerrero. AIM repasó el antes y el después de ese acontecimiento en una charla. Nuestro entrevistado es autor de unos diez libros, los más reconocidos en las librerías y universidades son Reportaje como la Muerte; ¿Quién inventó a Chávez?; Mercosur, Origen, Evolución, Perspectiva; 11 dilemas de la revolución bolivariana, o el más reciente editado también en Argentina: Medios y Poder en Venezuela, presentado en 2010 en Paraná. Sus artículos son leídos en la prensa de varios países. En Argentina es publicado por diarios como Página 12, Tiempo y Miradas al Sur, y sus opiniones las emiten emisoras radiales y de televisión. Es corresponsal del Aporrea.

El atentado, el dolor, y la reconfiguración del mundo.

En diálogo con esta Agencia, el analista internacional venezolano empezó por “ubicar la apertura belicista que comienza con el 11 S en el contexto de los Estados Unidos durante el año 2001, cuando ya era evidente que perdía espacio, peso propio, en el sistema mundial de Estados y en el comercio mundial. China ya era una potencia dominante, el primer comerciante en el mundo. Por eso, desde el punto de vista económico, Estados Unidos necesitaba reubicarse, pero eso no lo logró hasta el día de hoy”.

Por el contrario, señala, “Se profundizó la brecha entre la potencia China ascendente, y la norteamericana descendente. Lo que Imanuel Wallerstein y otros autores sostienen es que hace más de 20 años, que vivimos una decadencia histórica del rol internacional del imperio norteamericano, que comenzó a manifestarse de manera más cruda, gracias a la misma razón que los estadounidenses quisieron usar para frenarla: la guerra internacional que comenzaron desde el 2001”, esto asegura Modesto Guerrero a AIM, y continuó: “Lo que quiso conseguir a través de una guerra, con métodos de ataque global, no le resultó del todo fácil, porque hoy Estados Unidos tiene menos peso económico en el concierto internacional. Desde el 2001 crecieron sus déficit fiscal, el déficit comercial y aumentó el agujero de su deuda, al punto que se produjo la crisis casi recesiva que estamos viendo, y el lío que tuvieron hace apenas un mes en el congreso para elevar el techo de la deuda y sacar la calificación triple A. Fíjate que el bipartidismo más viaejo del planeta, más de un siglo, quedó resquebrajado con el nuevo factor decisivo del Te-party”.

“El poder militar es la frontera de resguardo del poder económico”, definió el especialista, y “Estados Unidos es el único que tiene, por ahora, esa capacidad militar global, pero se apoya en un aparato económico y financiero cada vez más débil, y no existe poder militar separado del económico. Pero al ser un aparato gigantesco, que se apoya en la industria tecno-militar, la tecnología implicada, cuenta con el hardware necesario para producir armas sofisticadas, todo el paquete tecnológico, continúan siendo dominantes en ese aspecto, pero no así en lo económico, donde se está debilitando. Esa nueva realidad conduce inexorablemente a lo político, como estudia el investigador Claudio Katz en sus recientes escritos sobre el imperialismo. Estamos ante la posibilidad histórica del surgimiento de una nueva vida política en Estados Unidos, hacia allá apunta todo, sólo falta el empujoncito de la lucha social, eso que vimos aparecer apenar este año". Sostiene Guerrero, que "Cuando en EEUU ocurra lo que estamos viendo en Europa, todo va a estallar en ese gigante; la implosión soviética de 1991 quedará borrosa, los pueblos oprimidos del mundo tendrán su mejor oportunidad histórica, como pocas veces desde 1918”.

Los siete jinetes del apocalipsis norteamericano

Entre los principales factores que confluyen en la crisis norteamericana que se evidenció y aceleró a partir del atentado en 2001, Guerrero ubicó, en primer lugar al “desgaste que sufrió en tanto imperio, a través del gasto de guerra que causan su sideral déficit fiscal; en segundo término, está la economía ficticia, los derivados financieros, la especulación bancaria, una sociedad que vide del crédito sin racionalidad, ficcional, la sociedad norteamericana vive desde hace poco más de 50 años del crédito; una consecuencia desde el 2008, son las 200.000 familias que cada año se quedan sin casa porque no pueden pagar los créditos, se verifica una reducción del consumo en los Estados Unidos, Japón, Francia e Inglaterra. El tercer factor es el imponderable crecimiento comercial chino, que se convirtió en un recaudador de Estados Unidos y de la eonomía mundial; luego, el cuarto factor según el autor, es Europa más Rusia, que acaban de inaugurar un oleoducto que une Rusia con Europa Occidental sin pasar por la zona asiática que está en guerra. La pérdida del control del comercio con Europa, entre otras cosas, gracias a la unidad con Rusia, constituye otra fuente de debilitamiento yanqui, a la que se suma una sexta causa, que se origina en la caída de la productividad norteamericana frente a China, Alemania, Inglaterra, Francia y Japón. Por último, el séptimo factor, que los analistas económicos colocan como secundario, pero no lo es tanto, es el comienzo del BRIC (Brasil, China, Rusia e Irán) países grandes, potencias intermedias, le están sacando espacio en el mercado mundial porque se apoyan en soberanías territoriales y capacidad productiva para competir. Un adelanto de esa novedad mundial es la oferta del BRIC en el salvataje de Europa, no porque tengan la misma capacidad financiera de China o Alemania, es que esto era impensable hace 10 o 20 años, eso es parte de lo nuevo, lo dinámico”. Advierte que todo el poderío militar norteamericano, que en apariencia es insuperable, tiene un límite, que según Guerrero comenzará "el día que se inicie la lucha de clases dentro de su propio territorio, contra su propio Estado".

