Realmente día a día vemos como la falta de compromiso revolucionario del gobierno se viene evidenciando, es difícil justificar o argumentar sobre el encarcelamiento de Julián, la diversas entregas de combatientes revolucionarios colombianos a los gobiernos paracos y narcos de la hermana república.
Para nadie es un secreto que todos los gobiernos colombianos desde su independencia han respondido a una de las oligarquías más rancia y reaccionaria del continente, desde ella se han acordado, planificado y ejecutado los asesinatos de nuestros libertadores, ejemplo de ello el asesinato de Sucre y los diversos atentados contra Bolívar, esta misma oligarquía es la que con los paramilitares han dejado sin tierra a millones de campesinos así como han perpetrado miles de asesinatos con los métodos más atroces e inimaginables, torturas y miles de encarcelados y esa misma derecha nos acusa de ser violadores de los derechos humanos.
Un país que vive gracias a la entrada de los millones de dólares diarios producto del narcotráfico, que la vieja burguesía productiva colombiana que tiene fama de no permitir su unión con la nueva burguesía nacida de la corrupción del liberalismo y los conservadores, bueno, esa burguesía hoy vive en unión con el capital del narcotráfico, que hoy casi toda la industria, el comercio, la producción agrícola están ligadas al lavado de dinero.
Con ese gobierno y con el norteamericano, enemigo acérrimo de nuestro proceso, se llegan a acuerdos como el de dejar en libertad a Timothy Hallet Tracy “cineasta” de la CIA, que vino a atentar contra el gobierno, que planteó financiamientos para movilización y confrontación contra nuestro proceso, que cuando fue detenido, se anunció con bombos y platillos como la captura de un agente de la inteligencia americana, con un apretón de manos y fotografías se deja en libertad a este agente, mientras el gobierno gringo sigue teniendo bajo los calabozos a los 5 hermanos cubanos antiterroristas y mantiene en libertad al señor Posada Capriles, terrorista de amplia experiencia que operó desde Venezuela, con el visto bueno de los gobiernos de la IV República.
Mientras sigue preso el compañero Julián Conrado, porque al señor paraco de Santos le da picazón si es liberado, sabiendo que Julián en el momento de su captura estaba en la casa de otro gran cantor nuestro, el cazador novato, para tratarse su enfermedad. Mientras soltamos a un enemigo de la revolución continental, tenemos preso a un cantor y combatiente de la revolución colombiana.
Libertad inmediata para Julián Conrado, cantor y combatiente de la revolución colombiana.
