Los lectores recordarán la mañana del 12 de abril de 2002 cuando Napoleón Bravo en su programa “24 horas”, acompañado en el estudio de Venevisión por el Contraalmirante(r) Carlos Molina Tamayo, el presidente de la encuestadora CECA, Víctor Manuel García y el entonces alcalde de Chacao, Leopoldo López, dijo textualmente: “Buenos días, tenemos nuevo Presidente”.
Esa mañana, estos personajes contaron con detalle cómo se logró el golpe de estado, cómo derrocaron al Presidente Chávez y sobre todo, descubrieron ante el pueblo venezolano y el mundo el importantísimo papel jugado por los medios de comunicación en el golpe de estado. Recordemos estas frases dichas en ese programa, por Napoleón y sus invitados: “Debo decirlo, gracias Venevisión, gracias RCTV”, “Yo voy a decir una cosa, y nosotros tenemos que decir, tanto Venevisión como RCTV: gracias Televen, gracias CMT, gracias Globovisión”, “Gracias Medios de Comunicación”.
La burguesía apátrida, la CIA y los Medios de Comunicación (trío de la muerte), definieron muy bien su “población objetivo” y lo que querían lograr de esa población: bloquear su capacidad de razonar, lograr la efervescencia emocional, traducida en el máximo de miedo (trabajaron el reflejo condicionado del anticomunismo y el individualismo) y el odio al Gobierno y al “chavismo”, a quienes definieron como enemigos y responsables de su inseguridad.
Viendo los hechos desde la teoría conductista, la oposición fue tratada y asumida como perros; los medios controlaron y consiguieron la conducta deseada. Una vez logrados los objetivos, llevarían a miles de opositores a una emboscada sangrienta preparada por el trío de la muerte, fijaron una fecha para ponerla a prueba: el 11 de abril de 2002, cuando lanzaron el estímulo ¡Vamos a Miraflores!
Por cierto: el comportamiento de los medios este 2011: ¿no se les parece al 2002?
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