5 de diciembre de 2013.- La presidenta del Consejo Nacional Electoral (CNE), Tibisay Lucena, manifestó que los organismos comiciales de América Latina y el mundo están obligados a intercambiar conocimientos para asistir a las sociedades en sus nuevas exigencias democráticas "que apuntan hacia un modelo de alto rendimiento, capaz y en paz", dijo al recibir a los 50 representantes electorales de diversos continentes que participarán como acompañantes en la elección municipal del 8 de diciembre.
"Estamos obligados a intercambiar conocimiento, a buscar, entre realidades comparadas, herramientas para asistir a esta nueva forma democrática que no da tregua ni aguarda ante ninguna burocracia", señaló Lucena en el discurso de bienvenida ofrecido a los acompañantes, en la sede del CNE, de Plaza Caracas, en el Distrito Capital.
A Venezuela llegaron representantes de los organismos electorales de Suráfrica, Congo, Kenia, Haití y Federación de Rusia, así como nueve representantes de organizaciones gremiales entre las que se encuentra el Gremio Nacional de Abogados de Estados Unidos y académicos.
También arribó la misión del Consejo Electoral de la Unión Suramericana de Naciones (Unasur), compuesto por 18 representantes; así como de la Unión Interamericana de Organismos Electorales (Uniore), con 20 representantes.
En su discurso, Lucena hizo énfasis en la necesidad de hacer más eficientes los sistemas electorales debido a que América Latina vive un proceso de profundización democrática que requiere de los más altos niveles de rendimiento.
"Debemos proveer las condiciones de esos ciudadanos para que puedan ejercer la política de forma libre y constante, sin riesgos de ser agredidos o sustraídos de su voluntad por medio de trampas, minimizando el grado de errores en unos sistemas electorales cada vez más exigidos y sometidos a prueba, como es el caso del sistema electoral venezolano", señaló.
"Los pueblos del mundo son cada vez más conscientes de su poder, por ello su presencia nos resulta tan enriquecedora porque nos ubica en el plano de la solidaridad y si se quiere, de la corresponsabilidad institucional", indicó.
40 elecciones
Lucena indicó que es tal la exigencia democrática y de participación de la sociedad venezolana que desde 1998 hasta 2013, el CNE ha organizado casi 40 elecciones, en un promedio de dos por año.
El conteo incluye procesos de diversa naturaleza, desde elecciones de cargos públicos, hasta referendos consultivos, probatorios y revocatorios, así como también elecciones de directivas de partidos políticos y primarias entre candidato de partidos aliados.
Sobre el alto número de procesos, señaló que para cumplir con ello y estar a la altura de exigencia se adecuó y democratizó la plataforma electoral venezolana.
"Promovimos la modernización de la plataforma electoral porque se trató de una necesidad nacional, avanzamos hacia un modelo democrático de consulta permanente que no podía funcionar sin un sistema electoral con grandes fortalezas".
Otra victoria democrática
Lucena también hizo mención de las auditorías a las que es sometido el sistema electoral del país. Son 17 las revisiones que se realizan a cada parte de la plataforma automatizada, lo cual "genera confianza y legitimidad", aseveró.
En este contexto, auguró que con esta nueva elección "celebremos otra victoria de la democracia".
En el año 2007, Venezuela activó la figura del acompañamiento internacional, en sustitución de la observación.
El cambio se efectuó en resguardo de la soberanía del país y para generar un acercamiento sin sospechas a nuestro sistema electoral, considerado uno de los más seguros del mundo por ser automatizado y 100% auditable.
La práctica en la organización de elecciones y la inversión en automatización fortaleció el sistema y fue así como Venezuela, al igual que países como México, optó por invitar a acompañantes y no a misiones de observación hechas por organismos multilaterales, cuestionados por su cariz injerencista.
La normativa electoral indica que las actividades de acompañamiento deben ajustarse a los principios de supremacía constitucional, legalidad, soberanía, integridad e inviolabilidad territorial, autodeterminación de los pueblos, no injerencia, imparcialidad, transparencia y respeto a las normas y autoridades electorales.