10 de abril de 2014.- Enfatizó el periodista que no se puede ir el esfuerzo por un lado y la opinión pública por otro, es necesario una política comunicación coherente.
Durante el seminario de Guerra de IV Generación, el periodista Walter Martínez, productor y conductor del programa "Dossier" señaló que en una guerra existen dos escenarios: un teatro de operaciones real y el teatro paralelo o alternativo al teatro real, que es lo que se muestra a través de los medios de comunicación y que van directo a nuestras neuronas.
Realizó un resumen histórico del papel de los medios de comunicación, desde William Howard Rusell (1853) que cubrió La Guerra de Crimea pasando por sus despachos telegrafiados. Luego Roger Fenton quien fue enviado a fotografiar a las tropas con daguerrotipos, siendo su expedición financiada por el estado a cambio de que no mostrara los horrores que provocan los conflictos bélicos, así conseguía que los familiares de los soldados y la ciudadanía no se desmoralizaran.
En un contexto más moderno Martínez contó que los corresponsales de guerra no cubren la guerra, "cada bando tiene un vocero, vienen los voceros, los instalan en lujosos hoteles con aire acondicionado y les sugieren entregarlos al día siguiente mediante comunicados las novedades en el frente de guerra, convirtiéndose entonces en los guerreros de hotel ".
"Estamos en un mundo interconectado satelitalmente donde la masificación del mensaje va a crear las reacciones". La información es poder y el tiempo es lo más importante, sentencia Martínez.
En la actualidad estamos en un mundo interconectado vía satélite, satélites geoestacionarios, que determinan la masificación del mensaje y lo local pasa a hacer internacional.
Reiteró la importancia afirmando, "la guerra la están mostrando quienes manejan los medios. Allí se puede mostrar dos cosas, se puede estar ganando y se muestra en pantalla que no y viceversa".
Enfatizó el periodista que no se puede ir el esfuerzo por un lado y la opinión pública por otro, es necesario una política comunicación coherente.