Gasfalca, el Estado Comunal y los cilindros de Cecocoro

La empresa estatal Gasfalca vino a reemplazar la distribución y comercialización de PDVSA Gas Comunal, quien era la encargada del despacho del Gas Licuado del Petróleo (GLP) conocido como Gas doméstico en el Estado Falcón. Ya en sus últimos días, PDVSA Gas Comunal presentaba una grave crisis en el despacho de tal servicio y las comunidades se vieron profundamente afectadas que tuvieron que recurrir a manifestaciones de calle de manera intensa. No es fácil para un ciudadano retroceder y entender que hay que volver a cocinar a leña; el "buen vivir" es una cuestión de "vivir bien" de manera progresiva, no regresiva, algunos le van llamando hasta "calidad de vida"; y a veces se le pide sacrifico al pueblo teniendo soluciones menos traumáticas.

Gasfalca en un inicio mostró una especie de encantamiento duendeliano en ser una solución para un problema que estaba agudizado, pero tal solución fue ejecutada con un sabor estatista por nuestros burócratas dejando sin duda alguna a un lado aquella participación de los pueblos organizados la formación de un nuevo modelo económico socialista; quedando así, plenamente divorciado del sueño y proyecto que aspiraba el Comandante HUGO CHÁVEZ en crear el Estado Comunal para que sea el Pueblo quien tome el control de los medios de producción básicos evitando el llamado "Capitalismo de Estado" y lograr parir el Socialismo. Y ese era el temor del gigante CHÄVEZ. Ese "Estado Comunal" que anhelaba el Comandante eterno sabía que nunca iba ser concebido desde Miraflores ni muchos menos desde los gobiernos regionales ni municipales; puesto que el Socialismo no se decreta sino que se construye desde las bases y masas populares como si fuese un parto histórico como tampoco se establece con sólo colocarle a una empresa el mote de "socialista".

No es cuestión de haber evitado la creación de Gasfalca, lo cuestionable es que se haya creado sin haber amasado en su construcción la participación del Pueblo organizado dentro de tal empresa estatal. Las cosas apresuradas pueden ser un error, pero ahí está el Estado revolucionario en ir dando orientaciones al Pueblo para que se vayan organizando mediante la practica popular generado por el perfeccionamiento gradual; como cuando una Madre le va enseñado a su Hijo dar sus primero pasos y; en los accionistas de Gasfalca aún no hay tales pasos de las comunas. Lo alarmante es que ésta conducta se viene reproduciendo en otras organizaciones y en otros estados. Es posible que el compañero Diosdado en su visita a la hermana República Socialista de Vietnam comenzó a darse cuenta del viraje que han tomado alguno burócratas en querer ir rescatando el "Capitalismo de Estado" y en algunos casos en sociedad con la pequeña burguesía.

Hoy en día el problema del Gas disminuyó en el Estado Falcón; y si se toma este resultado para darle un concepto simplista de lo que se hizo, algún reformista dirá "Que chévere es Gasfalca". Pero detrás de ello se esconde el inicio del desaceleramiento del Estado Comunal, fomentándose el mismo criterio de los medios de producción burgués; a medida que existan más empresas estatales éstas fácil y cómodamente pueden negociar discrecionalmente (producción, materia prima, tecnología, patentes, repuestos, etc.) a espalda del pueblo con las empresas privadas; incluso llegan en algunos casos hasta ser reemplazadas por estas últimas. Para hacer revolución socialista el pueblo debe participar en los asuntos públicos y tener tal participación en la formación, ejecución y control de la gestión pública, porque es éste el medio necesario para lograr el protagonismo que garantiza su completo desarrollo. Si no es así, entonces el artículo 62 de CRBV sería la primera letra muerta del Socialismo.

La empresa estatal Gasfalca fue concebida bajo los mismos parámetros ideológicos de una empresa privada; es decir, aunque la total participación accionaria la tiene el Estado su objetivo es lograr confinar su inversión capitalista en lo local. Por ejemplo: Gasfalca vende el gas a sus clientes a X precios, logra ganancias y las reinvierte para el mantenimiento y la expansión de sus infraestructuras, en este manejo financiero va quedando lo económico localizado en manos de factores privados; así funciona la lógica del capitalismo. Un porcentaje va dirigido a la parte de la llamada responsabilidad social (quizás para embellecer una plaza o generar el asistencialismo a un caso puntual) pero no se desarrolla lo universal puesto que queda confinado a la misma empresa y sus socios-aliados; en pocas palabras, se confina en lo local. Si la empresa tuviera la participación de la comuna de X lugar ese confinamiento comienza a desaparecer porque se expande a lo universal; puesto que ésta misma comuna tiene un tejido celular con varios núcleos llamados consejos comunales y estos últimos se interrelacionan con otros generando un tejido social donde la inversión va directa a las necesidades reales del pueblo quienes conocen las causas profundas de sus males y las soluciones radicales; como lo tenía claro el Comandante CHÄVEZ. Quizás Gasfalca cuando fue concebida se hizo con la mayor y mejor intención, pero a veces se piensa que se es revolucionario sin saber que las acciones que se ejecutan están a favor de la contrarrevolución.

