El progreso de un país es como un tren en marcha. Los vagones deben ser confortables, apegados a las normas más exigentes y los rieles de óptima tecnología. Los que manejan y dirigen el tren deben tener la más alta calificación en sus entrenamientos para garantizar el mejor funcionamiento de todo el equipo. Nosotros hemos soñado con un país socialista con la llegada del presidente Chávez al poder. El comandante nos hablaba de aproximarnos a una transición al socialismo con los esfuerzos que hizo en sus años de liderazgo. No estamos cerca de esa transición pero no perdemos las esperanzas aunque en verdad cada día se aleja más esa posibilidad. El problema de Venezuela somos los venezolanos y para justificar la situación les achacamos todos los males al gobierno y al presidente. Claro que estos últimos tienen las más altas responsabilidades pero en todas las dependencias oficiales hay seres humanos que vivimos aquí y que somos corresponsables de todo lo que pasa. El CENCOEX (antes CADIVI) está infestado de corruptos, lo mismo que en los Puertos marítimos, en la frontera, en aeropuertos, en el poder judicial, en la empresa privada que conspira para derrocar por vía de facto a un gobierno electo en la arena del voto, en los mercados populares y etc. ¿Quiénes son esas personas? Venezolanos y algunos extranjeros nacionalizados. Pero hay una estructura fundamental para el desarrollo del país compuesta por educadores, médicos y policías, o sea, la educación para la formación de ciudadanos profesionales con las mejores herramientas del saber, los galenos que cuidan de nuestra salud y los que vigilan para que haya seguridad en las calles y pueblos. Sin una buena educación, una prestación de salud deficiente y un ambiente de intranquilidad en ciudades y áreas rurales, estamos condenados al fracaso. Todos (as) anhelamos ser capacitados en nuestras vocaciones y vivir en paz y armonía con nuestros compatriotas y con el ambiente. Desde hace décadas los profesionales de la educación, de la salud y la actividad policial han sido muy mal pagados, con sueldos de hambre y exigiéndoles el mayor esfuerzo. Muchos se han mantenido en esas funciones por su amor al trabajo que ejecutan pero hoy día la cuesta está cada vez más difícil de superar. Los precios están sin control, el inútil @sundde_ve es cómplice de usureros que venden a precios escandalosos y con unas pírricas actuaciones y mucha verborrea por parte de su presidente quieren tapar el sol con un dedo. Pregunto a los responsables del área: ¿Cómo un docente, un médico(a) o policía puede comprar los alimentos para su familia con salarios mínimos o muy poco por encima de ese mínimo? ¿Cómo hace para comprar un aire acondicionado que en la vuelta de un año pasó de 3.000 bs a 40.000 bs? ¿Cómo esos profesionales pueden acceder a un juego de cuarto, a una nevera, a un electrodoméstico cualquiera? Y lo que es más trágico, ¿Cómo pueden comprar una casa o apartamento con esos sueldos de hambre? ¿Un carro? ¡Tendrán que pujar mucho! Un ciudadano, se inscribe en la respectiva academia de policía porque tiene vocación de servicio, salvo excepciones de malandros sin antecedentes que se cuelan. Conversaba con un oficial de una policía regional con catorce años de servicio y tiene un sueldo de 14.000 bs. Eso no es posible. ¿Arriesgar la vida ganando unos 7.000 bs al comienzo de la carrera? Y con los médicos ocurre lo mismo. Hay educadores que llevan muchos años de servicio y no llegan a ganar más de 8.000 bs, por ejemplo. En esas condiciones el tren de la patria rodará por trochas y veredas pero nunca por autopistas adecuadas. Yo no soy médico ni educador ni policía pero veo de cerca lo que esos compatriotas sufren para sobrevivir. El gobierno no tiene control de los precios de alimentos y otros rubros (excepto los regulados) y esa responsabilidad es exclusiva del tren ejecutivo. Nosotros hacemos denuncias a diario pero en los hechos todo sigue igual. Hay que racionalizar los recursos que nos llegan por el petróleo y otras exportaciones, no podemos seguir dilapidando dinero en asuntos no prioritarios. Pregunto: ¿Las casas que se entregan en la GMVV las están pagando debidamente? Lo dudo. ¿Cuánto dinero podríamos recuperar de allí? Mucho. ¿Se está haciendo? ¿Y los millones que se entregan a los conspicuos Consejos Comunales (casi todos ladrones) son supervisados? Lo dudo. Hay muchas dudas que el gobierno debe despejar. Hay que saber direccionar los recursos económicos para que los profesionales antes mencionados ganen un sueldo digno y hagan su trabajo con el mayor amor posible. ¿Y qué dicen los ministros respectivos? Promesas, mesas de negociaciones infinitas y contratos colectivos que se renuevan cada milenio. O rectificamos o nos hundimos. Aún hay tiempo. Estamos cansados de discursos. Queremos hechos concretos y contundentes. ¡Chávez debe vivir!