Ha llegado a nuestra redacción el Editorial #23 de Marea Socialista. En él se analiza la reciente liberación de Leopoldo López, la situación de la Asamblea Constituyente propuesta por el presidente Maduro y el plebiscito recientemente convocado por la MUD.
Igualmente el texto propone una ruta de solución frente a los peligros de crecimiento de la violencia, donde destaca la recuperación de la Constitución del ’99. Para agregar que ninguna solución será posible si no se toman inmediatamente medidas urgentes que apunten a resolver los problemas de la población más vulnerable.
El peligro de guerra civil, la posibilidad de un pacto y la necesidad de vuelta a la Constitución del ’99 son los ejes de este documento que presentamos. A continuación el texto completo.
Leopoldo, Constituyente y Plebiscito: Pacto, guerra civil o vuelta a la Constitución del ’99
Editorial #23
Equipo Operativo Nacional de Marea Socialista
La brutal crisis instalada en el país en los últimos meses, está tomando velocidad de choque de trenes. La decisión de aplicar los frenos se reduce a segmentos de tiempo cada vez más cortos, de no hacerse entraremos, más temprano que tarde, en un escalamiento de la confrontación violenta con signos altamente peligrosos. Si no se detiene esta locura, la política saldrá del escenario del discurso, de los argumentos, las propuestas y las demostraciones civiles, para entrar en otro donde hablarán casi exclusivamente las armas. La cúpula del PSUV/Gobierno con su “Constituyente” fraudulenta refuerza este camino y la MUD, con su estafa “Plebiscitaria” enmendada en “consulta popular”, contribuye para lo mismo.
El demencial asalto al edificio de la Asamblea Nacional por un grupo de choque madurista en complicidad con la GN que presta la seguridad de ese recinto y la provocación con una creciente actividad por parte de grupos foquistas de la MUD[1], son síntomas inequívocos de que entramos de lleno en una coyuntura en la que las acciones violentas y el fanatismo ciego ocuparán cada día más el centro de la escena.
En este contexto la medida de casa por cárcel a Leopoldo López puesta bajo una mirada trivial podría parecer y así quiere hacerlo creer el gobierno, el inicio de un camino para reabrir el diálogo. Sin embargo eso sólo existe en la superficie. Con esta medida sustitutiva a López, o las que puedan venir, buscan comprar ese valioso tiempo, bajar el nivel de las protestas o continuar justificando la brutal represión, pero sobre todo que disminuya la presión internacional, para lograr que el objetivo de la Constituyente fraudulenta se cumpla. Sin embargo, aunque imposible de descartar, es todavía incierto que desde este punto se avance a un dialogo sincero entre esas cúpulas.
En realidad la principal preocupación del madurismo radica en el tiempo que le queda y el manejo de su velocidad. El tiempo se ha convertido en el bien más buscado por una nomenclatura corrupta, irresponsable e incompetente que ha apostado gran parte de su futuro a la maniobra de la falsa Asamblea Nacional Constituyente (ANC) como último recurso político.
Pero ¿qué busca la MUD con su plebiscito? Debemos detenernos, aunque sea brevemente, en el objetivo real de esta iniciativa de carácter dudoso. La clave para comprenderla está en las preguntas que deberán contestar los que acudan a ese llamado[2] y sobre todo en la segunda y tercera de ellas que abren la puerta a profundizar la división de las FANB, a una renovación de poderes de manera ilegítima y a la instalación de un denominando “gobierno de unidad nacional”.
Más allá de la validez constitucional o no del plebiscito, es necesario decir que las preguntas que en él se colocan, develan el objetivo de fondo de la consulta que la MUD planea para el 16 de julio: La articulación de ellas representan un llamado a una división mayor de la Fuerza Armada Nacional Bolivariana, buscando que un sector de ellas sostenga a un gobierno de falsa “unidad nacional” y a los poderes “renovados” que serían autorizados en ese plebiscito.
Por medio de una minoría y con la misma lógica de la ANC de Maduro se buscará legitimar, en la Asamblea Nacional controlada por la MUD, el gobierno necesario para conducir el bando de esta fracción de las cúpulas corruptas, bajo la lógica de la instalación de un doble poder como primer paso para conducir al país irresponsablemente hacia una guerra civil.
De nada serviría como piden algunos comentaristas interesados que se cambien las preguntas, porque el objetivo se mantendría intacto, solo que más enmascarado y cínico.
De esta manera tanto la ANC como el plebiscito, rebautizado con el nombre de “Consulta”, para facilitar el engaño, son en realidad el intento de llevar la polarización política minoritaria que hoy se desarrolla entre MUD y PSUV, a una confrontación armada. Confrontación en la que las primeras víctimas privilegiadas, como está quedando a la vista hace tiempo son: la Constitución del 99, la democracia que ella postula y la verdadera participación popular.
