Apoyando el llamado de Aporrea en contra de la homofobia y en solidaridad con el compatriota que escribió el artículo "Reflexión de una homosexual venezolano" http://www.aporrea.org/ddhh/a115893.html, quiero reeditar parte de un artículo que escribí hace algún tiempo: "Homofobia, secuela machista hecha costumbre”, para contribuir y apoyar la lucha por erradicar de nuestro pueblo el flagelo de la intolerancia y propiciar el respeto a la diversidad sexual:
“No debería ser difícil de entender para aquellos que preconizamos cambios en nuestra patria, tanto desde el punto de vista social como productivo, que estos se deben fundamentar en la reivindicación del ser humano como tal y su integración plena en una sociedad inclusiva y dignificada. Entiendo que la costumbre machista no es fácil de desarraigar, ya el presidente Chávez continuamente predica que deberíamos erradicar el machismo de nuestras costumbres, para elevar y dignificar el papel de la mujer en la sociedad, pero la tarea es larga y ardua, muchas generaciones pasarán ante que veamos los frutos de una política educativa al respecto, pero mientras eso sucede, los que están en posiciones públicas y notorias deben cuidar, y mucho, actitudes y manifestaciones que puedan zaherir a compatriotas por motivos de su condición sexual. No es posible, que aquellos que sufren discriminación o atropellos por ejercer el derecho a informar, sin percatarse del daño que hacen, quiero pensar que es así, discriminen y humillen a compatriotas por tener una orientación sexual diferente a las suyas.
También pienso que aquellos medios que apoyan el proceso tienen en sus manos la posibilidad de formar y sensibilizar a la ciudadanía en temas como éste. Es necesario e improrrogable, que la actitud ante la homosexualidad deje de ser motivos de chistes y burlas y se vea como algo natural, echemos un vistazo al mundo y veamos que las actitudes ante esta condición humana, no solamente están cambiando, sino que es objeto de atención por algunos gobiernos del mundo que, para enmendar décadas de discriminación y persecución, legislan leyes que reivindican esta opción sexual. Sin ir muy lejos y para poner un ejemplo de como está cambiando la manera de pensar al respecto, en Cuba existe un amplio movimiento encabezado por la hija de Raúl Castro, que reivindica la homosexualidad y pretende acabar con años de marginación y exclusión, demostración notoria de que hay interés por adecuar el pensamiento revolucionario y humanista a la condición humana, como derecho irrenunciable”.
Espero y deseo que la educación socialista trabaje en el camino de inculcar a nuestros niños y jóvenes la tolerancia y el respeto a la diversidad de credos, ideas, sexualidad, etc. en nuestra sociedad y pedirle a nuestro pueblo que haga un esfuerzo para adaptarse a estos cambios que harán de nuestro país una nación más sensible, humana y progresista.
jfpanadero@yahoo.es