06 Dic. 2013.- El actual sistema electoral de Venezuela es reconocido en todo el mundo por expertos en el área, que han acompañado las 18 elecciones realizadas en los últimos 14 años en el país, la última de ellas, de carácter presidencial, fue celebrada el pasado 14 de abril.
La plataforma automatizada actual usada en cada comicio venezolano, desarrollada por el Consejo Nacional Electoral (CNE), ha recibido elogios de todas partes del mundo por su transparencia y confiabilidad.
Jimmy Carter, ex presidente estadounidense y director del Centro Carter, expresó el año pasado que “de las 92 elecciones que hemos observado, diría que el proceso electoral en Venezuela es el mejor del mundo".
La transparencia del sistema electoral venezolano también fue avalada por los 170 acompañantes internacionales que estuvieron presentes en los comicios presidenciales del pasado 14 de abril.
Estas personas representaron a organismos como la Unión de Naciones Suramericanas (Unasur), Centro Carter, el Mercado Común del Sur (Mercosur), la Organización de Estados Americanos (OEA), la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (Celac), la Unión Interamericana de Organismos Electorales (Uniore) y la Unión Africana.
El presidente de la Uniore, Roberto Rosario, destacó que en los comicios de abril “fue puesto a prueba el sistema electoral demostrando su eficacia, transparencia y seguridad, valorando positivamente el desempeño del CNE que cumplió la función puesta a su cargo de acuerdo a la Constitución y las leyes”.
Abogados estadounidenses confirman transparencia
En esos comicios también estuvo como acompañante una delegación del Gremio Nacional de Abogados de EEUU (NGL, por sus siglas en inglés), la cual emitió un informe en agosto pasado en el que resalta la confiabilidad del sistema.
En el documento destacan que el proceso electoral se desarrolló de manera limpia, transparente, participativa y bien organizada. "El CNE es una institución creíble establecida para un proceso electoral limpio y democrático en Venezuela", reza el texto, que elogia el hecho de que el actual sistema electoral es producto de extensos adelantos logísticos y tecnológicos, y cuenta con importantes garantías, que incluyen el voto electrónico y la Auditoría Ciudadana.
Destacan que “se hace uso de tecnología sofisticada para eliminar cualquier posibilidad de fraude o manipulación de datos”.
El NGL también participó de la auditoría ampliada de verificación ciudadana al 100% de las mesas electorales, solicitada por el entonces candidato perdedor de las presidenciales, Henrique Capriles Radonski.
Tras su participación en esa auditoría, el NGL señala que confirmó los resultados de la elección, y reafirmó la transparencia y la exactitud del sistema electoral.
Automatización del sistema
El sistema electoral venezolano sufrió un cambio en las elecciones de 1998, cuando por primera vez se realizó una elección con un mecanismo automatizado.
Ese cambio fue posible debido a la previa aprobación, en 1997, de la Ley Orgánica de Sufragio y Participación Política, que en su artículo 154 establece que "el proceso de votación, escrutinio, totalización y adjudicación será totalmente automatizado". La normativa trajo consigo también la despartidización de los organismos electorales.
Antes de llegar a este sistema automatizado, los venezolanos votaban mediante un mecanismo manual. Los electores llegaban a su centro de votación, recibían un tarjetón en el que marcaban con un lápiz la opción de su preferencia y lo depositaban en cajas. Esto se prestaba para acciones fraudulentas que favorecían a los partidos más grandes. Así nació la conocida frase "acta mata voto”, que describía lo amañado que era el proceso de sufragio por la falta de testigos de las agrupaciones políticas más pequeñas en las mesas electorales.
La automatización del sistema permitió acabar con la adulteración del acta en las mesas, porque la totalización va directamente por el sistema, en vivo e inmediato, a las computadoras centrales del CNE.
El mecanismo 100% automatizado abarca el Registro Electoral, votación (máquinas), escrutinio, transmisión de resultados, totalización y adjudicación.
El mecanismo, además, está dotado de auditorías que van desde el Registro Electoral hasta el sufragio. El elector, una vez emitido su voto, recibe un comprobante o voto físico -impreso en papel especial, con marcas de agua y tinta de seguridad, e identificado con un código no secuencial.
También está la memoria fija y removible de las máquinas; el acta de escrutinio; el voto y acta electrónica transmitido a los centros de totalización; y finalmente, el acta de totalización.
El CNE incluye además la verificación ciudadana, que se hace al 54% de las máquinas de votación. Consiste en la apertura de las cajas donde se encuentran los comprobantes por parte de los miembros de mesa, en presencia de electores y testigos de partidos políticos, para cotejarlas con las actas de escrutinio y el cuaderno de votación. De esta manera se valida la consistencia de la información.