No se pretende con esto pensar que debe desaparecer las empresas estatales o privadas; esa no es la intención, pero hay empresas básicas que deben estar bajo el control total o mixto del pueblo organizado por lo estratégico de su naturaleza. Un ejemplo de ello es Gasfalca, sobre una situación que está ocurriendo. En coro existían tres empresas que distribuían y comercializaban Gas: "Vengas", Gas Manaure" y "Cecocoro"; actualmente están operativas "Gasfalca" y "Cecocoro"; una estatal y la otra privada (aun cuando es una cooperativa). Cecocoro es una empresa que también presta otros servicios, pero la dificultad que tiene en la comercialización del gas a domicilio es muy caótico y deficiente incluso hasta en sus mismas instalaciones. Cuando Gasfalca comenzó a ir a las comunidades se encontró que muchas personas tenían cilindros de la empresa Cecocoro, pero igualmente las recibía y las recargaba. Ya esto hoy está desapareciendo.

Al parecer Cecocoro llegó a un acuerdo con Gasfalca para que no realizara ésta conducta, seguramente porque se veía afectada la empresa privada debido a que le estarían recargando sus cilindros y ese dinero no iba a las arcas de la cooperativa. Sin duda alguna, en una circunstancia normal eso sería competencia desleal por parte de Gasfalca pero resulta que no están dadas las condiciones para que se piense que hacerlo sería una competencia aventajada; a ver: primero, Cecocoro no tiene la capacidad logística para llegar a las comunidades puesto que carece de flota vehicular como sí lo tiene Gasfalca. Segundo, la cooperativa tiene sus despachos principales en el sector llamado vía Butare (zona industrial) y en La Vela, ambos en el municipio Colina; lo que le hace costoso a los clientes el traslado al sitio, llegando a costar 10 o más veces el flete que la misma recarga de gas. Tercero, como la cantidad de su flota vehicular es muy pequeña esto le dificulta ir nuevamente al llenadero de manera oportuna lo que le convierte tener en su inventario una cantidad insuficiente de cilindros para ir a sus instalaciones y poder adquirirlo de manera segura. En la mayoría de los casos las personas se dirigen hasta la empresa y corren con el gran riesgo de encontrase un "No hay" y se llega hasta perder el flete o también sale extrañamente de algún lugar alguien y dice que tiene un "amigo" que las vende pero a precio exorbitante.

En este caso el denominador común puede pensar que Gasfalca está protegiendo los intereses de una empresa privada, pero seguramente el compañero Víctor Clark desconoce tal situación, puesto que al no recibir los cilindros de Cecocoro no fue una decisión o planteamiento subido a los oídos del gobernador; ya que tal mandato se tuvo que entretejer a nivel de la gerencia de la misma Gasfalca por cuestiones de dárselas de sabelotodo sin que se diera cuenta los burócratas el daño terrible que le estarían haciendo a una parte de la comunidad que se quedan viendo lejos cuando Gasfalca les dice "los cilindros de Cecocoro no lo vamos a llenar, cómprenselo a Cecocoro" (así piensa la lógica del capitalismo localizado cuando me refiero arriba). Para que Gasfalca tomara la decisión de no aceptar los cilindros de la cooperativa en las jornadas comunitarias debió primero exigirle a la empresa privada que garantizara el servicio a las comunidades de manera oportuna y a domicilio como Gasfalca lo viene haciendo y; si ésta no podía por cualquier razón entonces Gasfalca asumiría la recarga hasta que la cooperativa pueda.

Gasfalca debe atender a este problema inmediatamente que él mismo ha generado al no recibir cilindros Cecocoro en las jornadas comunitarias para beneficiar a una empresa privada basándose en la "competencia desleal" o cualquier pretexto que le haga justificar. No hacerlo reafirmaría el sentido contrarrevolucionario de su gerencia por estar desfasado con las causas de los males que están aquejando una parte de la comunidad en la dificultad de recargar los cilindros de una empresa que de manera deficiente le cuesta llegar hasta las comunidades para entregar los cilindros a domicilio. Mientras les demos la espalda a las comunas o la veamos sólo como un discurso difícilmente se levantará un sistema unificado nacional donde los medios de producción estén bajo el control mixto del pueblo organizado y el sueño de llegar a un Estado Comunal se convertiría en una simple quimera; esto "gracias" a gente como la que está al frente de las empresas confinadas a lo local.



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Carlos Gutiérrez


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