Juan Barreto: Los dirigentes del antichavismo “van por la reputación de Maduro y del proceso”

Juan Barreto

Juan Barreto

Credito: Correo del Orinoco

11-11-13.-Para Juan Barreto el análisis de lo que sucede en Venezuela no puede desvincularse de lo que ocurre en el mundo, especialmente con el mundo del capitalismo. Su tesis -que comparte en su casa con el equipo del Correo del Orinoco- es desoladora: afirma que ese sistema no necesita a los pobres y quiere deshacerse de ellos, a costa de lo que sea, y que un sistema socialista como el que propugna Venezuela es una roca en el zapato para los dueños imperiales; eso explica la ferocidad de la campaña contra el presidente Nicolás Maduro, alerta Barreto.

Siempre preocupado por lo que sucede en el debate teórico mundial, este periodista y docente de la Universidad Central de Venezuela y dirigente del partido Redes señala que el capitalismo “va mutando siempre y se va adaptando a las nuevas circunstancias, fundamentalmente producto del impacto de las nuevas tecnologías”. Sostiene, también, que “toda la revolución tecnológica que comienza a finales de los años 60, con los nuevos materiales, la nueva biología, la genética, la revolución cibernética y electrónica, ha acelerado un capitalismo de segunda generación o un capitalismo inmaterial, de producción inmaterial, de ideas, de contenido”.

El centro es “el negocio bursátil, la bolsa, donde se intercambian informaciones que se convierten en acciones, y van creando burbujas financieras”, analiza. La revolución de las nuevas tecnologías “crea nuevas formas de afiliación, de gustos, de consumo; crea nuevos mercados, para decirlo más sencillamente; y nuevos mercados que pueden prescindir de los pobres”.

Para el capitalismo “poco a poco los pobres se van convirtiendo en una carga social”, estima Barreto. Cita un documento del George Bush padre, en el que expresamente se dice “que hay que acabar con los pobres; no con la pobreza, sino con los pobres. Incluso algunos teóricos exagerados tal vez, de esas teorías de la conspiración, dicen que nuevas enfermedades como el sida como la gripe AH1N1 etc, han sido producidas en laboratorios en masa, para de verdad acabar en oleadas con los pobres.

– ¿Y quién consumiría si se acaba con los pobres?

–Es que se crearon nuevas formas de consumo, que van fundamentalmente hacia el nuevo proletariado “inteligente” que son los técnicos, que son los profesionales; consumo de tecnología, grabadores y computadoras a lo que los pobres del tercer mundo no tienen acceso ni van a tener nunca acceso. La existencia de esos pobres lo que crea es carga y costo social a los estados por la vía de los impuestos, por la vía del gasto público, etc.

Es en ese contexto que resurgen las ideas fascistoides, señala. Es “la guerra contra los pobres, que tiene una fachada neoliberal”. El derrumbe del Muro de Berlín es, a su juicio, “la demostración fáctica, de que ya el capital no tiene fronteras”. incluso la guerra de irak “es tal vez el punto de arranque de esa nueva forma de intervención, esa nueva forma de guerra que tiene, en términos concretos, una expresión imperialista, pero que es la expresión del capital como imperio integrado”.

NO ACEPTAN LA AUTONOMÍA

Con base en ese análisis, Barreto concluye que quienes se han erigido en “los amos del mundo” no pueden permitir la existencia de “bolsones de autonomía”. hoy se trata “de una guerra planetaria, una guerra global del capital mundial integrado contra los pobres, no contra la pobreza; y también contra aquellos gobiernos, pueblos y países que pretenden cierto nivel de autonomía”.

– Esa guerra planetaria, ¿quién la dirige y desde dónde?

– Tiene distintos centros de dirección…

– ¿Es multicéntrica?

–Es multicéntrica. Se imponen a veces unos intereses que desplazan a otro; es decir, en el seno del capital mundial integrado también hay contradicciones, hay intereses que se mueven, y unos neutralizan a otros, etc.

– ¿Quiénes la dirigen? ¿son las corporaciones?

