La poesia como ejercicio de la dignidad
Pertenece el poeta venezolano Gustavo Pereira (Punta de Piedras, isla de Margarita, Venezuela, 7 de marzo de 1940) a una generación—si bien vale el término— de autores destinados a ofrendar su vida y su obra a las más nobles causas humanas del continente americano, desde mediados del siglo veinte. Desde este prisma, su poesía increpa y desafía, se hace rebelde y misteriosa; reclama y despierta los estamentos más sensibles del ser; y la vida y el sueño, la familia y el país, el trabajo y la paz, por decir lo menos; la convierten en certeza para conmover y conmoverse ante toda ignominia y vasallaje.
La poesía, ante la barbarie, se rearma y se recupera espiritualmente en la libertad interior, alcanzando así su impronta frente a la imbecilidad y el individualismo, tanto como ante el egoísmo y el vejamen. En la abundante obra de Gustavo Pereira, compuesta por más de cincuenta títulos, aparecidos durante seis décadas en Venezuela y el exterior, el verbo moral trasluce su visión humanista del hacer cultural sobre el dolor en el mundo.
Su posición intelectual es de compromiso, político y racional, ante los afanes belicistas imperiales, la impostura atroz de la contracultura, la dominación económica y financiera; el flagelo de toda huella ancestral primigenia, el cipayaje y la exclusión aberrante mediante la hegemonía científico-industrial, cuando no masivas formas de destrucción y aniquilación humanas, bajo el pretexto de guerra al terrorismo. Esto por decir lo menos.
En su valiosa y reconocida trayectoria intelectual, Gustavo Pereira representa una personalidad fundamental para comprender la idea de país en Venezuela. Su ideal se corresponde con las causas de nuestros libertadores. Por tanto, su canto es insurrecto e irreverente, indomable e incorruptible; puesto que el poeta expresa su propia manera de darse al bien, al amor, a la paz y al ser; tanto en el poema devenido en poesía militante, como en el poema de tipo reflexivo y sentencioso, conocido con el neologismo de somari. Este le permite, igual que su valiosa prosa ensayística, fustigar la incordura y la sinrazón, así como toda forma de injusticia. Su credo adviene en vínculo de la poesía con lo justo y lo trascendente, aunque todo sistema dominante niegue sus alcances.
Desde su óptica, la palabra liberadora de conciencia permite anteponerse al desamparo, y al batallar terrestre que nos acecha y calcina desde la más elemental cotidianidad. De ahí que su poética pergeñe el humor y la ironía, al tiempo que da cuenta del amor, la ternura y la gracia en el lenguaje; a veces desafiando al lector, al oyente, pero inscrito siempre en la causa reivindicativa. Esto le llevó a consagrar en la Constitución Nacional de la República Bolivariana de Venezuela, en 1999, derechos culturales que son esenciales para preservar la identidad patria; y expuso razones y verdades sustanciales para la defensa de los derechos humanos universales, en el Preámbulo de la misma.
Por su alto valor cívico, su trayectoria académica, su experiencia como jurisconsulto, pero por sobre todo, por su alto nombre como poeta e intelectual, Gustavo Pereira representa uno de los autores más trascendente de la historiografía venezolana contemporánea, de cuya trayectoria daremos cuenta a continuación.
LOS PRIMEROS AÑOS
Los poetas como Gustavo Pereira construyen sus mensajes a través de una larga peregrinación dentro de sí mismos. En la hondura de su búsqueda, el poema se les presenta como diálogo, revelación e increpación, en tanto que fuerza moral para ayudar a despertar y contribuir al reclamo, siempre necesario ante la injusticia y la opresión; transitando de menudo los vericuetos de la osadía y el riesgo, para evitar toda imposición ideológica o de otro orden, para contraponer la razón sensible del ser, a todo "zombismo globalizador". Ahí residen las claves de su compromiso ante la historia.
Su padre, don Benito Pereira Perera, de ascendientes italianos, canarios y caraqueños; nació en una hacienda de Petare, y fue criado en Caracas. Fue su ejemplo de rectitud y lucha más alto, pues estuvo dedicado al trabajo sindical reivindicativo de los derechos elementales de sus compañeros en la industria petrolera, de manera incorruptible y solidaria; tanto en el oriente venezolano, como en occidente.
Don Benito quedó huérfano y vivió en casa de sus padrinos-parientes, monseñor Jesús María Pellín y su hermana, en la parroquia Altagracia, a pocas cuadras de la iglesia y de la casa natal de Bello, hoy Casa Nacional de las Letras Andrés Bello, en Caracas. Siendo muy joven se traslada a Puerto la Cruz, se casa con Ofelia Salazar Rodríguez, hija de navegantes margariteños. Se hizo comunista a fines de los años treinta, promoviendo a temprana edad en el joven poeta Gustavo, la lectura crítico-analítica, y una visión de los hechos muy distinta a como la presentaban los manuales escolares de la época.
