CARACAS, Venezuela, Dic. 2 - Miles de obreros petroleros, hombres de negocios y consumidores ignoraron una huelga general llamada por la oposición de Venezuela para este lunes a fin de presionar al Presidente Hugo Chávez para llamar a un referéndum.

Representantes de Petróleos de Venezuela S.A., el monopolio petrolero propiedad del Estado de Venezuela, dijeron que las operaciones habían sido normales. PDVSA es uno de los principales proveedores de petróleo de los Estados Unidos y el quinto exportador del mundo. Unidades de la Guardia Nacional se hallaban destacadas en las refinerías de petróleo para prevenir cualquier problema de trabajo.

"La huelga fracasó", dijo la Ministra del Trabajo, María Cristina Iglesias.

Las industrias que producen 85% de los 100 mil millones de dólares de ingreso interno bruto de Venezuela estaban trabajando, dijo ella.

Informes a lo largo de Venezuela hacían pensar que más negocios y mercados se hallaban abiertos, en comparación con los paros anteriores, aunque miles de negocios cerraron en Caracas, especialmente en el adinerado distrito del este, una fortaleza de oposición.

Líderes de las más grandes confederaciones de empresarios y obreros de Venezuela declararon que la huelga fue un éxito, cumplida por al menos el 80% de sus más de dos millones de miembros y negocios.

Disgustados consumidores protestaron fuera de las tiendas cerradas. Grupos comerciales regionales dijeron que ellos no pueden permitirse el lujo de perder las ventas de los días festivos después de un menguado año de recesión. Muchos están cansados del tumulto que acompaña cada huelga de oposición.

"Ha sido un año desastroso para las ventas con todas estas huelgas y ahora ellos quieren otra en diciembre. Simplemente no es justo para el pueblo. La gente quiere comprar. Yo tengo que trabajar. Si no trabajo, entonces mi familia no come", dijo José Atencio, 39, quién dirige una tienda de piñatas en la occidental ciudad petrolera de Maracaibo.

Manuel Cova, Secretario General de la Confederación de Trabajadores de Venezuela, con un millón de miembros, dijo que dieciséis millones de obreros se quedaron casa. Muchos de los trabajadores venezolanos incluyen a vendedores callejeros, amas de casa y algunos taxistas que forman parte de la economía informal.

Esa Confederación, la federación de asociaciones de empresarios --Fedecámaras-- y la Coordinadora Democrática, coalición política, llamaron a la huelga por cuarta vez en un año en un esfuerzo por activar un referéndum.

Chávez llama a la huelga un esfuerzo de golpe débilmente velado. Dice que él debe cumplir la constitución de Venezuela, la cual dice que un referéndum válido debe ser realizado a mitad del período presidencial de seis años. Para Chávez, éste se cumple el próximo agosto.

El gobierno organizó un masivo mercado de calle en el centro de la ciudad Caracas, y miles de vendedores y compradores asistieron.

"Éste es un día de anti-huelga. Nosotros estamos aquí para ayudar a las personas en estos tiempos difíciles", dijo el General Jorge García Carneiro, Comandante de la base del ejército de Caracas.

Sus tropas entregaron la comida y patrullaron el mercado.
Los diarios de Caracas, alineados con la oposición, no circularon el lunes. Las escuelas públicas de la capital estaban abiertas pero pocos estudiantes asistieron a clases, y sus padres se preocupan por la seguridad.

Por razones estratégicas, los organizadores de la huelga se negaron a decir por cuánto tiempo se mantendrá.

La economía de Venezuela se ha contraído un 6% este año. Los críticos dicen que Chávez, un ex-paracaidista del ejército que ha forjado lazos fuertes lazos con Fidel Castro de Cuba, ha arrastrado a Venezuela a su peor retroceso en más de una década.

Los líderes de oposición también quieren que Chávez devuelva la fuerza policial de Caracas que tomó militarmente el 16 de noviembre, y dicen que tal acción es prueba de que su gobierno está poniéndose más autoritario.

Chávez ha dicho que las disputas laborales internas del departamento requirieron ejecutar esa acción.

Ambos lados se han negado a ceder a pesar de tres semanas de negociaciones dirigidas por el Secretario General de la Organización de Estados Americano, César Gaviria.

Una huelga general en abril, unida a los asesinatos de 19 personas en una marcha de oposición, motivaron a oficiales disidentes a sacar a Chávez. Él fue repuesto dos días después que un gobierno interino abolió la constitución y miles de ciudadanos se rebelaron para exigir su retorno.

Un elemento clave de esa huelga fue el casi cierre de exportaciones de petróleo, el cual representa la mitad del ingreso gubernamental y un tercio del PIB.

Había informes contradictorios acerca de cuántos obreros petroleros acataron esta última llamada a huelga.

Félix Jiménez, Secretario Ejecutivo de Fedepetrol, la federación más grande de sindicatos petroleros del país, aseguró que 82% de los obreros petroleros se quedaron casa.

Pero empleados informaron que trabajaban como de costumbre en la refinería de Bajo Grande, a orillas del Lago Maracaibo.

"Todos estamos trabajando normalmente. Yo no apoyo la huelga. Si íbamos a la huelga ello solo lastimaría al país", dijo Manuel Madero, obrero de la refinería.


Traducción libre de Ángel Cristóbal Colmenares E. - catirecolmenares@hotmail.com