Pareciera que estamos esperando una fecha para empezar a comportarnos como socialistas. La política es sobre todo pedagogía y como las matemáticas, donde la teoría es importante, pero es la práctica la que hace la diferencia, existe una amplia gama de venezolanas y venezolanos a los cuales les venimos planteando la necesidad del socialismo como repuesta a las políticas neoliberales y excluyentes que caracterizaron al régimen de la burguesía liberal que nos gobernó desde el año 1.830 hasta el año 1.999. La discusión no se trata de si las misiones son socialistas, si el banco del pueblo es socialista o tal plan del gobierno revolucionario tiene connotaciones socialistas, en mi humilde opinión el planteamiento debe darse para empezar en un cambio de nuestro comportamiento, en nuestro interior. A ese punto he llegado por dos eventos en los cuales fui participante activo y pasivo. A raíz de los festejos navideños fui invitado a unos palos en un sitio de mi ciudad, al estar en el sitio me doy cuenta que los carros estacionados frente al local eran los carros nuestros y se podían distinguir Grand Cherokee, Explorer XLT, Tucson, Tuareg y en el interior del local nosotros felices departiendo animosamente, este evento trajo a mi memoria otro que pasó por debajo de la mesa, pero soy de la creencia que todo lo que hace el Presidente Chávez no son hechos originados en la casuística, sino son gestos pensados, meditados y buscando orientarnos, me refiero al 3 de diciembre cuando nuestro presidente asiste al centro de votación manejando un volswagen, que nos trató de decir el Presidente con ese gesto? En nuestro país un carro mas allá de un elemento de transporte, es un elemento de estatus, de reflejo del poder y clara indicación de lo exitoso o no del dueño, ningún gerente de las empresas básicas del estado, ningún presidente de los 25 consejos legislativos del país, ningún presidente de alguna institución descentralizada se moviliza en un vehiculo familiar sencillo (no se que carro utilizará el camarada Carlos Lanz Rodríguez), por que asume que quien lo vea en ese tipo de vehiculo sencillo lo catalogará de pendejo y que el poder como lo dicen los catálogos de Gerencia exitosa del capitalismo se debe demostrar, unos meses atrás pasé frente al despacho de la Vicepresidencia y en ese momento se encontraba de visita el gobernador del estado Cojedes, la flota de camionetas último modelo arrancaba en Carmelitas y finalizaba por los predios de Santa Capilla por donde está el comando de la camarada Lina Ron, esta conducta no es atribución exclusiva del gobernador Yánez, todos caemos de algún modo u otro en este tipo de comportamiento, por que es una herencia de los 168 años que duró la IV República, creo que ya es hora de empezar a actuar como socialistas en el día a día, hacer una practica de humildad, hacer el esfuerzo y establecer las diferencias, que el pueblo llano nos distinga por nuestras acciones, por nuestra conducta, de aquel que no predica la ideología socialista, pero que sepa diferenciarnos por nuestros actos, mas allá del planteamiento teórico, así como el pueblo distingue entre un cristiano y un católico por sus actos, por su comportamiento, así debe ser con nosotros los que estamos haciendo el planteamiento del socialismo como camino para una patria libre, justa y soberana, debemos ser los mas humildes, los mas solidarios con el prójimo, los primeros en compartir, los primeros para dar y los últimos para recibir, debemos marcar las diferencias, olvidándonos de los resabios de la viveza criolla. El socialismo no tiene fecha de inicio, es un proceso, pero es un proceso que debe iniciarse dentro de cada uno de nosotros, si no logramos ese cambio cualitativo que Guevara llamaba el hombre nuevo en algún momento pasaremos a ser enemigos de lo que pregonábamos, eso le pasó a Teodoro Petkoft, el pregonó el socialismo como alternativa para el país, pero se dio cuenta que el cambio no había operado en él y que era mas cómodo seguir con el estilo de vida capitalista, con las ganancias del periódico para el, con las soluciones particulares a las cosas y con la superficialidad como regla, cuando converge en este planteamiento se da cuenta que es sabroso ser capitalista y se convierte en uno de los apóstoles de esta teoría, que al igual que la teoría del socialismo mas allá de la política es un modo de vida. Lo de Teodoro no es que de joven fue socialista y de viejo neoliberal, lo de Teodoro fue que se dio cuenta que la transformación interior en el nunca se había dado y asumió su rol.