En 1945 Gustavo Pereira Inicia estudios en la escuela de la Mene Grande Oil Company, situada en el campamento Guaraguao de Puerto La Cruz. Dos años después, en Caracas, recibe como regalo de Salvador de la Plaza, amigo de su padre, Una sortija y un enigma, del escritor soviético M. Ilin, primer libro que recuerda haber leído. El hecho figura entre sus más preciados recuerdos de infancia. Luego, en 1952, su familia se traslada a Maracaibo, y estudia en la Escuela para varones "Hermágoras Chávez". El poeta recuerda que su primer poema lo escribió a los ocho años de edad, al tiempo que su maestra le enseñaba ortografía con Platero y yo. Esto le hizo descubrir la ternura y, paradójicamente, la brutalidad.
Regresa el poeta a Puerto La Cruz en 1953. Culmina sus estudios de primaria en el Grupo Escolar "Antonio José Sotillo", e inicia el bachillerato en el Liceo "Cajigal" de Barcelona, en donde colabora con poemas para murales y publicaciones. Para 1955 publica "Siniestra noche", su primer poema, en el semanario El Oriental, editado en Caracas. Desde entonces cultiva una actitud de vida y creación, basada en los más sólidos principios de igualdad y solidaridad, dignidad y respeto ante sus semejantes, como fuerza moral ante las acritudes y la deshumanización; por cuanto asume la poesía como una manera de vivir, una forma de ser y un modo de pensar. Su posterior obra reflexiva, a la par de su abundante creación lírica, dará cuenta de ello. Por lo tanto, expresa que el poeta es un servidor público. "La poesía es el único arte que no ha podido ser convertido en mercancía. El deber de la poesía es el mismo que el de la inteligencia: iluminar". (1)
En 1956, Gustavo Pereira Publica su primer poemario, con un tiraje de trescientos ejemplares, titulado El rumor de la luz; el cual ha dado en calificar como un folleto con poemas de adolescencia. Este mismo año funda en Puerto la Cruz, junto a otros compañeros, el Ateneo "Cecilio Acosta", en una sala de la casa familiar. Este hecho resulta reseñado en los diarios El Nacional y El Universal así como en la Revista Nacional de Cultura. Al año siguiente, 1957, ingresa al liceo "Andrés Bello" de Caracas, y obtiene el Premio Único en el concurso literario de esa institución. Se le nombra Secretario General de la Juventud Comunista del liceo. Después, en 1958, se gradúa de Bachiller en Filosofía y Letras. Edita, con otros camaradas, la revista Símbolo. Inicia, igualmente, estudios de derecho en la Universidad Central de Venezuela. Comienza sus colaboraciones en El Nacional y otras publicaciones del país y del exterior.
LOS AÑOS SESENTA
En 1961 aparece Los tambores de la aurora, su segunda obra, bajo el sello editorial del grupo "Símbolo", con dibujos de Alirio Palacios. Trabaja como archivero en la Contraloría de la Nación. Integra el Comité de Redacción del Almanaque Literario, dirigido por el escritor español José Manuel Castañón. En 1963 se gradúa de abogado en la Universidad Central de Venezuela, y se va a ejercer a Puerto La Cruz hasta 1968, donde fungirá como defensor de sindicatos y presos políticos. Sobre este ejercicio profesional, señala:
"Opté por una profesión que me permitiera cierta independencia, libertad y tiempo para escribir y me procurara el sustento. Pero aquellos eran años tormentosos, de represión contra los movimientos de izquierda, revueltas estudiantiles y obreras e insurgencia armada. De allanamientos, torturas y desaparecidos. De una democracia incautada y cercenada. Nunca me interesó verdaderamente el derecho, pero me vi obligado a ejercerlo y me sirvió para descubrir claves enmascaradas de la dominación, y también para defender a compañeros y camaradas presos, así como a los sindicatos obreros de los que era asesor". (2)
Obtiene Mención de Honor en el Concurso de Poesía de la Federación de Centros Universitarios de la Universidad Central de Venezuela, y un año después, en 1964, presenta, en coautoría con Rita Valdivia, Luís José Bonilla y Eduardo Lezama el poemario colectivo Bajo la refriega. Funda la revista Trópico Uno, con los poetas José Lira Sosa, Jesús Enrique Barrios y el pintor Carlos Hernández Guerra. Aparece, bajo el sello de Trópico Uno, el poemario Preparativos de viaje, con grabados de Carlos Hernández Guerra. Esta obra pasará a ser un punto de referencia en su posterior trayectoria lírica, por los matices que revelan sus poemas en cuanto a la realidad socio-política de la época; y dada la sincronía manifiesta entre el ideal de lucha del autor y la consecuencia de su postura intelectual desde entonces hasta el cuarto de siglo veintiuno.
En 1965, Alfredo Armas Alfonzo, Director de Cultura de la Universidad de Oriente, lo nombra Delegado en el Núcleo del estado Monagas. Gana el Premio Joven Poesía de las universidades nacionales venezolanas con su obra En plana estación. En 1966, en la colección Letras de Venezuela de la Universidad Central de Venezuela, aparece su poemario En plena estación. Obtiene el primer premio en el Concurso de Poesía de la Universidad del Zulia con su obra Hasta reventar, publicado ese año. Con Alfredo Armas Alfonzo y otros escritores de la región oriental funda la Asociación de Escritores de Anzoátegui.