Las nuevas guerras

Según nuestro entrevistado el atentado del 2001 resultó un pretexto para inaugurar novedades en el campo militar. Guerrero destacó algunas a esta agencia informativa: “Cierra un periodo histórico que había comenzado en 1640 con el Tratado de Westfalia, con el que nacieron las guerras internacionales eran entre Estados. Ahora, desde el 2001, las guerras internacionales que predominan, por primera vez, no son entre Estados, sino contra organizaciones secretas, no estatales o paraestatles, como Al Qaeda y otros organismos llamados por ellos terroristas”. Nos recuerda el autor que "Entre 1989 y 1998 ocurrieron 108 guerras en 73 países y que 92 de ellas se realizaron dentro de los territorios nacionales de esos países y no involucró a otros estados, por lo menos no en su forma militar. Esto lo mostró un informe de dos investigadores de la ONU, Margaretta Sollemberg y Peter Wellestein. Ellos llamaron a esos combates "intra estatales". En 9 conflictos hubo intervención militar directa de potencias mundiales y de "democracias aliadas". Sólo en 7 casos el carácter de guerra o enfrentamiento militar fue entre dos o más estados, a eso lo definieron como "inter estatal". O sea, acentúa, "que el tipo de guerra inaugurado por el atentado del 2001ya venía anunciándose desde la última década del siglo XX. Y agregó Guerrero para este medio: “Este es un tipo de guerra inorgánica, no territorial, deslocalizada y mundial porque no se limita a un territorio, es global, no tiene fronteras, no se para ante entidad estatal  y ni siquiera límites en los métodos, ya que esa ilimitación territorial también comporta una ética, que no está sujeta a ningún tratado internacional, ni acuerdo entre entidades. Eso lo vimos reflejado en la captura de Bin Ladem, en Irak, Afganistán, en Guantánamo, en los vuelos secretos sobre Europa, etc. Es una guerra de un Estado (o varios) contra organismos no estatales, se hace con total discresión de tecnología, entonces se usa desde la guerra secreta hasta la tortura, se usa de forma encubierta porque nadie tiene control sobre eso”.

El imperio contraataca

“Cada vez que los imperios sufren una crisis en su estructura, rompen sus tableros de comando, que es lo que estamos viviendo en el mundo desde hace tres años, van hacia fuera a los costados para obtener los recursos que necesitan”, definió Guerrero, ya continuó “lo que Estados Unidos intentó hacer en forma jurídica formal, mediante relaciones estatales normalizadas a través del Área de Libre Comercio para las Américas (Alca), que incluía formas de control y dominación total, es decir, en todos los órdenes, desde el militar hasta el económico, pasando por el social, el cultural y el mediático, y que fue derrotado en 2005, se viene reordenando, pacientemente”, aseguró a AIM , y continuó explicando que “Primero en lo comercial a través de la firma de los Tratados de Libre Comercio (TLC) que son bilaterales, y ya se firmaron siete con países de la región. Pero a esa avanzada se le opone la formación de organismos estatales e inter-estatales independientes y autónomos, como la Unasur, Petrocaribe, el Alba, el Banco del Sur, la próxima Asociación de Estados Latinoamericanos y del Caribe, y unos cinco organismos más que no tienen control imperial, aunque no todos tengan el mismo carácter, el ALBA no es lo mismo que UNASUR”, apunta.

Mientras tanto, hace la advertencia de que “Ellos tratan de reordenar su estrategia de dominación por la vía comercial y financiera. Presionan a Venezuela, Argentina, Uruguay y Brasil para doblegar la voluntad de los gobiernos de estos países y que se sometan a tratados definidos por la OMC, o el CIADI, entre otros organismos mundiales, fíjate que sélo a Argentina y Venezuela el CIADI les quiere cobrar unos 80.000 millones de dólares; tiene razón Luis Brito García cuando lo llama "golpe judicial", es como una conspiración para sacarnos por un lado lo que rescatamos o ahorramos por otro. Esto lo hacen de manera simultánea con la instalación de las bases militares o guerras de ocupación como la de Libia”, advirtió el analista.

