Fort Lauderdale, 06 Jun. ABN (Edgard Ramírez-Ramírez).- La propuesta
impulsada por la administración de George W. Bus con relación a un
"monitoreo" de las democracias no ha sido vista con buenos ojos por los
países latinoamericanos presentes en la XXXV asamblea de la OEA y se
vislumbra una negativa contundente por parte de la mayoría de los países
miembros, según informa en su versión digital el periódico El Herald de
Miami, el más influyente del estado Florida. Los periodistas del diario
reportaron que tuvieron acceso la noche del lunes al borrador de la
Declaración de Florida, en el que no aparece recogida, en ninguna de sus
formas, la propuesta de Estados Unidos.
Recuerda El Herald que la idea que pretende incluir Estados Unidos en la
resolución es la creación de un supuesto mecanismo de "supervisión
democrática" que incluye la integración de la llamada "sociedad civil" en
esa supervisión. Dichas agrupaciones mantendrían informados al
Secretario General de la OEA de las violaciones en que estuvieran
incurriendo losgobiernos.
Mientras que el secretario general de la OEA, José Miguel Insulza, asegura
que el espíritu de esa idea es que el organismo se adelante a las crisis
y preverlas "de algún modo", lo que para el canciller venezolano, Alí
Rodríguez Araque significa una injerencia en asuntos internos de los
países y entra en contradicción frontal con la propia carta de la OEA.
Agregó Araque que son los propios pueblos quienes están llamados a
establecer los mecanismos correctivos cuando sea necesario hacerlo y que
la OEA o cualquier organismo internacional sólo puede acudir ante una
solicitud emanada por el Estado interesado en recibir la ayuda.
A pesar de que la delegación venezolana ha sido la más reacia ante esta
propuesta por considerarla una intromisión y una medida disimulada de
intentar actuar en contra del presidente Hugo Chávez, otras voces como la
del canciller brasileño Celso Amorim se han sumado. "Más que intervención o
supervisión debemos hablar de cooperación", dijo Amorim, quien ya
anteriormente se había referido a este comité de monitoreo como un "mini
Consejo de Seguridad".
De igual forma para el canciller de México, Luis Ernesto Derbez, la idea
catapultada por la delegación norteamericana "es complicada de entender"
y considera, en primer lugar, que la carta de la OEA ya tiene incluidos todos
esos mecanismos, y segundo, la Carta Democrática Interamericana es lo
suficientemente flexible para enfrentar un quebrantamiento democrático.
Para atenuar la resistencia que Venezuela encabezó, y Brasil y Colombia
secundaron, nueve países del continente aglutinados por Chile han
presentado una alternativa.
Mientras que el proyecto de la administración Bus pretende la inclusión
inmediata de la "sociedad civil" en el "monitoreo democrático", la
propuesta chilena sugiere que sea el secretario general quien presente un informe
que explique la manera en que se ha aplicado la Carta Democrática
Interamericana desde su entrada en vigencia en el año 2001 y proponga formas de
cooperación regional para asegurar una efectiva y equilibrada aplicación de la Carta
Democrática.
Esta propuesta no sugiere una fecha para que el el secretario general de
la OEA, José Miguel Insulza, entregue el informe.
El embajador estadounidense John Maisto, restó importancia a la polémica
y sostuvo que están en un proceso normal de discusiones.
En cuanto a la propuesta chilena aseguró que "se complementa" con la
presentada por la delegación norteamericana.
Según el principal diario de Miami, ni a los observadores ni a los
diplomáticos estadounidenses los sorprenderá la negativa de la propuesta
de monitoreo "a juzgar por la tibia recepción que el presidente Bush tuvo
en el plenario" el lunes.