Cuando hace ya un año, desde Marea Socialista, el espacio de la Plataforma por la Auditoria Pública y Ciudadana, sectores de la lucha contra el Arco Minero y otros movimientos y grupos y personalidades provenientes del ámbito civil y militar nos dimos a la tarea de construir la Plataforma Ciudadana en Defensa de la Constitución, preveíamos el escenario actual como uno de los probables. Llegados a él y con muy pocas alternativas distintas a la guerra civil o a un pacto espurio entre sectores de esas cúpulas, excepto la de la vuelta a la Constitución del ‘99 y un diálogo que incluya a todos los sectores políticos y sociales, alertamos que el tiempo para una solución no catastrófica para el país y el pueblo venezolano se agota velozmente.
Pero ¿por qué tiene fuerza la irracionalidad hacia la que nos deslizamos? ¿Cuál es la razón de fondo que explica que pareciera que no hay alternativas a esta locura? Arriesgaremos una hipótesis frente a tanta incertidumbre: en nuestra opinión, lo decisivo son las fuerzas externas, es decir el papel de las grandes corporaciones, el capital financiero y los gobiernos imperiales y mafiosos. Este papel implica la disputa por el control sobre Venezuela y sus recursos naturales en los próximos 100 años, definiendo cuál de estas dos cúpulas conducirán el Estado y administrarán la renta para beneficio propio y sobre todo de sus mandantes externos. Ambos, a pesar de sus diferencias, son funcionales al capital financiero internacional y las grandes corporaciones extractivistas del mundo.
Aquellos que sostienen la fábula de que el gobierno de Maduro es sólo una víctima del imperialismo, no entienden la historia política de la Venezuela petrolera ni la ruptura operada entre el gobierno de Chávez y el de Maduro y mucho menos el contexto actual de crisis mundial del sistema del capital. Y si viven en el exterior no se molestan en estudiarla. Las zonas económicas especiales, el Arco Minero del Orinoco, el pago puntual de una deuda externa ilegítima, los nuevos contratos en la Faja Petrolífera y todo lo que tiene que ver con los llamados 15 motores de la economía productiva, están diseñados para satisfacer la voracidad de esas corporaciones y su plan de saqueo. Mientras que los planes de la MUD apuntan en sentido similar: Para constatarlo se pueden revisar las propuestas económicas que presentan los voceros oficiales u oficiosos de esta oposición. Son dos bandas que se enfrentan por el control de la administración de los negocios, de la misma manera mafiosa y dependiente. Dos bandas a las que le son ajenas todas las necesidades populares.
Pero el hecho clave es determinar si es posible detener este rumbo demencial y recuperar un camino democrático. Desde nuestra perspectiva, la ruta de frenar la deriva de guerra civil o un pacto de entrega del país y miseria para nuestro pueblo, se basa en los siguientes puntos: a) Suspensión de la ANC y del Plebiscito. b) restablecimiento de la Constitución del ’99. c) cumplimiento estricto de las elecciones regionales. d) Publicación inmediata de un Cronograma de elecciones presidenciales. e) Construcción de un plan de emergencia económica y social que garantice la atención de los sectores populares más vulnerables con los recursos provenientes de la suspensión de los pagos de la deuda externa y otros.
El motivo para impulsar este camino es que solo se puede detener la escalada que estamos presenciando con más democracia y participación y no con más represión y violencia. En este sentido, junto a la Plataforma en Defensa de la Constitución insistimos en nuestro reclamo al CNE para activar un referendo abrogatorio de las bases comiciales de la ANC. Lo mismo que llamamos a acompañar la campaña de Luto Consciente para decir: ¡ya basta de muertes![3]
Los próximos 20 días viviremos momentos de tensión, violencia creciente, confusión. La irresponsabilidad criminal de las cúpulas del PSUV/Gobierno y la MUD, hacen que este pronóstico lamentablemente sea el más probable. Mientras ellos siguen bailando irresponsablemente al borde de una guerra civil, cuyo costo en muertes, padecimientos y calamidades sufrirá nuestro pueblo, nosotros continuaremos intentando por todos los medios a nuestro alcance detener esta locura.
[1] Simbolizados en la juramentación el jueves próximo del Comando de la Resistencia, Según informa en su cuenta de Tuiter la diputada Delsa Solórzano perteneciente a Un Nuevo Tiempo UNT.
[2] MUD presentó las preguntas para el plebiscito http://www.el-nacional.com/noticias/oposicion/mud-anuncio-las-tres-preguntas-para-plebiscito-popular_191558
[3] Exigen al CNE respuesta urgente para revertir la iniciativa presidencial de ANC https://www.aporrea.org/actualidad/n311187.html