Derechos “humanos” para, Simonovis, Vivas y Forero, estos criminales, son los tres angelitos protegidos por la justicia venezolana violando la Constitución Bolivariana. Es urgente y obligatorio, desmontar el sistema judicial venezolano, burgués, cuarto republicano, con mucho tinte puntofijista. Si no se hace una purga general, (limpieza) de arriba abajo, en todas las instituciones dedicadas a impartir la Justicia en el país, nunca tendremos Justicia, justa y honrada, para proteger al pueblo de las agresiones de la burguesía. El pueblo pobre no tiene quien lo defienda; la justicia mira siempre para otro lado.
Todavía la justicia en nuestro país está dedicada a defender los intereses de los poderosos, de los Grandes Cacaos, el que no tiene real se jode, va preso, y se pudre en las cárceles. Y también es víctima de un modelo político burgués, oprobioso, excluyente e injusto, impactado en Venezuela por el capitalismo y élites codiciosas que nos quieren vender poco a poco, y nos quieren sumir en la exclusión y la miseria.
Cuando la Justicia no preside la armonía entre las clases, el patriotismo de los privilegiados ofende el sentimiento de las víctimas. El culto como abstracción ajena a la realidad social fue siempre característico de tiranuelos que inmolaron al pueblo y deshonraron la Patria. Los que lo oprimen, los que lo engañan, los que lo explotan; para cubrir su bastardía moral, son sus enemigos. Enemigos, también, los que sirven y adulan a los poderosos y a los déspotas: histriones o lacayos, cómplices o arrastrados.
La perfección social se traduce en aumento de justicia entre la sociedad. Esa creencia ha embellecido las inquietudes que en todo tiempo agitaron los núcleos más morales de la humanidad, y es de augurar que cada generación las renueve con creciente fervor en el porvenir. El mayor obstáculo al progreso del pueblo es la fosilización de las leyes; si la realidad social varía, es necesario que ellas experimenten variaciones correlativas. La Justicia no es inmanente ni absoluta; está en el devenir incesante; en función de la moralidad social.
Todo privilegio a favor de una casta, partido, sexo, fracción o grupo, cohesionado en oposición a los demás, es residuo de barbarie violatoria de la Justicia. Con tales sujetos nada progresa ni se remueve, sino con los que estudian, quieren y hacen; son los que tienen el hábito de la iniciativa libre: ellos crean para los demás vida y cultura y riqueza, en vez de envilecerse en el parasitismo social.
Siempre ha existido, a no dudarlo, una conciencia moral del pueblo, que da su sanción. Tarda a veces, cuando lo regatean los contemporáneos; pero llega siempre, y acrecentada por la perspectiva del tiempo, cuando la discierne la posteridad.
¡Gringos Go Home! ¡Libertad para los antiterroristas cubanos Héroes de la Humanidad!
¡Chávez Vive, la Lucha Sigue!
¡Patria Socialista o Muerte!
¡Venceremos!