En 1967 contrae matrimonio con Maureen Pacheco Villarroel, con quien se mantiene unido hasta el presente.
En 1968 obtiene el primer premio en el concurso de poesía de La Universidad del Zulia, con su libro El interior de las sombras, publicado ese año. Nace su hijo Gustavo Alonso. Se desempeña por poco tiempo como juez de municipio en San José de Guanipa, al sur del estado Anzoátegui. Funda y dirige en el diario Antorcha, el suplemento cultural Los domingos en Antorcha. Este mismo año comienza la escritura de los primeros somaris, según su propia confesión. Ingresa como docente en la Universidad de Oriente.
Al caracterizar aquellos años sesenta, y su impacto en su experiencia de vida, el poeta Gustavo Pereira expresa lo siguiente: "Creíamos con Tzara que nuestro compromiso de sujetos-poetas con los otros factores (objetos-sucesos) de la realidad, trascendía la disciplina moral y espiritual para convertirse en compromiso total con la vida y en plena identificación con la poesía. Quiere decir que para nosotros la poesía era una forma de conocimiento, y no simple ejercicio de ociosos ni ingenioso placer de los sentidos ni regodeo de estetas". (3)
LOS AÑOS DEL SOMARI
A partir de 1970, aparece en la obra poética de Gustavo, un compañero de viaje inseparable y caracterizador, que no sólo consolida la recepción del texto poético del autor entre sus lectores, seguidores y estudiosos; sino que le gana el reconocimiento definitivo de los demás poetas e intelectuales del país. Desde esta perspectiva, el somari— como denomina a este instrumento formal, cuya característica principal es la brevedad del poema, la pulcritud de la forma, el humor y la ternura del verso; el estadio reflexivo y meditativo del mensaje en su condensación magistral, casi filosófica y epigramática—; se convierte en el sello de identidad de toda la obra poética posterior de Pereira.
"Se trata de un neologismo –la palabra somari- que vino a mí cuando me vi forzado a nombrar cierto poema corto entre los que en aquel momento escribía. Al comienzo a estos textos los llamaba poemitas, o simplemente poemas breves, pero tal me parecía una suerte de profanación. Así que decidí nombrarlos somaris, y debí escoger esta denominación para diferenciarlos de otros de semejante preceptiva o extensión, puesto que el somari, a diferencia de la tanka o el haikú japoneses, carece de métrica específica, no tiene intencionalidad precisa como el epigrama griego o romano ni estructura cerrada como el soneto itálico o la copla castellana". (4)
El año de 1970 aparece Poesía de qué, en la serie Cuadernos de la Joven Poesía del Ministerio de Educación, compuesto por poemas muy cortos y breves, entre los que se incluyen algunos denominados somaris. Por eso, esta obra es la que se toma como referencia para definir la aparición del mismo, aunque desde antes de esta obra, el poeta Pereira ya escribía y publicada poemas de menor tamaño formal. Igualmente, obtiene el Premio Latinoamericano de Poesía convocado por la revista Imagen con su libro Los cuatro horizontes del cielo.
Su segundo hijo, David Gustavo, nace en 1971. Un año después, en 1972, funda, dirige y organiza el Departamento de Humanidades y Ciencias Sociales de la Universidad de Oriente en Puerto La Cruz. En 1973, gana el premio de poesía "Alarico Gómez" con el poemario Libro de los somaris. Ese poemario angular, Libro de los somaris, se edita en 1974, con diseño de Manuel Espinoza y dibujos de Jorge Pisani. La Universidad de Oriente publica Los cuatro horizontes del cielo. Comienza así una intensa actividad literaria que mantendrá durante toda esta década; e inicia su famosa columna, "Poesía cabeza abajo," en el diario El Nacional. Estos artículos constituyen la base de su posterior libro de notas y ensayos breves, titulado El peor de los oficios.
En 1976, viaja a Cuba, publicando en prensa y revistas de la época sus impresiones. Juan Marinello le escribe una elogiosa carta a propósito del Libro de los somaris; (5) y nace su hija Maureen; quien junto al mayor Gustavo Alonso, y David Gustavo, serán los tres únicos hijos del poeta.
En 1977, viaja a Ámsterdam y a la República Democrática Alemana invitado por la Sociedad de Amistad RDA-América Latina. La revista Puente de Berlín recoge sus apuntes de viaje. Luego viaja a México, en 1978, y a la Unión Soviética. Recorre Armenia y parte de Uzbekistán (Tashkén, Samarkanda), invitado por la Unión de Escritores Soviéticos. Monte Ávila Editores publica el Segundo libro de los somaris. Fundarte también da a conocer la obra Jóvenes poetas de Anzoátegui, Sucre y Nueva Esparta, del cual Pereira realiza la introducción, selección y notas. Es postulado al Congreso Nacional como independiente por el Partido Comunista de Venezuela.
Durante 1979 aparece el volumen de circulación limitada, Poemas de Gustavo Pereira, grabados de Gladys Meneses. Se edita una breve antología de su obra compendiada por Chevige Guayke. Un año después, en 1980, viaja a París a cursar el doctorado en Estudios Hispanoamericanos en la Universidad de París. Recorre España, especialmente Castilla y Andalucía. Fundarte publica en Caracas su antología Sumario de somaris. Esta obra sella, de manera definitiva, la presencia del somari en la poesía venezolana contemporánea.
