24-11-17.-A la escasez de efectivo y la lentitud de puntos de venta, se suman las denuncias por problemas para ingresar a las aplicaciones y portales web de las instituciones financieras
El "no hay línea" de antaño, paso a ser un problema menor. Las filas en las inmediaciones de las instituciones financieras, comienzan horas antes de que estas abran. La gente madruga para poder obtener efectivo, porque lo necesita, y, además, porque los puntos de venta ya no son tan eficientes. Comprar una producto en una panadería puede llevar hasta 40 minutos, cuando "el punto está lento".
Algunos esperan acostumbrados a que en un establecimiento los cajeros ya no tienen problema en pasar una tarjeta hasta 10 veces. Este sí que se convirtió en el "pan nuestro de cada día".
En la cola de un establecimiento de donas en Caracas, al menos 30 personas hacían fila, mientras desde la caja advertían que los puntos no servían y que la espera sería larga. Nadie manifestó molestia. El promedio de espera desde la llegada a la cola, hasta tener en la mano el producto, era de aproximadamente 40 minutos.
Pocos ya invierten energía en quejarse en las filas. El tema en agenda es el "alto costo de la vida". Hacer cola en Venezuela, entonces, se convirtió en una rutina, en algo natural, cotidiano, venezolano.
La opción de la transferencia sigue ganando adeptos, antes inclusive de la implementación del Sistema de Pago Móvil.
A las afueras de un colegio privado de Caracas, el heladero accedió a aceptar por transferencias cuando las ventas de los productos bajaron. "No tengo efectivo", repetían los representantes cuando los niños pedían "un heladito". Desde entonces, al menos 80% de las ventas, las hace por esa vía, contó a Contrapunto.
Sin embargo, transferir en los últimos días pasó a ser un dilema. El mensaje con la clave que el banco envía por mensaje de texto, puede llegar una hora después, o nunca. En ambos casos, da lo mismo. Hacer una transferencia en la madrugada es imposible y los portales digitales de los bancos pueden pasar hasta 24 horas fuera de servicio, como le ocurrió recientemente al Banco Provincial.
