Louis-Michel Aury, nace en París, Francia, en 1788 y muere en la Isla de San Andrés, Colombia, en agosto de 1821, fue un marino que sirvió a varios movimientos independentistas americanos durante las Guerras de Independencia Hispanoamericana. Sirvió como corsario en el Mar Caribe a los gobiernos de Venezuela, Nueva Granada, Méjico, Gran Colombia, Chile y las Provincias Unidas del Río de la Plata. Entre sus acciones más recordadas se encuentra la toma de la Isla de Amelia, en la costa norte de La Florida, relevando al general Gregor MacGregor, conjuntamente con Lino de Clemente, Agustín Codazzi, Pedro Gual y otros patriotas venezolanos. Luego de tomar control de la isla declaran la independencia de La Florida y la proclamaron como República, pero fueron expulsados pocos meses después por una expedición hispano-estadounidense. Aury propuso en la reunión de patriotas exiliados en la Isla de Haití, la creación de una junta encargada de todos los pormenores de la expedición, ya que en sus planes de cooperación con la expedición, bajo la forma de una fuerza auxiliar y enarbolando el pabellón mejicano, él quería formar parte de esa junta, pero esa propuesta fue rechazada por el Libertador y también el Presidente Alejandro Petión; ya Bolívar se había entrevistado con el Presidente de Haití y había logrado obtener de éste su voto de confianza para llevar acabo la expedición libertadora hacia Venezuela. De aquella reunión surgen dos situaciones, la primera es que se declara al Libertador como Comandante en Jefe de la Expedición hacia Venezuela, y la segunda, es el surgimiento de la enemistad entre Bolívar y Aury, Aury acompañado por Francisco Bermúdez siempre se declararon en contra de aceptar la jefatura del Libertador por considerarlo no era el comandante más indicado, y se pronunciaban por una jefatura múltiple en la que por supuesto ellos tendrían participación como líderes.
La condición de Aury como corsario, tal vez lo llevara a pensar de manera más mercantil y se declarara a favor de la lucha bajo bandera de Méjico o del Río de la Plata; esto en razón de obtener mayores ganancias de las que podría obtener de Venezuela. De hecho, una vez que zarpa la expedición de los Cayos, Aury leva anclas hacia Méjico; invasión que fracasa en su intento por liberar aquel territorio. La figura de Louís Aury se empaña, si se puede decir de esa manera a pesar de tratarse de un corsario, por lo sucedido en los Cayos de San Luís, tanto por su desacuerdo con el Libertador, como lo que ocurrió posterior al nombramiento de Brion como Comandante de las Fuerzas Navales de la expedición. El nombramiento de Brion como Comandante General de las Fuerzas Navales no le gustó a Aury, él se creía con más derechos por los auxilios que le había prestado a la Nueva Granada en Cartagena, y por haber salvado la mayor parte de los emigrados que salieron de aquella plaza. Aury se separó de la expedición y trató de ausentarse llevándose consigo algunos buques que no le pertenecían, pero informado de todo lo que ocurrió el General Marion, Gobernador de los Cayos, lo evitó. Por todo lo aquí expuesto, se puede explicar el comportamiento poco honorable de los corsarios y su falta de disciplina militar que siempre ha sido una constante en lo que respecta al modo de ser de los corsarios y mercenarios, tales causas y otras más le traerían contrariedades de todo tipo a Aury y por supuesto al Libertador, en la relación que mantuvieron ambos y las mismas marcarían sus desavenencias en el futuro.
Aury se quedó en Los Cayos gozando de la protección de las autoridades haitianas y desde allí colaboró con todos los patriotas que se sentían atraídos por la causa de la independencia. En este sentido, Aury estableció un triángulo de cooperación revolucionaria entre Nueva Orleáns, Los Cayos y Méjico. Posteriormente acompañó a la pequeña tropa de Francisco Javier Mina, guerrillero español en el transcurso de la Guerra de la Independencia Española, 1808-1814, desatada como consecuencia de la invasión napoleónica, destacó en los dos asedios franceses de Zaragoza y unido a su tío, el General Francisco Espoz y Mina, formó una guerrilla y luchó sin cesar contra los franceses en Navarra, Aragón y La Rioja, hasta caer prisionero en el asedio de Labiano en invasión de las costas de Méjico en mayo de 1816. Luego abrió un apostadero naval en Galveston, isla del territorio mejicano bajo ocupación de piratas y corsarios, situada a unos 70 Kms. de la actual ciudad estadounidense de Houston. En 1817 se une a Aury otro protagonista de nuestra independencia, el joven italiano Agustín Codazzi, su ingreso a las filas patriotas fue al cumplir veinticuatro años de edad, con escasos recursos que logra reunir viene a los Estados Unidos y en la ciudad de Baltimore empieza a oír de la causa hispano americana y de los ofrecimientos que allí se hacían a los veteranos de las guerras de Europa para que vinieran a prestar servicio en la América hispana, Era una especie de filibustero, que con una pequeña escuadrilla de naves, hacia el corso contra las posesiones españolas de la costa de Méjico y de las Antillas.