5 de noviembre de 2011.- El presidente de Colombia, Juan Manuel Santos, pese a que afirmó que las puertas del diálogo no están cerradas con llave, aseguró que la Fuerza Pública “no bajará la guardia” y continuará con su estrategia militar en el marco del conflicto armando interno de su país, tras felicitarla por el operativo 'Odiseo', en el que fue asesinado el líder de la guerrilla, Alfonso Cano.
"La Fuerza Pública va a continuar, lo que ellos quieren a toda costa es que desviemos el foco central de la estrategia, con actos terroristas que hemos visto los últimos meses, y eso por supuesto no va a suceder", precisó Santos tras manifestar que el mensaje a las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) "es muy claro: tienen que dejar las armas, sino la alternativa es una cárcel o una tumba".
El mandatario colombiano manifestó que el asesinato de Alfonso Cano, el número uno de las FARC, no representa un "triunfalismo" para la Fuerza Pública del país, sino un motivo para continuar perseverando en los esfuerzos por conseguir la paz en la nación.
"Los combates continúan aquí en el Cauca (suroccidente), no solamente aquí sino en todo el territorio", mencionó Santos luego de calificar la operación Odiseo como "impecable".
Santos explicó en Popayán, Cauca (suroccidente), lugar en el que sostuvo una reunión con el Alto Mando Militar del país, que la operación Odiseo inició hace un año y se hizo efectiva con colaboración de miembros del grupo guerrillero. "Queremos sacar a las FARC de sus madrigueras, sacarlos a territorio nuevo", agregó.
Refirió que los helicópteros usados en el operativo fueron impactados en varias oportunidades por los guerrilleros. Sin embargo, tales ataques no produjeron víctimas militares. Expresó que, aunque Alfonso Cano era muy protegido dentro de los insurgentes, "ningún miembro de las FARC estará seguro en ningún rincón de nuestro territorio".
