15710/11.-Tras varios escándalos de abusos sexuales y por primera vez en la historia estadounidense, el obispo Robert Finn del prelado de Kansas City (medio oeste), será juzgado por no haber informado a las autoridades sobre las perversiones del cura Shawn Ratigan, quien se dedicaba a tomar fotos lascivas a niñas menores de edad.
Finn, afiliado al Opus Dei, tendrá que sentarse en el banquillo de los acusados por tener conocimientos de los actos de Ratigan, según lo confesó ante la Fiscalía.
El jurado indicó que había motivos suficientes para que el obispado dudara de Ratigan, "dadas las sospechas anteriores” sobre el cura y los niños.
La fiscal Jean Peters Baker, del condado de Jackson en Missouri, dijo al presentar la acusación que Finn se declaró “no culpable”' de los cargos en su contra, pero él encontró cientos de imágenes sexuales de menores en la computadora personal de Ratigan, por lo que debió alertar de inmediato a las autoridades.
Al cura se le halló es su portátil “fotos de niñas (...) incluida la vagina desnuda de una menor, fotos del interior de faldas y otras imágenes centradas en la entrepierna”, sostuvo la justicia.
"De lo que se trata en este caso es de proteger a los niños", respondió la fiscal que representa al gobierno en el caso. "Es un cargo importante. A mi entender, una acusación como esta no se ha presentado previamente", aseguró.
“El obispo Finn niega cualquier acto criminal y ha cooperado a todos los niveles con la ley, el gran jurado y la oficina de la Fiscalía'', destacó por su parte el abogado del prelado, Gerald Handley.
En tanto, en una nota publicada por la diócesis de Kansas City, Finn anunció una serie de acciones que tomó desde el pasado junio, después de que Ratigan fuera arrestado.
El obispo destacó su cooperación con el Grupo de Trabajo de Explotación Infantil del Departamento de Justicia. Además, indicó que había impulsado el entrenamiento de los empleados de su diócesis para reportar cualquier ''comportamiento inapropiado'' por parte del clérigo, el personal o los voluntarios de la iglesia.
Pese al conocimiento del obispo, fue el director de una escuela católica quien se quejó a la diócesis del comportamiento del cura el pasado mayo. Fue entonces cuando se supo que la diócesis había encontrado las fotos en diciembre.
De todas las fotos halladas, Fin mostró solo una a un agente de policía, que les había dicho que, en el sentido estricto de la palabra, no era pornográfica. La opinión del policía le bastó a la diócesis para archivar el caso.
Del mismo modo, a pesar de las quejas del mencionado director, el obispo Finn se limitó a amonestar levemente a Ratigan.
Entre las sanciones que le impuso estuvo el retiro al puesto de pastor al cargo de la iglesia de San Patricio y le recluyó en una misión. Sin embargo, en su estadía allí intentó, de nuevo, tomar fotos a una infante de 12 años de edad.
Ratigan era un cura muy activo en la comunidad y aprovechaba para relacionarse con las familias de feligreses y sus hijos.
Mientras que el obispo Finn es el miembro de mayor rango en la historia de la iglesia católica estadounidense de sentarse en el banquillo de los acusado por proteger la pederastia.
En el pasado, la diócesis de Finn ha registrado otros casos parecidos con la justicia. Hace tres años llegó a un acuerdo extrajudicial en el que debía cancelar 10 millones de dólares a 47 demandantes, por diferentes actos de pederastia y abuso sexual.
Posteriormente, se comprometió a informar de las sospechas que existiera sobre los abusos de los padres algo que, según la fiscalía, no cumplió en este caso.