La estancia europea del poeta Gustavo Pereira le permite un amplio recorrido, fundamentalmente de estudios. Por eso, en 1981 viaja a Londres y Edimburgo; luego a Italia (Génova, Florencia, Pisa, Roma, Nápoles, Pompeya, Ercolano, Verona, Venecia), en un intento por acercarse a las huellas paternas avenidas de esas tierras. Participa en una lectura realizada en La Sorbona, con poetas latinoamericanos. La Universidad de Oriente publica en Cumaná Tiempos oscuros, tiempos de sol, con ilustraciones de Gladys Meneses.
Gustavo Pereira obtiene el doctorado en París en Literatura Hispanoamericana en 1982, bajo la tutoría del famoso investigador argentino Saúl Yurkievich. Regresa a Venezuela, y comienza a trabajar en su obra Historias del paraíso; una profusa investigación devenida de la tesis doctoral, para desentrañar verdades, falsedades y atrocidades del colonialismo en América, específicamente en el Caribe; tarea que le ocupará durante más de veinte años. Funda en la Universidad de Oriente, en Puerto la Cruz, el Centro de Investigaciones Socio-humanísticas, y crea y organiza su biblioteca. Presenta en Barcelona la candidatura presidencial de José Vicente Rangel. El Rectorado de la Universidad de Oriente le encarga decir las palabras centrales en el otorgamiento del Doctorado Honoris Causa al Maestro de América Luis Beltrán Prieto Figueroa.
En 1983, viaja a Ecuador a un ciclo de conferencias, y recitales, junto al poeta panameño Rogelio Sinán, el crítico estadounidense Henry Richards y el novelista ecuatoriano Nelson Estupiñán Bass. Acepta la postulación a Senador por el Partido Comunista de Venezuela. Un año después, crea la Cátedra Libre "Miguel Otero Silva" en la Universidad de Oriente de Anzoátegui, inaugurada por Luis Beltrán Prieto Figueroa. Tiene a su cargo las palabras centrales en la entrega del Doctorado Honoris Causa al escritor Alfredo Armas Alfonzo por la Universidad de Oriente.
Después, en 1987, obtiene el Premio Municipal de Poesía de Caracas; y es invitado de honor al XIII Simposio de Docentes e Investigadores de la Literatura Venezolana. Una obra clave en la poesía, titulada Vivir contra morir, aparece en 1988, editada por Fundarte en Caracas; y a partir de entonces, Pereira es un poeta que se gana todo el respeto y la admiración de los más celebrados intelectuales y académicos del país. Su poesía se lee profusamente, y se estudia y comenta en diversos medios. Elizabeth Nelson traduce poemas de Sumario de somaris para la revista Visiones de los Estados Unidos; y el autor publica un breve texto de notas sobre poesía clásica china titulado La niebla antigua y amarilla.
En 1989, se realiza un Simposio sobre su obra literaria en Puerto La Cruz y El Tigre con motivo de la publicación de Vivir contra morir; organizándose en 1990, en la isla de Margarita, diveros actos en su honor, con motivo de cumplir cincuenta años. El músico Hernán Gamboa musicaliza y graba el poema Si la palabra sirve para algo todavía. La Academia Nacional de la Historia publica, en 1991, El peor de los oficios, obra fundamental para rastrear la formación literaria y filosófica del poeta. Por breve tiempo desempeña la Dirección de Cultura de la gobernación del estado Anzoátegui.
VIENTOS DEL COMPROMISO
La década de los noventa en Venezuela comienza con grandes demandas sociales de tipo reivindicativo, producto de una profunda crisis institucional, en la que las universidades toman parte desde el llamado "Caracazo" de 1989. La sensibilidad del poeta ante estos hechos se pone de manifiesto, y de algún modo su poesía revela la esperanza de lucha abrigada entre los ciudadanos, sin ser panfletaria mi asumir posturas extremas.
Gustavo Pereira mantiene su ritmo de trabajo, y viaja a España, invitado por la Universidad de Córdoba, junto al poeta Salvador Tenreiro, para un ciclo de conferencias. Visita a Galicia. Su libro Escrito de salvaje recibe mención de honor en el Premio Internacional de Poesía "Pérez Bonalde" de la Casa de la Poesía de Caracas; convirtiéndose en una obra de referencia nacional, al incorporar textos relacionados a la cosmogonía indígena venezolana.
En 1992, participa en el ciclo de recitales convocado por la Casa de la Poesía de Caracas, junto a los poetas Juan Sánchez Peláez, Humberto Díaz Casanueva, Cintio Vitier y José Emilio Pacheco. Aparece el poemario La fiesta sigue, en Ediciones del Pen Club. La Universidad de Oriente organiza un encuentro de escritores en su honor en Puerto La Cruz; en el que participan varias generaciones de autores. Se edita, además, su cuaderno Diario de mar, compendio de poemas marinos, ilustrado con fotografías de obras del maestro margariteño Ramón Vásquez Brito. El músico Alberto "Beto" Valderrama Patiño musicaliza sus poemas "A Marita" y "Rondel del olvido inexistente". Se edita, igualmente, el cuadernillo El pensamiento anticolonialista de los libertadores.
