"Presidente Obama dele una oportunidad a la paz y al respeto, echemos la base para una nueva relación entre Venezuela y Estados Unidos, que se acaben los golpes de Estado", manifestó.

 “No se metan con Venezuela, si lo hacen esa fuerza heroica de nuestro pueblo resurgiría en esa fuerza civil, Suramérica sería la tumba del imperio norteamericano para siempre. Queremos la paz”, sentenció el presidente Nicolás Maduro al gobierno de Estados Unidos que encabeza su homólogo Barack Obama.

"Le digo al presidente Obama, le habla un humilde presidente de Venezuela. Soy un hombre de la calle, pero soy un hijo de Bolívar y nací en esa patria que vio nacer nuestro Libertador, de este pueblo unido que tiene derecho a la paz. Le hablo porque su gobierno es quien mantiene a esta oposición. Son los funcionarios de la embajada estadounidense quienes hablan con jefes políticos para decirle que se sume al Golpe de Estado, usted es presidente de los Estados Unidos, en sus manos está si quiere ser recordado en la historia en presidente demócratas como Jimmi Carter o como Richard Nixon y George W. Bush. Si va a autorizar que a Venezuela se le aplique un plan para intentar destruirla económica, polìtica y militarmente, o es capaz de entender la fortaleza de la democracia venezolana".

"Este humilde autobusero que está aquí del mismo color tuyo, fue electo por los votos del pueblo, ¿vas a autorizar un golpe de Estado en Venezuela? ¿Con qué ética?", se preguntó el Jefe de Estado.

Maduro asegura que se "derrotarán una a una" posibles sanciones contra Venezuela

"El lobby de Miami está tomando acciones para sancionar a Venezuela, te digo te vas a meter en un camino sin retorno. Toda América Latina va a derrotar las sanciones que tienen contra Venezuela y las vamos a derrotar una por una. Sería el peor error de su vida firmar la autorización del asesinato del presidente Nicolás Maduro para llenar de violencia, si ejecutaran ese plan este pueblo debe continuar en las calles haciendo revolución".  

“Si entráramos en fase de desestabilización, no nos entregaríamos ni traicionaríamos, iríamos a una nueva fase de lucha. Quien quiera la paz prepárese y organícese para defenderla. Gringos, con Venezuela no se metan”.

“Nombré a un nuevo embajador, como un gesto de reflexión para el diálogo. Estoy muy bien informado de que hablan en el Departamento de Estado, ayer (viernes) recibieron a Ramón Guillermo Aveledo en Washington y le dieron indicaciones de destruir la Conferencia Nacional de Paz”, aseguró.

“Nuestros hijos jamás seran esclavos de un imperio que quiera venir a quitarnos la patria. En la Casa Blanca hay gente muy preocupada, porque al presidente Obama lo están llevando al barranco”.

Este viernes fue presentado un proyecto de ley para que el Gobierno de EE UU imponga sanciones directas al Gobierno de Venezuela por los hechos violentos que se han registrado en el país y que han dejado al menos 29 muertos. El documento fue expuesto por los senadores demócratas Robert Menéndez, Bill Nelson y el republicano Marco Rubio.

El pasado miércoles Menéndez y Rubio presentaron un texto aprobado por el Senado, en el que se condenaban estas situaciones irregulares y se exhortaba al presidente de Estados Unidos, Barack Obama, a imponer sanciones a Venezuela. Se solicitó que congele los activos de aquellas personas involucradas en “la represión” de las protestas en las calles de Caracas, así como la revocación de los visados a una lista de individuos propuesta por los senadores y que compartirán con la Casa Blanca.

Incluye una ayuda de 15 millones de dólares para la defensa de los derechos humanos en Venezuela, la protección de los medios de comunicación independientes y el fortalecimiento de la sociedad civil en defensa de los valores democráticos.

“La situación de inestabilidad en Venezuela ilustra claramente que el abatimiento de la democracia conduce al caos político y a la inestabilidad económica. Esta legislación deja muy claro que la violencia del régimen de (el presidente venezolano Nicolás Maduro) exige una respuesta potente y rápida”, dijo Menéndez, presidente del Comité de Relaciones Exteriores de la Cámara alta.