17 de julio de 2012.- El embajador sirio en Bagdad, Nauaf al Fares, se ha convertido en el primer diplomático que abandona al régimen de Bashar al Asad desde que comenzaran las protestas a finales de marzo del año pasado. Anoche, después de una tormenta de rumores acerca de su futuro confirmó con un comunicado que desertaba de su posición en Irak por los crímenes del dictador contra su pueblo.
"Anuncio mi renuncia a mi puesto de embajador de la República Árabe Siria en Irak, mi retirada del partido [gubernamental] Baaz y pido al Ejército que siga mi ejemplo ya que el régimen lo usa como una herramienta para reprimir las ansias de libertad y dignidad de la gente", dijo en una intervención televisada por el canal qatarí Al Yazira.
"A partir de este momento me uno a la revolución del pueblo, mi sitio natural dadas las circunstancias tan difíciles que atraviesa Siria", añadió, antes de llamar al Ejército a defender a los civiles. "Su deber es defender a la patria de la agresión externa y no tratar a su pueblo como su enemigo".
"Pido a los militares que dirijan sus armas contra los que matan al pueblo. ¿Dónde está el honor en matar al pueblo? La fidelidad es con el pueblo y no con el dictador que asesina al pueblo", añadió el ya exembajador.
La noticia surgió a última hora de la tarde de ayer, cuando varios exponentes del Consejo Nacional Sirio (CNS) afirmaron que esta sería la primera de una cadena de deserciones en el régimen. Ahmed Ramadán, uno de los dirigentes del CSN aseguró a la agencia EFE que las autoridades iraquíes habían tratado de tapar la dimisión. El CSN exigió protección para Al Fares que, según el Ministerio de Exteriores iraquí, se encuentra en Qatar.
Al Fares se une así al general Manaf Tlass, que anunció su deserción la semana pasada.
La ONU propone sanciones en 10 díasDe momento se trata solo de una propuesta que posiblemente Rusia y China acaben frenando, pero el Consejo de Seguridad de la ONU ha propuesto amenazar al régimen con imponerle duras sanciones si no retira a las tropas de las ciudades en 10 días. Cuando el enviado especial a Siria, Kofi Annan, comenzó las negociaciones con el régimen, concedió a Asad tres días para que el Ejército se replegara, términos que no se cumplieron.
Se espera que en los próximos días Naciones Unidas amplíe la misión de Annan por otros tres meses -como ha propuesto Rusia- ya que expira el próximo día 20.