La verdad que hay veces que uno se pregunta si en el Gobierno Nacional es que hay un libro de mala praxis económica que hay que seguir, o es que en verdad con el apuro de la improvisación, nadie se poner a pensar las consecuencias de ciertas acciones.
Me refiero específicamente al cambio de moneda que se ofrece en Cúcuta/San Antonio a través de las casas de cambio.
Si alguien quiere ver en acción la dinámica de estas transacciones, solo basta con sacar una simple cuenta. Imagínese que usted cuenta con 1 millón de bolívares, y a través de Italcambio a usted le ofrecen 4 millones de pesos colombianos. Luego, estando en Colombia a usted le entregan sus 4 millones de pesos que es equivalente a 1.362,82 dólares estadounidenses. Si se pone a pensar que hay gente en Venezuela dispuesta a comprarle esos 1.362,82 dólares a un cambio mucho mayor del oficial, entonces usted se ha hecho poseedor de Bs. 4.769.870,00 a partir de Bs. 1.000.000,00 producto de la especulación pura. Los límites diarios de $300 y $200, lo único que va a frenar son cambios en grandes cantidades por un individuo pero nunca a una mafia organizada con sus legiones de bachaqueros.
Quiero hacer un llamado a las autoridades a la reflexión. Yo soy una persona interesada en que mi país mejore, y realmente no me importa si están mandado unos u otros, pero dénse cuenta que nos están arruinando con esa política. Los discursos políticos, ni 100.000 policías y leyes van a evitar que la gente siga cambiando el dólar en el mercado negro. Este problema tiene una solución y es de una vez ya ponerse los pantalones y ofrecer un sólo tipo de cambio que cualquier mortal pueda acceder en el sistema de banca nacional.
Nuestro país depende de productos y servicios extranjeros para su buen funcionamiento, desde partes automotores hasta la adquisición de casi cualquier tipo de equipo electrónico.
Por favor, todos somos venezolanos. Dejémos la política a un lado en el tema cambiario y detengamos esta locura. Si la persona que me lee no está en capacidad de toma de decisiones en la materia, comunique estas ideas en su entorno, discuta y razone hasta que finalmente se vuelva vox populi el exigir que las cosas funcionen correctamente. De esta forma estaríamos corrigiendo una parte del problema, la gasolina es el otro problema histórico en la frontera y se corrige igualmente con la eliminación del subsidio, pero eso ya es otro problema para otro día.
Para los proponentes del "si liberamos el dólar nos tumban", lo único que les puedo decir es que es mucho más probable que el malestar social que genera el mantener la moneda represada, y sus inevitables consecuencias, termine generando esos cambios indeseados. Independientemente de la necesidad de un partido en mantenerse en el poder, piensen y actúen con responsabilidad. El Gobierno Nacional debe gobernar en favor de los intereses de la nación en su conjunto y así construir el país que soñó Chávez y Bolívar. Nuestros próceres tuvieron que arriesgar muchísimo más para lograr sus objetivos. No dejemos que el miedo al cambio venza a la razón.