12 de junio de 2018.- Caminar a paso apurado para llegar a su destino, hacer largas filas a la espera de un transporte, trasladarse en camiones o "perreras" no aptas para esta actividad, pedir "cola" o montarse en autobuses en los que el número de personas supera con creces la capacidad óptima de la unidad, son solo alguna de las vicisitudes que atraviesan los venezolanos para movilizarse. La crisis profunda que atraviesa el país tiene diversas expresiones, y el transporte es una de ellas.
En esta nueva entrega del producto En Foco del Centro de Estudios de la Realidad Latinoamericana (CERLA) se trata el tema: "El transporte en Venezuela viaja en retroceso". Los datos se recogieron a través de entrevistas individualizadas y trabajo de campo.
Caracas: una ciudad que se quedó a pie
Trasladarse en la Capital es toda una odisea. "El servicio de transporte nunca había estado tan deteriorado, por lo menos en los lugares más céntricos de la ciudad, ni hablar de los barrios que, por lo general, el transporte es más problemático. Sin embargo hoy vemos como desde el centro hasta la periferia de Caracas el servicio de transporte es deficitario. El Metro de Caracas aunque cumple un rol central en lo que a la movilidad se refiere, es un servicio al punto del colapso y de pésima calidad. Caminar es la opción que han tomado los ciudadanos, pero hay que decir que se camina en medio de una ciudad llena de basura, de huecos y de mucha inseguridad. Caracas es la radiografía de un gobierno central y local al que los pobladores parecieran importarle muy poco. Muchas veces al reflexionar, es inevitable llegar a la conclusión que el gobierno es el responsable directo de la situación de transporte que atravesamos los venezolanos y que viola, incluso, en cierta medida, el derecho al libre tránsito que tenemos los ciudadanos y que está consagrada en la Constitución de la República", de esta forma nos habla Mercedes Camacho, socióloga y miembro del comité de usuarios del transporte urbano de la ciudad de Caracas.
Miguel Pereira, transportista de la línea Casalta-Chacaíto-Cafetal nos comenta que "la falta de insumos como lubricantes para motor, cauchos y baterías impide que muchas unidades funcionen. Un cambio de aceite debe hacerse una vez al mes aproximadamente y el litro cuesta Bs.8.000.000, los insumos y repuestos son a precio de dólar paralelo, los precios son muy altos, un caucho está por encima de los 100 millones de bolívares. Mientras que un chofer de una camioneta grande y de una línea urbana importante, puede trasladar máximo a 600 usuarios al día a Bs. 5.000 el pasaje. Además de una unidad de transporte es la actividad productiva de la que depende el chófer, quien en la mayoría de los casos no es el dueño del transporte, quien también vive de ella. En resumidas cuentas una camioneta de pasajeros debe dar para que el dueño y el avance vivan de ella y además debe producir para su mantenimiento. Eso hoy es casi imposible de hacer".
El presidente del Bloque de Conductores del Oeste, Hugo Ocando, manifestó en una entrevista para el Diario Tal Cual (1) que en la actualidad el 85% de los autobuses privados que prestan servicio en Caracas se encuentra paralizados, e incluso subrayó que muchos choferes han decidido irse a las zonas de frontera, como Táchira y Zulia, porque existen "mejores condiciones". A pesar de la hecatombe a la que el transporte público está sometido y que sólo queda aproximadamente un 15% en funcionamiento, descartó que el servicio se detenga de forma abrupta porque "estamos haciendo un esfuerzo muy grande", "no apostamos a la paralización porque es nuestro principal fuente de recursos para mantener a nuestras familias"
En conclusión, al mismo tiempo que los usuarios son los que sufren las consecuencias de la desincorporación de gran parte de la flota, los transportistas insisten en elevar aún más el costo del pasaje como única alternativa de solución, (la tarifa fue aumentada de manera unilateral a Bs 5 mil, mientras anuncian un nuevo aumento a Bs 10 mil en el transporte interurbano de la ciudad de Caracas). Mientras tanto, las autoridades se lavan las manos.
El Metro de Caracas: el tormento viaja por debajo de la tierra
"El Metro, la gran solución para Caracas" queda en la actualidad como un slogan vacío. El Metro de Caracas es hoy más un problema que una solución, a pesar de haber sido orgullo de los citadinos por lo eficiente, limpio y eficaz del sistema, en la actualidad es sinónimo de fallas constantes, servicio deficiente y desidia.
Dentro de los vagones del Metro se dan conversaciones entre los usuarios, CERLA entrevistó a Richard Maldonado quien expresó: "Yo no sé cómo calificar un servicio como el del Metro de Caracas. Por un lado, es el transporte más económico que atraviesa toda la ciudad e, incluso nos lleva a otras ciudades aledañas. Pero nos encontramos con retrasos recurrentes, falta de aire acondicionado, escaleras mecánicas en mal estado, muchas usadas como vertederos en las estaciones más abandonadas, las vías férreas asquerosamente sucias, las casillas sin trabajadores o con pocos de ellos, el maltrato de muchos de los trabajadores del Metro hacia el usuario. Muchos de ellos son colectivos que ahora, al parecer, les prestan sus "servicios" al Metro."
