Desde la Organización Política Revolucionaria Bravo Sur consideramos necesario manifestarnos ante la reciente detención en Venezuela y deportación a Colombia del compañero periodista y luchador social Joaquín Pérez Becerra.
En ese sentido manifestamos:
- Que, como ya es sabido por muchos, Joaquín Pérez Becerra es un compañero comprometido desde hace muchos años con los derechos de los pobres en Colombia. Que formó parte como consejal de la experiencia de frente popular que fue la Unión Patriótica desde mediados de los años ochentas e inicios de los noventa, frente que permitió desarrollar la lucha legal por las conquistas legítimas del pueblo colombiano. Que el compañero, en calidad de miembro de esa agrupación tuvo que abandonar el país, luego de haber sido asesinada su esposa y corriendo grave peligro, refugiándose desde 1994 en Suecia. Es sabido también que los sucesivos gobiernos colombianos de esos años realizaron una de las mayores masacres políticas de exterminio de América Latina, operación conocida además como “El Baile Rojo” por la cual se exterminaron más de 3000 candidatos (incluidos cuatro candidatos presidenciales) , alcaldes y concejales.
- Que es falso, por eso, la versión que da el gobierno colombiano de que Joaquín haya huido de su país por guerrillero o “terrorista” - como los suelen calificar - y que sea el representante de las FARC –EP en Europa, versión que, como es acostumbrado en dicho gobierno, se utiliza para criminalizar cualquier denuncia que se pueda hacer de los crímenes que ese mismo gobierno comete diariamente contra su pueblo. El compañero Pérez Becerra se desenvolvía en Suecia como director de la Agencia de Noticias Nueva Colombia, que se encargaba de dar una versión distinta del conflicto colombiano a la que dan los medios de comunicación oficiales y las grandes cadenas privadas de noticias dominada por el imperialismo. Además dicha agencia era una trinchera de defensa de los derechos y luchas de los pueblos en América y el mundo, en sus diferentes formas.
- Que es falso también y por lo expuesto más arriba que el compañero Pérez Becerra haya estado buscado por la Interpol, como también pretende hacernos creer el gobierno colombiano y, lamentablemente, el gobierno venezolano. Los únicos que buscaban a Pérez Becerra eran los criminales enquistados en el gobierno colombiano para silenciar su voz disidente en el exterior.
- Que la detención de Pérez Becerra en el aeropuerto de Maiquetía, en Venezuela y posterior deportación a territorio colombiano constituye un acto que atenta contra el derecho internacional, ya que el compañero había llegado a Suecia en calidad de refugiado político e incluso ya no tenía la nacionalidad colombiana sino que era ciudadano sueco, nacionalidad a la que accedió por necesidad de refugiarse. Un refugiado político no puede ser deportado a su país de salida porque se pone en riesgo su seguridad.
- Sin embargo, lo más grave es que dicha acción la haya realizado el gobierno bolivariano, que se ha definido como revolucionario y defensor de la solidaridad internacional y que ha sido referente de los movimientos y luchadores sociales en el mundo y en el continente. En el caso del c. Pérez Becerra además está el hecho irónico que a través de la ANNCOL se ha defendido la revolución bolivariana en muchas ocasiones. ¿Es de está manera que se le retribuye su acción? ¿Entregando a Pérez a un estado criminal como el colombiano? En nombre de razones geopolíticas no se pueden romper de esta manera los principios porque incluso los costos políticos son mayores que las ganancias.
- Que creemos que el gobierno bolivariano debe, a la luz de los hechos, revisar su política exterior con Colombia, porque en nombre de una estabilidad a corto plazo, se viene fortaleciendo una relación comercial que solo reproduce la dependencia económica con el país vecino, no estimula la producción y soberanía interna necesaria para la construcción socialista y por último atenta contra la labor de luchadores como Pérez Becerra, mermando la confianza y apoyo internacional a la revolución bolivariana.
En ese sentido desde la O.P.R. Bravo Sur:
- Repudiamos la acción del gobierno narco-paramilitar colombiano de, a través de la mentira y la criminalización de las luchas, haber operado la deportación del compañero Joaquín Pérez Becerra a quien se le pretende juzgar por actos de “terrorismo”, estando en grave peligro el debido proceso que garantice mínimamente los derechos del compañero.
- Rechazamos la acción realizada por el gobierno bolivariano de Venezuela de capturar a Joaquín Pérez a su entrada en territorio venezolano y haberlo derivado a Colombia sin los más elementales procesos de defensa a que él tenía derecho. Dicha detención injusta y arbitraria pone en riesgo los derechos humanos del ciudadano sueco Joaquín Pérez Becerra y atenta contra el principio de solidaridad internacional que todos los revolucionarios defendemos.
- Exigimos que el gobierno bolivariano, haciendo honor de su conducta hasta antes de éste hecho, rectifique y haga todos los trámites diplomáticos necesarios para que el compañero Joaquín Pérez Becerra sea devuelto lo antes posible a Suecia y que se garantice el respeto a todos sus derechos y a su integridad física.
- A las organizaciones populares, revolucionarias y de izquierda, movimientos sociales y defensores de los derechos humanos en todo el mundo, que se pronuncien y eleven su voz de protesta por estos hechos injustos y para defender al compañero Joaquín Pérez, cuya seguridad está amenazada. Se debe exigir la acción diplomática tanto del gobierno sueco como incluso el venezolano y todos los que puedan de manera efectiva ejercer presión sobre las autoridades colombianas. Pero el llamado es especialmente al pueblo venezolano, a sus organizaciones de base y políticas, incluidos los compañeros que forman parte del Polo Patriótico y el PSUV, que defendamos los principios y el accionar que hasta ahora nos ha caracterizado, exigiendo lo justo como garantía de avanzar hacia el socialismo. En ese sentido debemos pronunciarnos a favor del compañero Pérez Becerra. Revolución no es aceptación incondicional, no es claudicación, es crítica necesaria y permanente, es búsqueda incesante de la justicia.
¡No a la traición!
¡No a la conciliación con los narcogobiernos del continente!
¡La lucha por la liberación de los pueblos no es terrorismo!
Venezuela, Abril 2011.
opr.bravosur@gmail.com