Las bases esperan

“Si uno ve hoy el mapa militar de bases y centros de control en América Latina comparado con 15 años atrás, nos sorprenderemos de que la región amazónica, que incluye no sólo Brasil, sino siete países en total, está rodeada de bases militares, eso lo explica rigurosamente el profesor Atilio Borón en sus escritos. No están activas, en el sentido efectivo de la acción, pero toda base militar es una inversión que tiene destino marcado, y ese nuevo mapa militar incluye a los tres países mas rebeldes de América Latina, que son Bolivia, Ecuador y Venezuela, a Brasil, un país potencia emergente, que pesa en el rol internacional y compite con Estados Unidos en la contención de la región, y a un quinto país que es Argentina, donde hay una tradición de cien años de irreverencia hacia norteamérica, aunque eso no signifique antiimperialismo”, repasó Guerrero

La biodiversidad en peligro

“No sólo el norteamericano, sino también los imperios japonés y europeos, y China como potencia emergente, son insaciables en la necesidad de reubicar el mapa de recursos porque se les agotan los propios. Sobre todo a Japon y Europa, en el que el recurso interno incluye la mano de obra calificada, que se agota por el envejecimiento paulatino de la población en los países desarrollados”, destacó a AIM Guerrero, y agregó: “Pero esos imperialismos se lanzan a controlar, en algunos casos por primera vez las fuentes de energía, la biodiversidad de la Orinoquia, la Amazonía hasta Costa Rica, pasando por Venezuela, que es el país con mayores reservas de petróleo del mundo en este momento, el acuífero guaraní. Acá está la reserva biótica más importante del planeta". Es escritor venezolano radicado en Argentina resalta que "Estamos ante un cruce histórico como el señalado por Inmanuel Wallerstein para los siglos XV y XVI en su obra El Moderno Sistema Mundial”.


Para qué sirve la UNASUR


“La Unión de Naciones Suramericanas (Unasur) puede cumplir un rol defensivo”, plante el analista, y se explica: “Siempre que los Estados puedan actuar autónomamente y sustentables en el tiempo, es decir, que la presencia de Colombia, y Chile, y de quienes quisieran capitular ante Estados Unidos, que no son pocos, no impidan este desarrollo defensivo. Si esa relación independiente se mantiene dentro y desde la Unasur, y se logra una política militar común defensiva, y que el blindaje financiero y las reservas de 580 mil millones de dólares no favorezcan a las empresas privadas locales o la usen para pagar deuda externa y subsidiar capitalistas, es decir, si los gobiernos actuales de Venezuela, Argentina, Bolivia, Ecuador y Brasil, que son los que deciden, no aflojan, no retroceden en sus posiciones de política externa, se podría conformar un escudo para impedir la posesión de los recursos y sus Estados".

Guerrero toma distancia y es cauteloso en este punto. Advierte que varios gobiernos nacionales y muchos de las provincias están pactando la entrega de recursos estratégicos, como la explotación del litio en el norte argentino, es el mismo riesgo que tienen el gobierno boliviano. El Banco del Sur y el Banco del ALBA deben servir para que Bolivia, por ejemplo, no reproduzca una economía primarista, extractivista con el litio, como lo están haciendo los gobiernos provinciales del norte argentino. Sin desarrollo industrial endógeno el litio es "pan para hoy y hambre para mañana".

Observa el mismo riesgo para su país respecto del oro recién nacionalzado: "Lo que es una medida maravillosa por su nacionalismo y autonomía estatal, puede convertirse en inútil para la sociedad venezolana, si el Estado no es capaz de desarrollar su explotación bajo control de los trabajadores y prefiere dejarla en manos de consorcios especulativos como el Grupo ruso Agapov. Pasa lo mismo con el gobierno argentino, que permite a las mineras canadienses la explotación a cielo abierto de sus cordilleranas, el mismo peligro se nota en Ecuador, no digamos Brasil donde ya se han firmado contratos para la nueva frontera sojera amazóniza", y resalta, para finalizar este reportaje, que "Por estas malas señales y por la historia de nuestras burguesías locales en el siglo pasado, uno tiene derecho a preguntarse hasta dónde serán capaces de usar a la Unasur para blindar en forma estable, a largo plazo, y no pasajera, nuestros recursos naturales, sociedades y Estados, o sea, la soberanía política de América del Sur”, estimó el especialista.



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