Por otro lado, se mostrará parte de un escrito que está circulando por las redes sociales atribuido a trabajadores del sistema Metro: "Los trabajadores de Metro de Caracas queremos informar a nuestros usuarios y al país en general que el día lunes 11 de junio del 2018 habrá un paro laboral, como medida de protesta, motivado al grave situación en la cual se encuentra la empresa y el riesgo que esto implica para los usuarios que utilizan este sistema y para el personal que allí labora. Hacemos responsables de esta situación a la actual directiva sindical presidida por Edinson Alvarado y su junta directiva , ya que colocaron en los puestos de gerencias y coordinaciones a familiares y amigos incompetente que son los causantes del grado de deterioro en la cual se encuentra la empresa en estos momentos y que se pueden observar al entrar al sistema consiguiendo las dispensadoras de boleto fuera de servicio, los torniquetes liberados, las escaleras mecánicas dañadas, los aires acondicionados dañado, las estaciones sucias, los trenes con fallas a diario, el deterioro de la vía férrea y los equipos de seguridad asociados a ella. Aunado a que los beneficios contractuales como son el HCM , el uniforme, el servicio médico, los comedores, el centro de entrenamiento han desmejorado notablemente , así como también la falta de material de oficina… Y, lo no menos importante, la caída de los sueldos, cosa que ha traído como consecuencia la renuncia masiva del personal que ya ronda el 40% de empleados en lo que va de año..."
Lamentablemente, el que fuera el Metro modelo de América Latina se encuentra en total y absoluto estado de abandono, mientras que sus trabajadores se quejan por condiciones laborales cada vez más precarias que han propiciado la renuncia de buena parte del personal. Sin embargo es necesario acotar que si el Metro de Caracas hoy funciona aún, es por los trabajadores, que aun con condiciones de trabajo deplorables, hacen moverse a los caraqueños todos los días. Atrás quedaron los tiempos en que el Metro de Caracas cumplía con sus tres premisas: -rapidez, calidad y comodidad.
Ahora pareciera que fueran: lentitud, ineficiencia y maltrato…
El país sin transporte
En medio del caos nacional en el servicio de transporte público, es necesario recordar la llamada "Misión Transporte" creada en el año 2013, bajo la dirección Nicolás Maduro. La "movilidad colectiva incluyente, digna, segura, de calidad y a precios justos", prometida por la mencionada misión, choca de frente con la realidad que se vive en todos los estados de Venezuela, reflejando la corrupción en el sector.
Lo que prevalece en las regiones al interior de Venezuela y en los barrios de más difícil acceso en Caracas es el traslado de la gente en vehículos no aptos para movilizar a grandes cantidades de personas, lo que significa un alto riesgo para quienes se ven obligados a trasladarse en camiones de volteo, las llamadas "perreras" o en cualquier otro transporte improvisado que aparezca. La situación ya ha cobrado víctimas, siendo la más reciente la pérdida de 14 personas en el estado Mérida. "Ver las fotos en los diarios de las personas heridas y fallecidas y con un camión de volteo al lado es la descripción gráfica del caos de transporte que atravesamos en el estado Mérida. Lo que me vino a la memoria fue tanta promesa incumplida, tanto abandono, tanta desidia. Ninguno de los que han prometido: presidente de la república, alcaldías, la gobernación o el ministerio de transporte saben lo que significa caminar obligados por no contar con un servicio de transporte medianamente óptimo, no saben lo que significa esperar tres o cuatro horas para subir a su casa después de estudiar o trabajar o que simplemente no puedas ir a tu casa porque no hay transporte que te lleve", así lo refiere Gabriel Roa, estudiante y habitante de la población El Jaji del estado Mérida.
En Carabobo, las personas se han visto obligadas a trasladarse en camiones de carga con cuerdas y barandas para movilizarse "Es humillante… pero… ¿qué vamos a hacer? … "Muchas veces no puedo acudir al trabajo por este problema del transporte y cuando voy la odisea es regresar a la casa. La verdad es que cuando no tengo efectivo me quedo en casa, pero estoy pensando seriamente renunciar a mi empleo porque cuando cobro tampoco me alcanza para cubrir las necesidades de mi familia", manifiesta Nayderlyn Jiménez, trabajadora de la administración pública.
El presidente de la central única y por puesto del transporte público, José Luis Montoya explicó en el programa Actualidad Laboral, con Noemí Cendon(2), que "la situación del transporte público a nivel nacional es bastante delicada y alarmante, ya que más del 80% de las rutas urbanas, troncales y en el caso de los extra urbanos más del 90% de los vehículos está paralizado por falta de repuestos, partes, autopartes, lubricantes y gasoil"
La mafia del efectivo en los terminales de pasajeros
"Hacer un viaje en Venezuela puede resultar la peor de las experiencias. La falta de unidades en las distintas líneas, la especulación con el cobro de los boletos, la venta de pasajes solo en estricto efectivo y las mafias que operan a la vista de las autoridades en los principales terminales del país son solo los primeros obstáculos con el que se consigue un viajero.
"Viajé Desde Caracas hasta Trujillo en una unidad de transporte urbano. Es decir, no era en un autobús acorde para las horas de viaje. Además los choferes irrespetuosos del usuario e irresponsables al momento de manejar. Duré todo el viaje rezando" declara Marvelia Mijares quien nos contó su odisea para poder viajar al interior del país y para regresar a Caracas.
Evidentemente, el Gobierno de Maduro debe asumir su responsabilidad en la crisis de transporte existente, que es consecuencia del desastre económico que ha hecho que para los transportistas el mantenimiento de las unidades sea casi imposible. Aunado a la pérdida de miles de millones de bolívares en obras y equipamiento de transporte a través de la denominada "Misión Transporte" que lejos de resolver y optimizar el servicio de transporte, ha impedido desarrollar un sistema público como el que se merecen los venezolanos. Mientras, se va consolidando la mafia del pasaje y del efectivo en los terminales de pasajeros. "La Bandera" es el mayor exponente de la mafia del efectivo que se ha creado en medio de la crisis… Todo atenta contra la calidad de vida del venezolano común que vive únicamente de su trabajo: Privado de sus Derechos más elementales de facto: a alimentarse, a la salud y a movilizarse en el territorio nacional.