–Las grandes corporaciones; más que transnacionales, son multinacionales. esa guerra tiene una expresión aquí en nuestro patio, en Venezuela.

Estados Unidos, de acuerdo con su visión, “sigue siendo el eje articulador”, pero para el golpe de Estado del 11 de abril de 2002 “hubo como un lobby de países, gobiernos, intereses para la operación política”.

Barreto sostiene que se mantiene vigente la doctrina de “acabar con todo aquello que de alguna manera apunte hacia zonas de autonomía” que se enfrentan al modelo de acumulación. Esa política “ha detenido procesos importantes en América Latina y en el mundo, y ha traído como consecuencia la ralentización de los procesos de cambio”.

Esos sectores reaccionarios “se encontraron en América Latina con una sorpresa: un despertar súbito producto, entre otras cosas, del liderazgo de nuestro camarada el presidente Chávez. y eso trajo como consecuencia desajustes en la política del capital mundial integrado hacia América Latina”.

– ¿Está desajustada todavía esa política del capital mundial integrado hacia América Latina?

–Sí. fíjate tú: Bush hijo no pudo llevar a cabo los tratados de libre comercio con América Latina. Incluso en Colombia hubo recientemente un levantamiento campesino contra los tratados de libre comercio. Es lo que ellos llaman “el desajuste de América Latina”, y es en ese contexto que se presenta toda la guerra política, psicológica, económica y militar contra América Latina y particularmente contra el presidente Nicolás Maduro.

TODAS LAS BATERÍAS CONTRA MADURO

Uno de los propósitos de esos sectores es “degradar la imagen del presidente Maduro. Ellos van por la reputación de Maduro y del proceso en general”, alertó el docente. Se pretende crear la imagen de una dirección política “descompuesta e inmoral”, sembrar la desconfianza y “atacar las bases éticas del proceso”. Por ello, Barreto aplaude la ofensiva contra la corrupción, e insiste en que se debe revisar, “en primera instancia, a todos los cuadros y funcionarios que en este momento se encuentran en la dirección del partido y del poder, es decir, que no quepa lugar a dudas, de la transparencia de esa dirección política”.

La campaña con la que se pretende poner en cuestión la nacionalidad del Mandatario “es una manera de exacerbar el chauvinismo de derecha con rastros racistas y chauvinistas anticolombianos; se busca estimular el anticolombianismo que hay en ciertos sectores, fundamentalmente en la clase media”.

También se quiere presentar al líder bolivariano como “bruto”, sin formación intelectual ni académica. Pero esa campaña, aseveró, se derrota en la medida en que el Presidente “se vaya consustanciando con el pueblo, en la misma medida en que el presidente se mimetice con el pueblo”.

A su juicio, el Presidente “no tiene que aparentar lo que no es: él no tiene que aparentar ser un intelectual; él es un obrero con formación política, yo creo que eso es suficiente y con talla de estadista, porque para eso… los intelectuales son para la academia, los intelectuales no son para el gobierno.

–¿La campaña chauvinista está dirigida hacia quiénes? ¿Hacia sectores de clase media o de derecha? ¿Quiénes son los blancos de las múltiples acciones?

–En primer lugar, la campaña ocurre en un momento en el que ha habido un cierto desgaste del proceso, producto de nuestros errores, desaciertos, inconsistencias, y también producto del desgaste, de la confrontación, tanto da el cántaro al agua hasta que se rompe. eso es una frase, es decir, ha habido un proceso de cerco, aislamiento y aniquilación del proceso bolivariano intenso.

–¿Desde 1998 o antes?

–Incluso antes del 98 que ha tenido sus etapas, sus fases. Lo que pasa es que Chávez fue muy hábil, y logró romper en buena medida ese cerco creando la Celac, la Unasur, la vinculación con el Caribe a través de Petrocaribe; las relaciones con China, con Rusia, con importantes sectores del mundo asiático, la India, el brics. Creo que esas son las razones por las cuales Chávez escoge a Maduro: porque Maduro fue articulador de esa política de Chávez y la conoce, yo creo que esa política debe profundizarse y apoyarse más en los sectores progresistas de América Latina.

