Con el nombre Mano de Hierro arrancó la depuración gubernamental contra la corrupción. Hemos visto cómo fueron capturados y procesados funcionarios civiles como militares incursos en tráfico de drogas como de gasolina.
Los implicados en tamaño delitos miembros del PSUV mientras otros son militares, esto no es nuevo ya tenemos años que se denuncia actos de corrupción que son oídos o ignorados, esto en especial dentro de las filas castrenses.
Si a la verdad se le pasara un escaner moral a cada una de las dependencias del Gobierno como al sector militar nos llevaríamos sorpresas, una corrupción galopante en años.
Felicito la respuesta inmediata de la dirigencia del PSUV en expulsar a los implicados y que los mismos sean procesados por nuestras leyes, pero no hay que conformarse, debe irse más a fondo, escanear a los cuadros altos y medios del Chavismo donde las manzanas podridas son muchas.
Cuánto uno no escucha de propiedades importantes y lujosas de Alcaldes, Gobernadores y Militares en las narices del Gobierno y dirigencia política.
La gente a veces hablan por hablar, pero otros insisten de que conocen de Apartamentos y grandes casas de fulano y tusano, de dirigentes que cuando llegaron a la revolución no tenían nada y ahora sí, y uno se pregunta: ¿De dónde sacaron real para adquirir dichas propiedades?.
No quiera decir que nadie tiene derecho de mejorar su vida, ¿pero a costilla del pueblo?. Si le le pidiera a funcionarios civiles y militares cuentas claras de propiedades y dinero antes y después de llegar al Gobierno y a las instituciones del Estado ¿Pasarían la prueba de la honestidad y la integridad?.
Ser funcionarios público u ostentar cargos partidistas se ha convertido en medios fáciles de enriquecimiento dudoso, no es de ahora ha sido una constante desde siempre.
Hay personas que dicen: Tal fulano es muy tonto, pasó por un cargo público y no aprovechó, se mantuvo con un salario de miseria mientras los demás robaban; esos son los honestos, pero otros no llámese jueces, legisladores, mandatarios etc .
No es fácil el panorama, es un problema la corrupción de nunca acabar, pero dependerá de la integridad y espiritualidad de cada quien en los niveles que les toque trabajar para la nación.
Para mayor ejemplo están muchos voceros y representantes de la oposición que desde el 2015 se desataron en una de vandalismo sin limites que hoy ya no disimulan el saquear al país.
Es importante un cambio, sí, pero de conciencia en cada uno que ocupe un cargo público y pretenda servir al Pueblo y no servirse de él.