Obtiene el Premio Fundarte con su libro Escrito de Salvaje, en 1993; y le es otorgada la Orden Francisco de Miranda en su Primera Clase. El Fondo Editorial del Caribe de Barcelona publica su Antología compartida, con notas críticas de Fidel Flores, Ramón Ordaz, José Canache La Rosa y Salvador Tenreiro. Aparece su obra Escrito de salvaje editada por Fundarte. Un año después, en 1994, aparece Antología poética en Monte Ávila Editores Latinoamericana, con prólogo de Juan Liscano. También en Maracay, sale publicada por La Liebre Libre, Adagio de la desconocida, una muestra de su poesía amorosa.
En 1995, viaja a México a estudiar la cultura maya. Recorre las ciudades mayas de los Estados Quintana Roo, Yucatán, Campeche y Chiapas. La revista Poesía, editada por el Departamento de Literatura de la Dirección de Cultura de la Universidad de Carabobo dedica el Número 107, Volumen XVIII, de manera monográfica, al poeta Gustavo Pereira, con una breve muestra antológica de su obra, ensayos inéditos, reproducción de poemas manuscritos y notas críticas de diversos autores venezolanos. Al año siguiente, 1996, el pintor Pedro Báez realiza la exposición "Mar Arriba", en homenaje a Gustavo Pereira. En 1997, recibe el Premio de Poesía de la Bienal José Antonio Ramos Sucre por su libro Oficio de partir, siendo invitado de Honor al XVI Encuentro Nacional de Docentes e Investigadores de la Lingüística. Tras muchos años de investigación, el Fondo Editorial del Estado Nueva Esparta publica, en tres volúmenes, la primera edición de Historias del paraíso.
Un año después, en 1998, Maritza Jiménez publica Gustavo Pereira: el niño que soñaba con el mar, cuento didáctico para niños editado por la Editorial Ananda, con ilustraciones de Vicente Arreaza (Kaikutsé). La Comisión Regional "Macuro 500 Años" de Cumaná publica Los blancos hijos del cielo, texto de reflexiones extraídas y reescritas de Historias del paraíso. La Universidad de Oriente de Anzoátegui publica el cuadernillo El diario de a bordo de Colón o la primera proclama del colonialismo en el Caribe. Se suceden cambios políticos en Venezuela que habrán de ser importantes para el poeta, y resulta electo Presidente de la República, el militar de carrera Hugo Chávez Frías.
La Fundación José Antonio Ramos Sucre publica Oficio de partir, en 1999. En esta obra aparece una amplia dedicatoria del poeta Pereira a sus afectos más cercanos, con quienes conserva alguna afinidad ideológica. Asume en Caracas la dirección de la Revista Nacional de Cultura. La Universidad de Carabobo publica su antología Cuaderno Terrestre. El Fondo Editorial Predios edita Dama de Niebla, selección de poemas eróticos. Es elegido miembro de la Asamblea Nacional Constituyente. Preside allí la Comisión de Cultura e integra la de Asuntos Indígenas. Redacta y es aprobado, por inmensa mayoría, el Preámbulo de la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela. El poema "Sobre salvajes", que fuera leído por el poeta en la Asamblea Constituyente en respuesta a los adversarios de los derechos de los pueblos indígenas, es reproducido en afiches y publicaciones de América y Europa. A propósito de esto, Luis Alberto Crespo escribirá:
"El poeta de los somaris desdeñó el discurso parlamentario –del que es poco o nada sensible- y leyó este poema (…) Me pregunto cuántas veces en nuestra historia parlamentaria la poesía habrá pedido la palabra para responderle a la canalla de modo tan desusado y con tan airada elegancia. Pero de lo que sí estoy seguro es de que en esa ocasión el idioma aborigen nunca tuvo jamás tan próximo a la palabra fundadora de toda cultura. Aquellos vocablos dichos en pemón y warao para significar el alma del mundo de que estamos hechos reclamaban, al mismo tiempo, una presencia en medio de la diversidad cultural y lingüística del país y mostraba la riqueza imaginativa-poética con que fulgía en medio de la lengua de Castilla (la lengua que por siglos desolara el 80% de las que hablaban nuestros pueblos "precolombinos"), en el poema de rara excelencia que volvió a ser, como desde antiguo, voz primordial y proverbial". (6)
La década del 2000 le permite al poeta Gustavo Pereira desarrollar un amplio trabajo literario, de creación y de pensamiento, consagrándose al estudio de los textos relacionados con el Padre de la Patria Simón Bolívar, a la par de su trabajo con la poesía, en la que mantiene su afinidad con el somari y el discurso de tipo reflexivo-sentencioso, cuando no amoroso y de mucha ternura.
