En diversas comunidades valencianas nos estamos viendo afectados –de cierto tiempo para acá- de la no repartición oportuna del gas comunal o doméstico a los distintos hogares de la región.
Esta situación de no contar a tiempo con el fluido necesario para procesar nuestros alimentos, hervir el agua o simplemente recalentar las comidas, lleva ya cierto tiempo y ha sido denunciado desde distintas zonas como Los Arales, Parroquia Candelaria, los que viven en Ciudad Chávez al sur de Valencia, tenían que salir de su sector y regresar cagando la bombona que les pesa más de 10 kilos. Por otra parte, al no conseguir pan en las panaderías tenemos que molestar al vecino más cercano que le quede algo de gas para compartir su cocina, lo que por demás, ocasiona molestias inesperadas a nuestros residentes cercanos.
Pero lo sorpresivo en este fenómeno de escasez gasífero, es que, independientemente de que estas calamidades se observan cada día más acentuadas por la falta inoportuna del gas domiciliario en gran parte de nuestra población carabobeña, no obstante observamos, con el mayor descaro, que hay personas que mantienen ciertos negocios, a los cuales no les falta el gas, es más les llega con mucha más regularidad del que normalmente debería llegarle a cualquier vecino. No es difícil pensar que esta benevolencia de parte de algunos repartidores del gas debe corresponderse con cierta contraprestación o propina contumaz que engrose sus bolsillos.
Nuestro país posee 197 mil 89 millones de pies cúbicos, de gas, Venezuela es el sexto país con más reservas de gas del mundo, pero cae la producción estruendosamente y casi automáticamente se generan negocios paralelos, el bachaqueo gasífero y los mercados negros, con sobreprecios a todo dar. El presidente Chávez prometió el gas directo para cubrir las necesidades de un porcentaje bastante importante de la población, el pretendía que aproximadamente 3.2 millones de hogares contaran con gas directo, hay cifras que echan por tierra las promesas de Chávez. Solo seis urbanismos en Carabobo fueron beneficiados con el plan de instalación de gas directo: José Antonio Sucre, Barrio Monumental, Francisco de Miranda, La Isabelica (una parte), Ciudad Plaza y Ciudad Chávez. Esas comunidades, en la parroquia Rafael Urdaneta de Valencia, concentran menos de 10% de la población del estado. "El plan de gas directo a las comunidades está paralizado por falta de recursos", dicen, y nosotros, el pueblo, sufre las consecuencias, alerta presidente ante estos detalles que conforman la telaraña que recubre el brillo de su intención auténticamente revolucionaria.
