El ministro, Yoav Gallant, discrepó con el primer ministro Benjamín Netanyahu sobre la conducción de la guerra en Gaza y cuestiones políticas internas.

5 de noviembre de 2024,-El primer ministro Benjamín Netanyahu despidió a su ministro de Defensa, Yoav Gallant, el martes por diferencias sobre el desarrollo de la guerra en Gaza, un paso arriesgado en un momento en que Israel está luchando en dos frentes. La medida provocó protestas en todo el país, incluida una gran reunión cerca de la residencia del primer ministro en Jerusalén, informó Los Tiempos de  Nueva York

Gallant estaba presionando para lograr un acuerdo de alto el fuego en Gaza que aseguraría la liberación de los rehenes retenidos allí, y su despido elimina al principal proponente en el gobierno israelí de tal acuerdo. Gallant y Netanyahu también se enfrentaron por cuestiones políticas internas, en particular el reclutamiento de israelíes ultraortodoxos.

Grandes multitudes se opusieron al despido de Gallant, bloquearon el tráfico y encendieron hogueras en una carretera importante de Tel Aviv.

Gallant, de 65 años, había sido visto cada vez más como un oponente interno del primer ministro, y ha sido una voz más moderada dentro del gobierno en cuestiones de seguridad. Netanyahu, quien anunció la decisión en una declaración en video, dijo que surgieron “lagunas significativas en el manejo de la guerra” entre él y Gallant.

Gallant dijo que Netanyahu lo despidió por tres desacuerdos principales: el reclutamiento de judíos ultraortodoxos, un acuerdo para liberar a rehenes y su llamado a una comisión estatal de investigación sobre las fallas de seguridad que rodearon el ataque que Hamás dirigió contra Israel el 1 de octubre. 7, 2023.

"Mi postura firme es que toda persona en edad militar debe ser alistada", dijo Gallant en una declaración transmitida en vivo por televisión. “Deben servir en las Fuerzas de Defensa de Israel y defender el Estado de Israel. Esto ya no es sólo una cuestión social. Es una cuestión primordial para nuestra seguridad y existencia”.

Los legisladores ultraortodoxos que brindan un apoyo fundamental a la coalición de Netanyahu se han opuesto a medidas radicales para reclutar a sus electores, incluso cuando aumentan las bajas israelíes en Gaza y el Líbano. Si Gallant hubiera logrado hacer avanzar su posición, podría haber puesto en riesgo la coalición de Netanyahu.

Al concluir sus comentarios, Gallant saludó a las fuerzas israelíes, a los soldados caídos, a los rehenes y a sus familias.

La decisión del primer ministro llega en un momento extraordinario para Israel. Su ejército está luchando contra Hamás en Gaza y Hezbolá en el Líbano, dos grupos respaldados por Irán, y preparándose para un posible ataque iraní en un ciclo de ataques de represalia. También está realizando redadas para tratar de erradicar a los militantes palestinos en la Cisjordania ocupada por Israel.

El aliado más cercano de Israel, Estados Unidos, está votando en una elección presidencial que podría tener implicaciones importantes para el enfoque estadounidense de la guerra en Medio Oriente. Gallant mantuvo un estrecho contacto con altos funcionarios estadounidenses, quienes a menudo optaban por comunicarse con él en lugar de con Netanyahu, una dinámica que frustró al primer ministro israelí. El lunes, Antony J. Blinken, el secretario de Estado, llamó a Gallant para discutir la situación en Gaza y el Líbano.

El Consejo de Seguridad Nacional de la Casa Blanca evitó criticar directamente a Netanyahu por el despido. Dijo que Gallant “ha sido un socio importante en todos los asuntos relacionados con la defensa de Israel” y se comprometió a “trabajar en colaboración” con el próximo ministro de defensa israelí.

Netanyahu nombró a Israel Katz, el ministro de Asuntos Exteriores con escasa experiencia en seguridad, como nuevo ministro de Defensa. Es poco probable que Katz, un aliado del primer ministro, se interponga en el camino de Netanyahu hacia las conversaciones de alto el fuego, que según los críticos han socavado la posibilidad de un acuerdo. También se espera que se alinee con el primer ministro a la hora de decidir cuánto tiempo luchar en el Líbano y cómo responder a las amenazas de Irán.