La Habana- La muerte del cantante Ibrahim Ferrer, una de las figuras más rutilantes del famoso elenco de leyendas del proyecto Buena Vista Social Club, supone una sensible pérdida para la música tradicional cubana.
Ferrer, nacido en 1927 en la ciudad oriental de Santiago de Cuba, falleció a media tarde del pasado sábado en un hospital de La Habana, donde fue ingresado a causa de una repentina dolencia gastrointestinal.
El artista había regresado esta semana de Europa, donde estuvo promocionando su último disco, "Mi sueño. A bolero songbook", una colección de boleros añejos con los que Ferrer se distanció del tradicional son cubano que ha marcado su labor.
Con este nuevo álbum, el cantante confesó en Barcelona hace sólo unos días que "hizo realidad un viejo sueño".
Ferrer tuvo una larga carrera artística de más de 60 años.
Hasta ahora se desconocen las causas de la muerte del artista de 78 años, pero sí se confirmó que no será velado hasta la llegada de su hijo, que en la actualidad vive en España.
Ibrahim Ferrer nació en 1927 en Santiago de Cuba. Tuvo una larga carrera artística de más de 60 años. Sin embargo, su consagración mundial llegó de la mano del disco "Buena Vista Social Club", producido por Ry Cooder.
Ferrer tuvo una vida muy difícil. A los 12 años quedó huérfano de padre y madre y tuvo que trabajar para sobrevivir. La música fue, desde los 14 años, su fuente de ingreso y llegó a cantar en las más importantes orquestas cubanas.
A finales de los años 80 se retiró de la vida artística sin que nadie supiera por qué y se dedicó durante casi 20 años a limpiar zapatos hasta que sus amigos lo convencieron en 1997 de grabar con la agrupación Afro Cuban All Star.
Ferrer se consagró como músico con el disco "Buena Vista Social Club".
Pero fue con el álbum "Buena Vista Social Club" que logró ser reconocido en los cinco continentes junto a sus contemporáneos Omara Portuondo, Compay Segundo, Eliades Ochoa, Barbarito Torres y Guajiro Mirabal.
Ibrahim Ferrer fue esencialmente un sonero pero durante los últimos anos había incursionado en otros ritmos.
En su último disco "Mi sueño, a bolero songbook", interpretó boleros como "Perfidia" o "Quiéreme mucho".
Con la muerte de Ferrer, la música cubana pierde a uno de sus más puros intérpretes, uno de los artistas que a pesar de su avanzada edad supo rescatar los ritmos tradicionales y recorrer con ellos el mundo.
