Tienden cerco sombrío en Valencia:

La indiferencia policial, el bachaqueo mafioso y los apagones de Corpoelec

Sobrellevar la vida cotidiana con armonía y sosiego en la ciudad de Valencia, Carabobo se hace cada día más difícil. A las ya frecuentes colas, donde hacen presencia, no solamente los cuerpos humanos, unos atrás de otros dejando al descubierto la urgencia de su necesidad vital de ingerir alimentos, sino que se unen otros factores dañinos, posturas asociadas a maniobras de efectos psicológicos inducidas por intereses del imperio y sus lacayos nacionales, trajinadas desde la época del mártir presidente Allende, a través del manual del Perfecto Golpe de Estado, “elaborado por un equipo de sociólogos y psicólogos sociales en Estado Unidos a petición de sus organismos de inteligencia”, con el objeto de liquidar, con la confluencia de la protesta pública, de grupos, en su mayoría de clase media y, la articulación de impulsos de sectores desguarnecidos de una férrea conciencia social, tal que le brinden corpulencia social y abran espacios para que la fuerza armada se revele contra los intereses de su propia nación, contra los logros forjados en el esfuerzo de hombres y mujeres que, por primera vez, gracias al ideal bolivariano y marxista de estos últimos diecisiete años, a la luz del empeño de Hugo Chávez, enarbolen en Venezuela, como política de estado, el ideal socialista; a esas largas y extenuantes filas de gentes se asocia todo un entorno de mafias, conformados por individuos sin un mínimo de escrúpulo, que protegidos por los “cuidadores” de las colas, los “paterrolistas agentes de la policía estadal, municipal y desubicados miembros de la guardia nacional, completamente desarticulados del pensamientos histórico bolivariano, que solo se acercan al desorden de las colas para entrar y salir con las manos repletas de las comidas que centenares esperan desde la madrugada en las aceras oscuras y, que los uniformados pueden adquirir por la viveza de estos bachaqueros y sus compinches socios de la corrupción

Casos típicos habituales en este sentido lo observamos a diario por los alrededores del mercado Libre de la parroquia Candelaria de Valencia, en un supermercado de dueños asiáticos que colocan a un fulano que “organiza” la cola, pero deja pasar de primero a sus amigotes bachaqueros, o les manda productos como la harina o el arroz con alguno de sus allegados, insulta vulgarmente a quien se atreve a criticarle esta actitud, de esta manera, tanto este personajillo como los dueños del mercado, dejan pasar sin chistar a los vestidos de verde para que salgan airosos con su carga de producto, con la mirada alcahueta de los policías “custodias”.

A este sombrío panorama, hay que agregarle al estado desmejorado de la capital de Carabobo, el problema de los apagones casi a diario, por ejemplo este lunes. en el mismo sector de Candelaria Casco Norte, al parecer hubo un problema con un transformador, se interrumpió desde primeras horas de la mañana la energía eléctrica. Los técnicos de CORPOELEC retiraron el aparato dañado, y solo en horas de bien entrada la tarde se hicieron presentes estos sujetos de la empresa CORPOELEC. En mi condición de usuaria de este servicio eléctrico, vecina del sector y periodista, quise indagar con uno de los de la cuadrilla por qué tanta demora para el arreglo del desperfecto, pero la respuesta del hombre fue insultante, tanto para el presidente maduro como para mi persona, puesto que el miembro de CORPOELEC se limitó a decirme que le preguntara a Maduro por qué no hay camiones y no compran los repuestos, sin menoscabar maltratos hacia mi persona en voz alta en el entorno de los que curioseaban por el sitio. A esta situación referente al trato de algunos de los trabajadores de CORPOELEC, hay que agregar el estado de oscuridad que reina en casi toda la extensión del casco histórico de Valencia y sus zonas adyacentes como la Candelaria, donde hacen vida estudiantes de la Misión Sucre Nocturno en la Aldea República del Perú, quienes al igual que los vecinos que regresan de sus labores en horas nocturnas, corren a diario, el riesgo de ser vulnerados en su integridad física y en sus artículos de uso personal por el hampa desatada.

Como un apéndice hacemos referencia a la tardanza en la distribución del gas domiciliario y a la falta de seriedad de las personas que dan respuestas a las solicitudes en las oficinas respectivas del Gas Comunal, quienes, como para “salir del paso” dicen una fecha de recepción del pedido y los demandantes se quedan esperando…

A todas luces se hace necesario que tanto la Gobernación de Carabobo, como los entes civiles y Militares (diputados al Consejo Legislativo, concejales, directiva del PSUV y del Polo Patriótico, Directiva de la Guardia Nacional), al fin tomen cartas en el asunto, en cuanto a revisar y ajustar las medidas pertinentes, en el sentido de solidarizarse con las necesidades más emergentes y vitales para la generalidad del pueblo valenciano.


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Iris Esperanza Guerrero

Licenciada en Comunicación Social. Coordinadora General del periódico Quinta Parroquia.

 igquintaalternativa124@gmail.com

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