En 2000, viaja a Nueva York para visitar algunos museos de su interés, y al año siguiente la Biblioteca Ayacucho publica Costado indio, textos sobre poesía indígena venezolana, con prólogo de Maritza Jiménez. Le es conferida la Orden Andrés Bello en su Primera Clase; reconociéndole igualmente su legado literario al conferirle el Premio Nacional de Literatura, correspondiente a este año. En 2002, el Fondo Editorial del Caribe publica su antología personal Poesía de bolsillo, y al año siguiente, integra el equipo fundador de la revista A plena voz y de la colección Poesía del mundo del Ministerio de la Cultura. Viaja al Festival Mundial de Poesía de Medellín, Colombia; e igualmente a La Habana.
La Serie Biblioteca Básica Temática del Consejo Nacional de la Cultura, publica en 2004, El legado indígena, con un tiraje de 500.000 ejemplares. Aparece igualmente, el cuaderno Todos los viajes, todos los faroles, que contiene impresiones sobre sus juegos y visiones de infancia. Le son otorgadas las siguientes Órdenes: Guaicaipuro, en Los Teques, estado Miranda; Francisco Esteban Gómez, en la isla de Margarita y José Antonio Anzoátegui, en Barcelona, estado Anzoátegui en su primera clase. Publica el poemario Sentimentario, editado por Monte Ávila Editores Latinoamericana.
Esta misma editorial publica, en 2005, Poesía selecta (edición de 30.000 ejemplares), con prólogo y selección de José Balza. El Consejo Nacional de la Cultura edita Bolívar: escritos anticolonialistas. Viaja a La Habana, a la Feria del Libro, en donde se presenta la segunda edición de su libro El peor de los oficios. Viaja a Santiago de Cuba, a la Feria del Caribe, en donde Lilia Vera estrena la canción Esto que nace es pueblo, escrita para ella por el poeta.
Ese mismo año, la Universidad de Carabobo le confiere la Orden Alejo Zuloaga, su más alta condecoración. En su honor se celebra la Bienal de Artes Plásticas de Puerto la Cruz, en la Galería de Arte Municipal. La Defensoría del Pueblo de la República Bolivariana de Venezuela publica El juramento de Monte Sacro, un acercamiento a los primeros pasos de la motivación libertadora del joven Simón Bolívar, con prólogo de Germán Mundaraín e ilustraciones de Régulo Pérez. Muere su madre, doña Ofelia Fernanda Salazar de Pereira.
En 2006, es invitado al Festival Mundial de Poesía de La Habana. Realiza lecturas de poesía con Juan Manuel Roca y Evgueni Evtushenko. El cineasta Andrés Rodríguez filma el documental sobre Gustavo Pereira, Somari del waikerí. Publica el libro de reflexiones Los seres invisibles. Al año siguiente, 2007, viaja a China como invitado a la Feria del Libro de Beijing. Aparece su libro El joven Bolívar, una aguda visión histórica sobre la mocedad de El Libertador y los cimientos de su ideario independentista. Aparece la tercera edición de Bolívar: escritos anticolonialistas en la Biblioteca Popular para los Consejos Comunales.
Así mismo, Monte Ávila Latinoamericana publica en 2006, su obra Cuentas; libro de notas, apuntes y pequeños ensayos, escrito "en la azarosa contienda entre la duda y la certeza, sin propósito y sin norte". Aparece la segunda edición de Historias del paraíso, editado en la Biblioteca Popular para los Consejos Comunales, serie Visión de América. El Consejo Legislativo del Estado Anzoátegui edita el volumen Somari nuestro de cada día, selección de somaris desde 1970 hasta 2004, realizada por Fidel Flores, con notas críticas de diversos autores venezolanos. La Fundación Editorial El Perro y La Rana, del Ministerio Popular para la Cultura, publica las palabras de Gustavo Pereira Aprender a ser, leídas en Barcelona con motivo de la instalación de las jornadas de formación de los brigadistas de la Misión Cultura. La Casa de Las Américas de Cuba edita, en su colección La Honda, la antología poética Sobre salvajes, selección y prólogo de Norberto Codina.
Viaja a La Habana en 2008, para formar parte del jurado del Premio de Poesía Casa de las Américas. Con el poeta Ramón Palomares inicia una gira de conversaciones y lecturas por varias ciudades del oriente venezolano. El V Festival Mundial de Poesía de Caracas se realiza en su homenaje. En todo el país se celebran actos y recitales en su honor. Se publica en la isla de Margarita Poesía compartida, selección de poemas que forma parte de ese mismo evento. Se realizan las exposiciones-homenaje al poeta, "Con Pereira en la mirada", de los fotógrafos de Margarita, en Porlamar y "·Diario de Mar", en la Casa-Museo Dr. Francisco Antonio Rísquez de Juangriego. Poetas venezolanos hacen una lectura en su honor en la Feria del Libro de Caracas. Con el poeta Luis Alberto Crespo viaja a Italia, invitado por el Instituto Italo-Latinoamericano de Cultura de Roma, para un ciclo de conversaciones y lecturas. Breves estadías en Orviato y Florencia.
