El Gobierno venezolano tiene lista una resolución para multar con el uno por ciento de su patrimonio a los bancos que no abran sus oficinas al público en los horarios habituales.
La decisión ya fue elaborada y está pendiente de publicación en la "Gaceta Oficial", indicó el ministro de Planificación, Felipe Pérez.
La Asociación Bancaria de Venezuela se sumó el 9 de diciembre al paro cívico nacional decidiendo abrir las oficinas de atención al público solamente durante tres horas al día, de 9 a 12 de la mañana.
Desde entonces, las colas a las entradas de los bancos han sido interminables y se han multiplicado las quejas de personas que denuncian el "secuestro" de su dinero.
Fuentes bancarias indicaron que habría instituciones financieras, principalmente las de capital extranjero, dispuestas a ampliar el horario de atención al público para reducir el disgusto de sus clientes y evitar sanciones.
Demanda legal
Los diputados oficialistas Ibrahím Velásquez, Roberto Quintero, Virgilio Chávez, Jacinto Martínez, Francisco Solórzano y Saúl Ortega solicitaron ayer al fiscal general de la República, Isaías Rodríguez, que abra una investigación penal contra los propietarios y administradores de la banca privada nacional, por haber “cartelizado” al sector económico que representan al sumarse al paro cívico nacional.
A juicio de los parlamentarios, la restricción de los horarios de atención al público y de los montos de retiro viola los artículos 22, 113 y 114 de la Constitución, los artículos 210, 212 y 432 de la Ley General de Bancos e incluso el Código Penal venezolano.
“La conducta desplegada por los cabecillas de este cartel no tiene razón de ser, puesto que la única justificación que declaran es que se suman a un paro político para intentar precipitar la salida anticipada del Presidente, asumiendo posiciones de partido político y no la de un l ock out o cierre empresarial por causas imputables a una deficiencia financiera”, señaló Velásquez.
Acusan a los banqueros de “apropiación indebida”, por restringir recursos ajenos y obtener de ello un rendimiento adicional a favor de sus patrimonios; de “presionar la devaluación del bolívar”, por dedicar esos fondos retenidos a la compra de dólares
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