I.
La Revolución Bolivariana trazó una ruta para alcanzarla mayor suma de felicidad posible, proclamada por Simón Bolívar.
Pero hoy, la corrupción, ese terrible mal provocado por el gen del capitalismo que castra la dignidad del ser humano y empobrece los pueblos, amenaza con sacar a Venezuela de la trayectoria deseada.
El Presidente Maduro ha sido: a) crudo al decir “La corrupción se va a tragar a la Patria si no nos ponemos al frente de una poderosa lucha contra los corruptos, contra los métodos de corrupción esté donde esté.“; b)demoledor con los corruptos, y c) amplio, llamando al pueblo a la vanguardia.
Si está en peligro la Patria, la guerra es a muerte. Hay que fusilar la corrupción donde quiera que se encuentre: en las mentes, en las instituciones del Estado, Consejos Comunales, partidos políticos y gremios (sindicales, profesionales y empresariales).
Y el Comandante Eterno, Hugo Chávez nos dejó las armas políticas para fusilar la corrupción. Una de ellas, la Ley Orgánica de la Contraloría Social (LOCS).
II.
La corrupción es una “institución” de mil caras, protegida con procedimientos (avalados con ISO 9000) y enraizada por la cultura clientelar (“bajarse de la mula” o “¿cuanto hay pa' eso?”).
Para fusilar la corrupción tenemos que reconocerla hasta debajo de las piedras, especialmente en las instituciones del Estado: indolencia; secreto de Estado, matraca; burocratismo; verticalismo; autoritarismo; improvisación de funcionarios, demagogía y nuevos ricos.
Para afinar las técnicas de reconocimiento, recomendamos “Herramientas para la participación” de Haiman El Troudi, Marta Harnecker y Luis Bonilla-Molina.
III.
La Limpieza en las Instituciones del Estado no puede ser una caceria de brujas, “pases de facturas” entre grupos o “ajuste de cuentas” entre funcionarios. Tiene que ser una acción orientada por la LOCS.
Gente del sector público y del privado se asocian para delinquir en las industrias y otras instituciones del Estado, pero no se escapan porque la LOCS permite actuar en todas partes con formacion liberadora:
Art. 2 . “La contraloría social, sobre la base del principio constitucional de la corresponsabilidad, es una función compartida entre las instancias del Poder Público y los ciudadanos, ciudadanas y las organizaciones del Poder Popular, para garantizar que la inversión pública se realice de manera transparente y eficiente en beneficio de los intereses de la sociedad, y que las actividades del sector privado no afecten los intereses colectivos o sociales.”
Art 3. “El propósito fundamental del control social es la prevención y corrección de comportamientos, actitudes y acciones que sean contrarios a los intereses sociales y a la ética en el desempeño de las funciones públicas, así como en las actividades de producción, distribución, intercambio, comercialización y suministro de bienes y servicios necesarios para la población, realizadas por el sector público o el sector privado. ”
Art 12 . (Facilidades de desempeño). “Los supervisores inmediatos de la administración pública o empleadores del sector privado, deben garantizar y facilitar a los trabajadores y trabajadoras el ejercicio del control social en su ámbito laboral, sin que se vea afectada la eficacia del funcionamiento de la institución o empresa. ”
Art 18 . “Los Ministerios del Poder Popular con competencia en materia de educación y educación universitaria diseñarán e incluirán en los programas de estudio, de todos los niveles y modalidades del sistema educativo venezolano, la formación basada en la doctrina de nuestro Libertador Simón Bolívar y valores y principios socialistas relativos al control social. ”
IV.
Hay que asumir Teatros de Operación Anti-corrupcion, iniciando por Guayana con:
Consejo Superior Anticorrupcion propuesto por la Asamblea del Plan Guayana Socialista.
Diplomado de Contraloria Social Laboral en la Universidad Bolivariana de Trabajadores “Jesús Rivero” para las empresas estratégicas.
Promoción de la LOCS por parte de los 400 contralores y contraloras sociales del Plan Guayana Socialista.
Parlamento Comunal Contra la Corrupcion.