La Universidad Experimental de Yaracuy le confiere el Doctorado Honoris Causa en 2009. Su Rector, Freddy Castillo Castellanos, lee su texto Gustavo Pereira o la dignidad intelectual. Presenta en la Galería de Arte Nacional al poeta maya guatemalteco Humberto Ak’abal. Con motivo del Día de la Resistencia Indígena es invitado por el Parlamento a decir las palabras alusivas en el Panteón Nacional. La Fundación Casa Nacional de Las Letras Andrés Bello edita en Caracas la Antología 5to Festival Mundial de Poesía Homenaje a Gustavo Pereira, con poetas de África, Asia, Europa, Oceanía y América asistentes al festival. Aparece la segunda edición de Los cuatro horizontes del cielo y otros poemas editado por el Gobierno Bolivariano de Anzoátegui.
En 2010, la Alcaldía de Caracas le confiere su más alta distinción, la Orden Juan Francisco de León. Es nombrado vocero de los trabajadores culturales ante el Consejo Federal de Gobierno. Participa en el recital de clausura del VII Festival Mundial de Poesía de Caracas. Viaja a Medellín, invitado al XX Festival Mundial de Poesía. Fundarte publica la segunda edición de su libro Escrito de salvaje. Aparece, en las ediciones de la Presidencia de la República, la cuarta edición de Bolívar: escritos anticolonialistas.
Fondo Editorial Fundarte de la Alcaldía de Caracas publica en 2010 Derechos culturales y revolución, exposición de motivos realizada por el poeta ante el Consejo Federal de Gobierno. Se publica en Inglaterra (Smokestack Books) su antología poética The arrival of the orchestra, selección y traducción de John Green, Miguel Boncza y Eduardo Embry. Obtiene el poeta Pereira en el III Premio Internacional de Poesía Víctor Valera Mora, y se realiza en su tierra natal, la isla de Margarita, la Primera Bienal de Literatura Gustavo Pereira, en su homenaje. Se edita en Caracas, el libro Poesía y prosa, en la Colección Biblioteca Ayacucho Nº 248, con prólogo de José Balza, y cronología y bibliografía de José Pérez. Este último material, parece enriquecido y actualizado en el presente texto. De ahí el título de este artículo.
En 2011 asiste a la XVI Feria Internacional del Libro de Lima, Perú, y realiza un recorrido de estudios en Machu-Pichu. Aparecen sus libros 90 poemas escogidos, Los cuatro horizontes del cielo y otros poemas, segunda edición, y la versión en árabe de Simón Bolívar, escritos anticolonialistas, editada en Abu Dhabi. Publica Siete ensayos para poetas, a través del Fondo Editorial del Caribe de Barcelona, Anzoátegui. Al año siguiente, 2012, viaja a Argentina. Aparece en Alemania su antología Somaris, en edición bilingüe. Aparece la tercera edición del libro El peor de los oficios. Se le designa como poeta homenajeado de la Novena Feria Internacional del Libro de Venezuela 2013. Se realiza en la isla de Margarita, la Segunda Bienal de Literatura Gustavo Pereira, en su homenaje. Aparecen editados en Caracas por la Fundación Editorial El Perro y la Rana, los libros La poesía es un caballo luminoso, de ensayo; y el poemario Declaración de amor con tormentas. Aparece, en digital, Bolívar, escritos anticolonialistas, editado en el portal www.minci.gob.ve, del Ministerio del Poder Popular para la Comunicación y la Información y Ediciones Correo del Orinoco.
En 2014, La Fundación Editorial el Perro y la Rana publica, en digital, los tres tomos de Historias del Paraíso, revisada y corregida por el autor; considerándola como la edición definitiva de esa profusa investigación. Sin embargo, en 2022, Monte Ávila Editores Latinoamericana editó la obra en solo volumen de 920 páginas. Por otra parte, en 2014 se realiza en la isla de Margarita, la Tercera Bienal de Literatura Gustavo Pereira, en su homenaje. Un año después, en 2015, el Fondo Editorial Fundarte de Caracas, edita Bolívar en Jamaica. La Carta y otros desvelos. Así mismo, sus amigos organizan la celebración de su 75 aniversario en su lar natal, donde participa de recitales y conversatorios, junto a los poetas Ramón Palomares y Enrique Hernández D´Jesús. Recibe la Orden Ángel Félix Gómez de Juangriego, y honores por parte de la alcaldía del municipio Tubores del estado Nueva Esparta, donde nació el 7 de marzo de 1940. El mandolinista margariteño Alberto "Beto" Valderrama Patiño estrena el "Vals de Gustavo", cuya letra compuso el poeta y amigo personal José Pérez.
En 2016, aparece en Mérida, Venezuela, la recopilación de somaris titulada Zoomaris, editado por la Fundación para el Desarrollo Cultural del Estado Mérida, Fundecem, con presentación de Pausides Reyes y prólogo de Gonzalo Fragui. El Ministerio del Poder Popular para la Cultura edita Gustavo Pereira para niños y niñas, a través de la Fundación Imprenta de la Cultura, con selección y presentación de Laura Antillano. La Fundación Editorial el Perro y la Rana publica, en digital, Poeta de pueblo y mar, con presentación de Luis Lacave. Al año siguiente, 2017, El Perro y la Rana presenta, en digital, la Antología sin somaris, valiosa compilación, con notas de pie de página, realizada por el poeta e ensayista José Pérez; recogiendo así todos los poemas largos o no somaris, del autor.
