En primer lugar, quiero manifestar mi indignación con la reciente detención, en Caracas, del militante colombiano Joaquim Pérez Becerra, cuando llegaba de un vuelo procedente de Alemania, y su posterior extradición ilegal y abominable para Colombia.
Ex-concejal
de la Unión Patriótica en el municipio de Corinto, Estado de Valle
Cauca, y uno de los pocos supervivientes del exterminio de más de 5.000
militantes de esa organización, promovido en los años noventa por el
estado terrorista colombiano, Pérez fue obligado a huir de las
persecuciones en Colombia y a exilarse en Suecia.
Su esposa fue secuestrada por los grupos paramilitares. Actualmente,
Pérez es director del portal de noticias ANNCOL, especializado en
informaciones alternativas sobre la lucha del pueblo colombiano.
La
entrega a Colombia de un ciudadano buscado por los servicios de
inteligencia de ese país es una verdadera sentencia de muerte, dada la
violencia y brutalidad con que son tratados los prisioneros políticos
del estado colombiano, que se transformó, como Israel en Oriente Medio,
en una gran base militar del imperialismo norteamericano contra América
Latina.
Es
un error grave el de Chávez imaginar que, cediendo a las presiones,
disminuirá la oposición que le hacen la burguesía venezolana y el
imperialismo. Por el contrario, mientras más cede, más nuevas exigencias
le harán. Sólo le va a agradar al capital si ponga fin a la revolución
bolivariana. Y aún así no será perdonado, sino humillado. El ejemplo de
Libia muestra que no basta con hacer concesiones.
Además
de eso, hay una cuestión de principio. Más que un error, se trata de
una traición. ¿Cómo un gobierno que se dice revolucionario puede
entregar un militante de izquierda a las fuerzas más reaccionarias de
América Latina, sabiendo que su destino será la tortura, o incluso la
muerte, en las siniestras prisiones colombianas? ¿Cómo un gobernante que
se dice revolucionario puede colaborar con los servicios secretos
colombianos y norteamericanos?
Y
esta no es la primera concesión de Chávez en esta cuestión de
principios. Primero, extraditó para las cárceles españolas a militantes
vascos refugiados en Venezuela. Después, repatrió para Colombia a
militantes de las FARC y del ELN.
A
estas torpes decisiones de entregar militantes a sus verdugos, se suma
ahora una oscura negociación en curso en Caracas, que envuelve a Chávez,
a Manuel Zelaya, al dictador hondureño (Porfirio Lobo) y al presidente
de Colombia (Santos), con el objetivo de legitimar el golpe de estado en
Honduras, con el reconocimiento del gobierno de hecho por parte de la
OEA, en pago de algunas concesiones en el campo de la democracia
burguesa.
Se
trata claramente de una inflexión del gobierno de Chávez a la derecha,
rindiéndose a los sectores corruptos y anticomunistas y a los nuevos
burgueses que lo cercan y, sobre todo, al capital y al imperialismo. El
destino de la llamada revolución bolivariana está ahora en las manos del
pueblo venezolano, sobre todo de los trabajadores y del proletariado en
general.
El
sueco-colombiano Joaquín Pérez fue entregado a un comando de las
fuerzas especiales del ejército colombiano en el aeropuerto de
Maiquetía, territorio venezolano. Sólo faltaron las palabras marciales
del presidente Hugo Chávez Frías a los militares colombianos:
!ENTREGADO! ¡MISIÓN CUMPLIDA!
¿Cómo
es que ahora, Chávez ni siquiera da permiso al cónsul sueco en Caracas
para visitar al sueco-colombiano, Joaquín Pérez, un refugiado político
que fue recibido en Suecia con los brazos abiertos y con estatus
político de refugiado?
Chávez
le dio, al preso suyo, apenas un minuto para despedirse de su esposa en
Estocolmo, Suecia. La llamaron para decirle que faltaban dos horas para
que las autoridades venezolanas deportaran al compañero a un futuro
incierto en Colombia.
Durante
las 48 horas no recibió abogados ni nadie se presentó para darle
asistencia judicial. No soy jurista y no sé cómo se podría llamar esto,
pero como simple ser humano todo me hiede a traición a los principios
políticos que tanto ha jurado aplicar Chávez.