BANALIZACIÓN DEL GOBIERNO

La guerra mediática, considera Barreto, consiste fundamentalmente en la banalización del Gobierno; es decir, nada de lo que hace el Gobierno es importante.

–¿Qué se busca con eso?

–Presentar al Gobierno como un gobierno torpe, incapaz; un gobierno que no resuelve los problemas. yo pienso que eso se rompe con medidas de inspiración profundamente populares, yo creo que aquí hay que restearse, profundizar el proceso. Profundizar, radicalizar el proceso no significa llenarlo de una verborrea pesada; significa tomar un conjunto de medidas que le permitan al pueblo recuperar la esperanza, encontrar un norte estratégico, y ensamblarse con la dirección política del proceso.

–¿Qué medidas serían?

–Por ejemplo, la creación de un fondo administrado por organizaciones concretas del movimiento popular organizado. ¿Quiénes? ¿Cuáles? Aquellas con mayor tradición política, mayor solvencia moral y ética, mayor reconocimiento social.

También sugiere “entregar áreas vitales de la misión vivienda al movimiento popular, para estimular la autoconstrucción”. Lo importante es que la gente sienta “que el poder es mío, el gobierno lo tengo yo. Y dar un salto cualitativo, que Maduro lo ha anunciado, pero que tiene que comenzarse a sentir”.

El Jefe del Estado dijo que el gobierno de calle, indica Barreto, “era una primera fase de un modelo de gestión popular y socialista, bueno, se trata de pasar del gobierno de calle al gobierno del pueblo, al gobierno directo del pueblo. Nosotros hicimos unas propuestas, yo le hice una propuesta a Maduro en su momento: que se crearan los consejos superiores del poder popular en los estados, en los municipios”.

El analista pregunta que si las viajeras y los viajeros tienen una cuota de dólares, así como la poseen las empresarias y los empresarios, ¿Por qué no se crea un cupo preferencial para las organizaciones populares que tienen proyectos?

“Lo que te quiero decir es que la guerra económica, política se rompe con acciones contundentes, con acciones ejemplarizantes; que no quepa lugar a dudas de cuál es la orientación de clase social y política de ese tipo de emprendimiento”.

UN GRAN DEBATE

En su criterio, en el país se requiere un gran debate, “sin cortapisas”, acerca de hacia donde va Venezuela. “Yo creo que el Presidente lo inició de algún modo, cuando se reunió con el empresario Lorenzo Mendoza: la primeras reuniones que hizo el vicepresidente, la Vicepresidencia con sectores de los comerciantes, los industriales”. Pero “yo creo que eso no debe ser sobre la base de consultas para tomar una que otra medida; eso debe ser un gran debate nacional abierto”.

–Se supone que el país va al socialismo.

–Claro, pero ¿Como es eso? ¿Cómo entra cada sector en eso? Porque yo creo que el movimiento popular tiene muchas cosas que decir. Creo que debe de haber una apertura al debate en ese sentido; un debate que no debe ser puramente coyuntural, que tiene que tener un sesgo estratégico. Y luego, informar bien, informar mejor.

Como periodista y en la misma línea crítica, evalúa que la estructura mediática del Estado es homogénea: “Es una comunicación lenta, oficial; una comunicación oficial es aburrida, no es dinámica, tiene un formato, ya sabes lo que vas a esperar allí y entonces, de esa manera, no convence, porque en comunicación la forma y el contenido tienen que coincidir. Por ello, manifiesta que también sobre los medios estatales y comunitarios se debe debatir. “Yo no tengo, en lo personal, la respuesta. yo creo que la primera parte de la respuesta es buscar una respuesta colectiva. es consultar incluso al pueblo sobre cómo percibe esos medios y qué espera de ellos”.

Para Barreto es imprescindible “sacudir la realidad, produciendo eventos que la conduzcan audazmente hacia otros derroteros, en otras direcciones”. Y hacerlo sin temor.



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