“Nunca es mala la verdad, lo que no tiene es remedio” por ahí va la canción del conocido Serrat y se cumple al pie de la letra en estos dos casos, Nuestro gobierno libera al cien veces acusado de espía, el mismo que fue señalado cien veces de ser parte de un plan orquestado por el imperio y de trabajar para llevar a Venezuela al caos.
“Timothy Hallet Tracy, capturado haciendo espionaje en nuestro país, ha sido expulsado del territorio nacional”, dijo el ministro de Relaciones Interiores, general Miguel Rodríguez Torres, a través de su cuenta en la red social Twitter.
Es increíble lo que ocurre: a los agentes del imperio se les libera y a Julián Conrado se le detiene, se le aísla y se le olvida. Que proceso tan extraño este, que cosa tan rara: a los enemigos se les perdona y a los nuestros se les castiga, el estado no presenta respuestas, no aclara y hace oídos sordos, un caso más; y al fin y al cabo al otro lo reclama el imperio y a Conrado unos revolucionarios que no son funcionarios públicos.
Lo que se vive es sencillamente dramático, el delito de ser un cantor, un revolucionario por las causas del pueblo en la Venezuela Bolivariana se paga con cárcel y el ser agente del imperio se paga con la expulsión a sus cuarteles y la libertad, el caso del “cineasta gringo” lo deja más transparente que el agua destilada.
Con casos como estos que al parecer son la brújula de nuestro gobierno se sigue la política de limar asperezas con el enemigo todo lo que parezca “rojillo” se transforma en rosa, toda palabra de más es censurada, toda crítica es vedada y cada acaparador es elogiado y comprendido.
La situación con nuestro gobierno ese que siete millones y pico de votantes lo colocamos allí para dar cuentas, para mandar obedeciendo, o por lo menos para ser escuchados y que exista alguna respuesta: pero en el caso de Conrado tenemos un gobierno autista, y en el caso del gringo un gobierno sutil y altamente comunicativo.
Los casos vienen y van y la oposición actúa y se les hace caso, es más, se le es obediente: el primero de junio de este año leía en EL UNIVERSAL un texto firmado por sectores vinculados a la oposición donde pedían que Tracy no fuera trasladado al rodeo, ya antes había visto algunos que pedían su inmediata liberación; ELLOS, los opositores aliados con el golpismo, SI FUERON ESCUCHADOS y en tiempo record el señor fue liberado y enviado a su país.
¿Será? Será que tendremos que pedir a este grupo de personas que firmaron por la libertad del “cineasta gringo” que digan algo acerca de Julián Conrado para que se le dé la libertad plena, porque con ejemplos como estos nos damos cuenta de que ¡la oposición si es escuchada! Lo demás es harina de otro costal.
Julian Conrado el cantor, el músico, el revolucionario, sigue preso y dos años después el gobierno todavía no presenta cargos, no dice nada, no informa, no nos da espacios para el dialogo. Son casos y cosas en nuestra revolución: se libera a sus enemigos y se castiga a sus defensores…
Bofetadas de la vida diría algún amigo.
Sea como se seguimos siendo tercos: Maduro, démosle libertad y asilo a Julian Conrado…Y