Durante 2018, aparece el libro de notas reflexivas Nueva lectura del Discurso de Angostura, editado por la Fundación Editorial El Perro y la Rana. Así mismo, se edita la segunda edición de Nueva lectura del Discurso de Angostura, en el catálogo de la Fundación Editorial El Perro y la Rana. La tercera edición de Discurso de Angostura igualmente aparece bajo el sello de la Fundación Editorial El Perro y la Rana y el Centro Nacional del Libro. El poeta Enrique Hernández D´Jesús publica Gustavo Pereira fiel a la palabra, bajo el sello de la Fundación Editorial El Perro y la Rana, que incluye fotografías intervenidas con poemas manuscritos y entrevista del poeta Gustavo Pereira. Este viaja a Vietman.
En 2019, se publica En ejercicio del amor (90 somaris y otros textos eróticos), editado en San Cristóbal por Ediciones Acirema. Se realiza en la isla de Margarita, la Cuarta Bienal de Literatura Gustavo Pereira, en su homenaje. En 2020, Gustavo Pereira cumple 80 años de vida. Por tal motivo, el Presidente de la República Nicolás Maduro le confiere la Orden Francisco de Miranda en Primera Clase, a través del Ministro del Poder Popular para la Cultura, Ernesto Villegas; en acto íntimo celebrado en su casa, situada en Lecherías, estado Anzoátegui. El poeta José Pérez publica una carta afectiva, del agrado del poeta, titulada "Los 80 años del poeta Gustavo Pereira", en el portal aporrea.org.
En 2022 aparece el poemario Razón perdida, editado por Acirema. Así mismo, Fundarte publica El libro de los antiproverbos, y aparece en Alemania una compilación de sus poemas indígenas, bajo el título Cantares y Sobre salvajes, en una edición trilingüe, en versión al alemán a cargo de Juana y Tobías Burghardt, bajo el sello de Edición Delta, en Stuttgart. La editorial Monte Ávila Editores Latinoamericana publica el profuso volumen de 600 páginas, titulado Somaris, que recoge toda la producción de este novedoso instrumento lírico de Pereira, con breves notas del autor, de Fidel Flores y de Tobías Burghardt.
En 2023, el poeta Gustavo Pereira recibe en La Habana, Cuba, el Premio de Poesía José Lezama Lima otorgado por la Casa de Las América, por su libro de notas y ensayos breves sobre la lírica y la reflexión filosófica, Diario de las revelaciones, editado en Caracas bajo el sello Acirema, en 2020. En la Biblioteca Isaac J. Pardo del Centro Latinoamericano Rómulo Gallegos de Caracas, se le rinde homenaje al poeta Pereira por haber obtenido este reconocimiento.
DESTINO DE POETA
Singular y sostenida podemos calificar la obra poética y ensayística de Gustavo Pereira, durante seis décadas, lo que le ha valido, al menos, doce antologías personales, y numerosas publicaciones en revistas, folletos, portales de internet, suplementos y medios diversos de difusión, de Venezuela, el resto de América Latina y el mundo.
Su consecuencia tras el ideal de la poesía como forma de redención humana, lo dotan de una gran sensibilidad creadora, persiguiendo sus misterios, sus resplandores y sus fulgores; de menudo bajo el talante reflexivo, de tipo filosófico, con notable percepción de la historia reciente y lejana, con aguda interpretación del presente; poniendo también en el tapete el oficio de poeta, ante el cual aporta sus visiones y dudas, sus encuentros y desencuentros, con autores y épocas de todos los horizontes.
Por todo lo señalado, Gustavo Pereira es una alta referencia en el marco de la literatura y la cultura venezolana. Esto se debe a su extensa bibliografía poética, su notable aporte mediante el ensayo crítico-histórico, y a su particular enfoque y visión de los hechos contemporáneos nacionales y universales, de los que da cuneta en charlas, conversatorios, conferencias y encuentros; rechazando de jure, toda forma ominosa de poder, de dominio colonial y neocolonial, de irrespeto y falta a los derechos humanos inalienables, combatiendo moralmente toda forma de injusticia y vejamen, dondequiera que esto ocurra. Su posición ideológica y creadora son igualmente destacables; puesto que le han ganado un alto reconocimiento como intelectual, así como el absoluto respeto de varias generaciones de creadores en Venezuela y el Caribe; y por supuesto, más allá.
CITAS
1.- SIMNE, Petruvska. "Entrevista con Gustavo Pereira". Revista BCV Cultural (Caracas), No. 26, Año 9. Banco Central de Venezuela, 2009.
2.- RAMIREZ DELGADO, María. "Entrevista con Gustavo Pereira". Sin tregua como las nubes, (Caracas) N° 1 (2008), Casa Nacional de las Letras Andrés Bello.
3.- MARTIN, Floriano. "Entrevista con Gustavo Pereira". Agulha, (Sao Paulo), N° 42, diciembre de 2004.
4.- Idem.
5.- LOSADA ALDANA, R. (2006). Juan Marinello, Venezuela en el corazón. Caracas, Casa Nuestra América José Martí, pp.369, 394-395.
6.- Crespo, Luis Alberto, "Los llamamos salvajes" (Caracas), El Nacional, 9 de septiembre de 2000.