16/10/12.-Unas monjas italianas se encadenaron las manos como señal de protesta frente a la sede del gobierno en la Plaza San Giacomo de Nápoles (sur del país) por no recibir fondos para financiar sus trabajos de voluntariado en el extranjero.
De acuerdo a varios testigos, a la manifestación se unieron al menos dos mil personas, entre niños y ancianos. Se conoció que la mayoría de las 40 instituciones de beneficencia de Nápoles, tanto católicas como laicas, podrían cerrar porque no tienen más dinero para pagar a dependientes y proveedores de productos de primera necesidad.
Hasta los momentos algunas congregaciones han vendido parte de sus bienes mientras que algunas monjas ancianas han puesto a disposición de la Iglesia sus propias pensiones.
“Necesitamos una respuesta urgente, un plan de actuación definido”, señalan desde las iglesias napolitanas, que no serán las únicas que podrían perder sus privilegios fiscales en 2013, como exigencia de un polémico decreto del Gobierno de Mario Monti.
Para evitar un desastre de deuda similar al de Grecia, Monti aumentó los impuestos y bajó las pensiones cuando asumió el poder de manos de Silvio Berlusconi en noviembre.
La persistente recesión en la tercera mayor economía de la zona euro es una noticia triste para los italianos, puesto que ha golpeado el gasto familiar y profundizado el desempleo en el país, que subió a un 10,7 por ciento en julio, su nivel más alto desde 2004.
El empeoramiento de la crisis de la deuda ha obligado a los gobiernos de la Unión Europea a adoptar medidas severas de austeridad y reformas económicas difíciles, provocando numerosos disturbios sociales y protestas masivas en varios países de la región.
La huelga se da después de enfrentamientos esta semana en Madrid y Atenas ente manifestantes que se oponen a las medidas de austeridad y las fuerzas policiales.
También coincide con un creciente número de disputas industriales, incluida la de la siderúrgica ILVA, en Tarento (sur) y una fundición de aluminio en Cerdeña (oeste).