Muy sabiamente afirmaba el gran escritor Ernesto Sábato, “Dios existe, pero a veces duerme”.
A Dios se le halla, pero lo tienen preso, como injustamente se encuentra encarcelado uno de sus hijos, Williams Sanguino, un muchacho de veinte y tres años, oriundo del Estado Táchira, estudiante del segundo semestre de licenciatura en Actividad Física y Salud, carrera dada por la Universidad Iberoamericana del Deporte con sede en la Universidad Bolivariana de Venezuela, (UBV) Misión Sucre en la ciudad de San Cristóbal.
Acusado malévolamente por un grupo de inquietos opositores de haber asesinado a un estudiante universitario en la guarimba del mes de diciembre pasado en la ciudad de San Cristóbal, exactamente el día ocho.
Mientras el Centro Penitenciario de Occidente, situado en el municipio Córdova del intranquilo Estado Táchira se viene abajo por las reiteradas matanzas entre internos, Williams Sanguino, joven estudiante de una de las universidades de la revolución, la cual defendió con su libertad, ahora tiene que sortear tiros, machetazos, puñales, odio, represión y violencia.
Que terrible episodio son nuestras cárceles, tamaña vergüenza para nuestra Constitución Bolivariana, gigantesca aberración jurídica, nunca antes una revolución había abandonado los penales como aquí se les han olvidado.
El caso de Williams Sanguino lo dilata el injusto poder judicial venezolano, quienes ahora tratan que se olvide la tamaña grosería cometida contra este estudiante revolucionario, quien escuchando el llamado del Presidente Chávez de defender cada espacio de esta revolución, volcó todas sus fuerzas para resguardar cada centímetro de la Universidad Bolivariana de Venezuela.
El pueblo chavista se pregunta, ¿donde andarán las Autoridades Universitarias y el movimiento estudiantil?, no tan solo de la UBV, sino de todas las universidades de la revolución, que no se han convocado para denunciar este atropello.
Será que no son capaces siquiera de revelar por cualquier vía este atentado del poder, tener valentía a pesar del poder, humilde y respetuosamente poder reclamar esta injusticia cometida dentro de la revolución.
Que el país se entere que un estudiante de la revolución, defensor del socialismo del Siglo XXI, hoy está encarcelado por defender un espacio de la revolución, a la universidad bolivariana y combativa no se le pueden encarcelar a sus hijos.
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@migueljaimes