Sabemos que en la actualidad Venezuela atraviesa uno de los peores momentos en su historia, una época donde todo cuesta conseguirlo, la trampa y la falta de respuesta a un pueblo está a la orden del día, entre otros tantos temas desagradables.
Lamentablemente a todo venezolano y venezolana, se nos hace más fácil criticar a la cabeza del Estado, a los empresarios, a la oposición, a otros gobiernos del mundo, que pensar en soluciones para aportar, incluso uno mismo cuando hace colas para comprar productos de la cesta básica caemos en la falta de empeño para mejorar y subsanar esta mala situación.
Sin embargo no digo que todos seamos culpables de esta situación, muchos dirán que no administra los bienes del país, no maneja el tema de la seguridad, no se encarga de dirigir instituciones del país, etc, etc, etc y tienen razón.
Sí bien es cierto todo esto, pero también es cierto que muchos compatriotas suelen criticar por ejemplo si tal diputado tiene un reloj carísimo, si otro anda en una Hummer, que otros abren negocios con dinero del país, ahora en verdad ¿criticamos la supuesta corrupción que sabemos que existe o en el fondo envidiamos que algunas personas han alcanzado el éxito y tapan sus frustraciones personales criticando?
Una cosa que me da pena ajena es ver compatriotas en páginas noticiosas de otros países criticar a Venezuela diciendo que es un país de mierd…, que la gente no sirve, destacando más lo malo que lo bueno, hasta colegas míos caen en eso en informar más cuántos muertos aparecen en la morgue de Bello Monte que la cantidad de nacidos en la Maternidad Concepción Palacios, cuántos carros se roban en una semana a cuántos kilos de maíz se recogieron en la cosecha.
No digo que no informemos sobre las malas noticias, al final son noticias, pero tampoco puede ser que algunos medios de 10 informaciones nueve sean malas, habiendo tantas cosas buenas para destacar, prefiero leer que Miguel Cabrera ganó un título de bateo en las Grandes Ligas a que un malandro violó y mató a personas para robarlas, si lo vemos así como nos sentimos cuando vemos ambas cosas, seguro nos emocionamos y nos sentimos bien cuando vemos a Cabrera y nos molestamos profundamente cuando vemos al malandro.
Si comenzamos a pensar en verdad que tenemos el país que realmente merecemos, pensando en soluciones como aportar a mejorar el transporte público que tenemos, escribir más sobre salidas económicas, incentivando al ahorro y menos consumos de licores y de cigarrillos, menos apuestas en parley, que al final es dinero fácil y nadie progresa jugando loterías, caballos y dependiendo de los resultados de juegos deportivos.
En verdad si deseamos que la televisión venezolana transmita más deportes, artes, programas positivos, de historias, geografía, de crecimiento personal, en vez de pasar programas amarillistas, necrofílicos, pornográficos, novelas que son más los gritos con diálogos aburridos y situaciones que son imposibles que sucedan en la vida real, nadie me venga a decir que una película de comedia bien hecha da menos raiting que otra de malandros, que curiosamente dan más importancia en la Villa del Cine.
Si en verdad enseñáramos a la juventud a amar más a la patria que nuestros próceres lograron independizar hace más de 200 años, pese a sus altas y sus bajas todos aportaron al país, unos más que otros, seguro cambiaremos al país por comenzar a no arrojar la basura sino en los lugares donde debe hacerse, por corregir desde pequeños a nuestros hijos, por exigirles más en las escuelas y no dejar en manos de los maestros las responsabilidades de los padres.
Sí dejamos la prepotencia y el orgullo que en nada genera prosperidad personal y mucho menos colectiva y pensamos más en ser exitosos como personas y pensar que todos podemos hacerlo mejor, no mejora el país automáticamente, no cooperaremos en hacer ver que robar, matar, bachaquear, entre otros actos de mala fe al final perjudica es a quien lo hace, un asesino no duerme tranquilo una vez que haya matado, pero quien vive pensando en la inseguridad es a quien más roban, quien vive pensando que conseguirá todo lo que se propone y trabaja por eso lo consigue.
Pensemos más en un país seguro y mejorará la seguridad, pensemos en un país próspero y tendremos una economía envidiable, sabemos que no todo se piensa si no hay acciones pero por algo hay que comenzar, China y Japón no son potencia por solo trabajar en función de eso, también la manera de pensar de la mayoría de sus habitantes ha ayudado y mucho en el crecimiento de esas naciones.
Es casual que la mayoría de los países que fueron desbastados por la segunda Guerra Mundial hoy en día sean potencias, que sucedió, trabajaron pensaron en crecer como naciones, se recuperaron y en las siguientes décadas se levantaron y son lo que son.
Cuando un atleta sale a la pista piensa en ganar, y hace todo el esfuerzo hasta lograr colgarse la medalla, cuando salimos a trabajar pensamos en tener un gran día en nuestros empleos, porque no pensar desde ahora que tenemos el mejor país del mundo, pese a que actualmente sabemos que hay problemas de toda índole pero reitero por algo hay que comenzar, quejémonos menos y hagamos mas propuestas para mejorar y en unas décadas seremos mejores que ahora.
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