No
lo digo todo esto conmovido sólo porque Joaquín es un viejo amigo y
camarada de lucha en Suecia, sino porque es el primero que cayó por la
Nueva Política de Entrega de Revolucionarios, de Chávez, enmarcada en la
nueva relación Santos-Chávez.
En
cambio, en una cárcel de alta seguridad colombiana, esta un verdadero
delincuente, el Señor Walid Makled, narcotraficante detenido hace más de
un año en Colombia, a éste no se le deporta sino que se le EXTRADITA,
ya que las implicaciones jurídicas y políticas distintas a la
deportación, pues este trámite por parte del Gobierno Venezolano ante el
Estado Colombiano tiene más de un año, y aún Colombia no termina de
entregar al fulano "capo". En cambio nosotros si fuimos "diligentes para
deportar a Joaquín Pérez Becerra. Cuando el Presidente Santos decidió
extraditar a Makled a Venezuela, anteponiéndolo a la extradición
solicitada por Estados Unidos, hubo un informe de la Procuraduría
General de Colombia en donde se quería echar para atrás la extradición
de Makled a Venezuela y que fuese llevado a los Estados Unidos, fué
cuando Juan Manuel Santos decidió viajar a los Estados Unidos, a pedirle
permiso al Presidente Obama hacia donde debía extraditar a este
conocídisimo narcotraficante, Obama le dijo que lo extraditara a
Venezuela, pero le dió la "línea" y la cartilla a seguir.
Por
otra parte, antes de que Walid Makled sea "extraditado" a Venezuela,
los cuerpos de seguridad colombianos permitirán que un Fiscal de Estados
Unidos lo entreviste antes de ser enviado a Venezuela. Y no sé por que
ahora me entran serias dudas de que Makled pueda ser finalmente
trasladado a Venezuela, por lo menos hasta que no lo vea con mis propios
ojos no lo creeré.
Con
el caso de Makled pueden ocurrir 2 supuestos: O que si Colombia lo
entregue y sea trasladado a Venezuela, lo cual debemos todos y todas
prepararnos para el ventilador de mierda que este señor va a prender por
esa boquita y de acuerdo a la cartilla que desde el DAS colombiano y
desde el imperio le pautaron: Ahí aparecerán como financiados por él
desde Acosta Carlés, Diosdado Cabello, Nicolás Maduro y terminara con
Hugo Chávez, tal y como lo desea el imperio para justificar cualquier
salida de "fuerza" en Venezuela. Lo otro sería que el Presidente Juan
Manuel Santos reconsidere su decisión de extraditar a Venezuela a Walid
Makled y quedaríamos desde Chávez para abajo como los propios imbéciles,
estúpidos y ridículos.
Son parte de las incongruencias de nuestro proceso revolucionario que a veces no podemos entenderlas ni comprenderlas.
A
Walid Makled, es un estiércol que no merece mayores comentarios. Ya con
lo que señalábamos en las líneas anteriores creo que queda
suficientemente claro quien es el personaje y su calaña.
Para el camarada Joaquín Pérez Becerra, Compañero-a,
Usted es parte del ejercito defensor de la verdad contra el terrorismo
mediático de los aparatos masivos de desinformación, eres un-a
combatiente de esta batalla ideologica, tu acción forja consciencias,
reenvia toda la informacion que consideres de interes (para nosotros-as
todo).
Libertad para Joaquín Pérez Becerra ya!!!
Patria Socialista o Muerte!!!
Estamos Venciendo!!!
(*)Militante del Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV) y de la Red
Nacional de Tuiter@s Socialistas, y del Frente Antiimperialista y Socialista
del Estado Bolívar (FASB). Moderador de los Programas "Micrófono
Abierto" y "Lo Que se habla", transmitido de lunes a viernes de
12 m a 2 pm por la Emisora Comunitaria Llovizna 104.7 FM; y los domingos de 6 a
7 pm por "La Voz de Guayana" 89.7 FM, respectivamente. http://juanmartorano.blogspot.com/ http://juanmartorano.wordpress.com/
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