Aquí, en este país, no hay que estar buscándole cinco patas al gato. Porque
lo que está pasando en Venezuela no es culpa de la derecha apátrida, ni lo es del señor Trump, y menos de los señores Juan Manuel Santos, Luis Almagro y su pandilla. Pero tampoco lo es del señor Julio Borges, ni de Antonio Ledezma, María Corina Machado, y los cuatro gatos de Primero Justicia y Voluntad Popular. Nada que ver, señores. Este país está envainado por culpa de una sola persona. Es mentira que estos últimos se hayan paseado por el mundo pidiendo una intervención contra Venezuela. Mentira. Es un invento del presidente Maduro, con el fin de perjudicarlos, al llamarlos traidores, tanto a nivel interno como externo, y que sus fans los dejen con los crespos hechos.
¿Quién es el culpable de la debacle de la oposición? ¿Por qué están en la clandestinidad los paritos Acción Democrática, ¿Primero Justica y Voluntad Popular, entre otros partiditos? Por culpa del señor autobusero, quien la cogió contra estos partidos bolivarianos y plenos de puro nacionalismo. El señor Maduro, líquido, paso por paso, por así decirlo, a estos gloriosos partidos de la IV, porque a él le dio su perra gana. Pero, peor aún, ¿quién es el responsable de la guerra económica? El mismísimo Nicolás Maduro Moros. Se propuso, asesorado, por los cubanos malolientes, matar al pueblo venezolano de hambre. Y de esa manera, entregarle sin resistencia alguna, el país a los cubanos, rusos, chinos y pare usted de contar… ¡Corajudo, el chofercito de pacotilla!
Aquí viene lo bueno. ¿Quién es el culpable del atentado terrorista del 4 de agosto? Elemental, mi querido Watson. Nada más y nada menos que el hijo político de Hugo Chávez.
¡Y denle con los cubanos!... Maduro viajo en horas de la noche del día 2 de agosto a Cuba. Se reunió con Raúl Castro y el G4, y prepararon el "showcito" para el 4 de agosto, en plena Avenida Bolívar. Utilizaron unos drones viejos, que China le había donado a Cuba, y los rencaucharon. Y se buscaron a unos pendejos que habían participado en las guaribas, les pusieron unos millones de Petros e las manos, y mandado hecho. Y que conste, ese bichito llamado Jaime Bailey, o algo así, nada tuvo que ver con el asunto. Él, para elevar el rating de su programa televisivo, dijo lo que dijo. Pero ese es un pendejo, hablador de paja. ¿Qué molleja? Maduro concibió ese atetado para desaparecer el alto gobierno, y al él salvase, crearía la dinastía madurista por seculorum, seculorum.
¿Qué significada este mierdero? Significa que el presidente Maduro se está auto flagelándose con fines oscuros. O, mejor dicho, con fines claros: echarle ese carro de lecha a la edificante oposición. Con el fin de que Ramos Allup, retome sus ganas de ser presidente, y, anime a su esposa a desempolvar los trajes mandados a confeccionas con afanado modisto parisiense, para la virtual toma de posesión, fecha que sólo sabe el señor Trump. Esa es la pura verdad. Aquí, en Venezuela, todo lo malo que sucede es culpa de Nicolás Maduro Moros, a quien, por cierto, se le pone duro el hueso para aspirar a un tercer mandato. Aunque este aún está empezando… ¡Se cansa uno!
AGREGADO:
Yo acuso, al presidente Maduro, jefe de todo en este país, de mandar a cantar
A Juan Requesens (buena voz tiene el muchacho), en cualquier lugar donde se encuentre, sano y salvo, para que le echara ese pujón a Julito Borges, quien se gozó de lo lindo a Santos, Trump, Rajoy, y toda esa pléyade de pendejos, que lo acogieron como el futuro presidente de Venezuela. Yo acuso al presidente Maduro, de querer aprovechar de los garrafales errores de la derecha apátrida, para desaparecerla de la faz de la Tierra, y tener él camino libre para perpetrarse en el poder por 100 años ininterrumpidos.
Por cierto, este articulo está bien raro. Lo he releído y les juro que no lo entiendo. Tremendo enredo, caballero.
