La revolución bolivariana llegó y se instaló en Miraflores en los hombros de un pueblo pacífico en febrero de 1999, sin derramar sangre, sin violar derechos humanos ni ciudadanos.

Una vez juramentado como Presidente de Venezuela, el Comandante Chávez, convocó a los líderes de los pueblos indígenas a participar en la construcción del socialismo del siglo 21, modelo societario inédito en Latinoamérica. Por primera vez en la historia republicana una madre indígena ocupaba una cartera ministerial. Atala Uriana Pocaterra del pueblo wuayuú asumió y juramentó la cartera del entonces Ministerio del Ambiente y los Recursos Naturales Renovables. ¿Quién es Atala? maestra de escuela y quién sino un educador indígena, puede desempeñar y administrar los recursos naturales de Venezuela…expoliados y saqueados por siglos de dominación del capitalismo, tanto en su fase colonial y esclavista y la moderna fase de la servidumbre y del trabajo asalariado. Fue esfímero su desempeño ministerial, porque se topó con los intereses capitalistas de la oligarquía criolla

El contacto y conocimiento del indígena venezolano, lo realizó Chávez en el desempeño de su rol de comandante de una base militar fronteriza con Colombia, en Elorza, (territorio criollo) y Barranco Yopal y Riecito, (territorios indígenas) de los pueblos Cuiva y Yaruro. Chávez en su desempeño militar pudo estudiar y comprender la realidad indígena de Venezuela. Gente arrinconada, execrada, paria entre los parias, asediada por operaciones de exterminio, tanto del lado colombiano y brasileño, como del venezolano. Una referencia tangible y se encuentra en la memoria reciente, el asesinato de 83 cuivas, hombres, mujeres y niños en el Hato La Rubiera, adyacente al rio Capanaparo, sin juicio ni castigo para los autores intelectuales de este genocidio. También en el asesinato de 52 yanomamis en la zona de Aximú a manos de garimpeiros brasileños

Tanta claridad tuvo el comandante, que promovió ante la Asamblea Constituyente el Capítulo 8vo. De la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela, referido directamente a los Pueblos y Comunidades Indígenas, pero es letra muerta que no ha podido impedir la continuidad de 500 años de ignominia. Fueron brevemente mencionados en el Plan de la Patria, dentro de las políticas y programas de protección social y seguridad social…PUNTO CINCO: Atención integral a la población indígena en condición de pobreza extrema (Misión Guaicaipuro)

En el Preámbulo Constitucional, se subraya la importancia de asuntos que gravitan en nuestras fronteras: primero, el carácter multiétnico y pluricultural de la sociedad venezolana, en clara referencia a las comunidades y pueblos indígenas localizados en su totalidad en nuestros espacios fronterizos

La población indígena de Venezuela se encuentra en sub-regiones fronterizas limítrofes con Colombia, Brasil, Zona en Reclamación con Guyana y Trinidad-Tobago y la costa Caribe de los estados Anzoategui y Sucre. Se trata de 300.000 personas (según resultados del primer censo indígena del año 2001) distribuidas en 28 etnias, muchas de ellas compartiendo espacios territoriales de países vecinos. Hoy son muchos más, se estiman 800.000 porque en ese censo ordenado por Chávez en el 2001, dominó la ancestral vergüenza étnica de no declarar la condición indígena, cuestión que motivó al plan de cedulación indígena. Plan pintoresco, impregnado de la supremacía blanca (digo… criolla o alijuna o nape).

Así, fueron integrados los pueblos indígenas a la República Bolivariana de Venezuela., parece que hoy suman 42 extraoficialmente y me voy a referir a dos pueblos indígenas que se encuentran en dos niveles de integración: máxima integración lograda, los wayuú, mínima integración lograda, los yanomami.

Estimo que Chávez abrigaba absoluta claridad acerca de un modo de integración a una sociedad socialista al estilo y modo expresado por Lewis H. Morgan (1818-1881) en su obra clásica "Salvajismo, Barbarie y Civilización", senador norteamericano y fundador del partido comunista de los Estados Unidos.

Morgan pensaba que en algunos aspectos los pueblos primitivos eran superiores a los civilizados, por sus formas colectivas de propiedad, su hermandad, sentido de comunidad y cooperación y concluía que podría existir en el futuro de la humanidad un nivel más de civilización más alto, al restablecerse la propiedad colectiva de los recursos fundamentales, al superarse el concepto individualista de la propiedad.

Este principio revolucionario y socialista, lamentablemente ha sido ignorado por los burócratas del Ministerio de Asuntos Indígenas, controlado por la oligarquía indígena y la nefasta gestión de Nicia Maldonado que por su origen yekuana introdujo prácticas xenofóbicas en contra del pueblo yanomami. Lo cierto es que los pueblos indígenas no tienen hoy demarcado su hábitat consagrado en la Constitución en la República Bolivariana de Venezuela. Hace pocas semanas, un portavoz del chavismo militar en el programa DOSSIER, pidió acciones contra el pueblo Pemón, por plantear y exigir el reconocimiento constitucional de su hábitat ancestral. El conductor de ese programa televisivo, también chavista negó un derecho de réplica al pueblo pemón por la falaz acusación de organizar campamentos para alentar militarmente el secesionismo. Mal síntoma, porque este tipo de posiciones coinciden con los intereses de las trasnacionales del oro.

Los Wuayuú

El pueblo wayuu habita en el desierto guajiro… cuando uno transita por el Moján, yendo hacia la península, se consigue con decenas de galpones y millones de pollos y gallinas ponedoras, propiedad de la trasnacional norteamericana Cargill de Venezuela. Esta empresa controla el suministro de carne de pollo y huevos al pueblo venezolano, a precios de dólar today. A su alrededor, centenares de familias wayuú pobres. Mientras los norteamericanos tienen a raudales agua dulce y potable para alimentar sus pollos, los guajiros están sedientos, sin agua, en espera de que algún día les llegará el agua a través de un acueducto que tiene sesenta años construyéndose, el acueducto de El Eneal, que debe transportar agua del rio Limón, allí cerquita, desde la laguna de Sinamaica hacia la Peninsula de la Guajira, no más de sesenta kilómetros de tubería.

En medio de esa desolación, los wayuu del lado venezolano son víctimas de la esclavitud moderna, impuesta por las poderosas mafias del narcotráfico y del gobierno colombiano. Ellos son la mano de obra que coloca en Colombia combustible y toda clase de productos venezolanos en contrabando de extracción amparado por las autoridades fronterizas venezolanas. Es tan sofisticada la red de contrabando, que el rio Limón se ha convertido en una autopista de agua, con iluminación nocturna para que transiten en ambas direcciones los botes wayuú cargados de tambores de combustibles.

¿Si por decisión del gobierno venezolano…se va a perseguir ese contrabando… entonces de qué va a vivir el pueblo wayuu?

Los Yanomami

Tengo un amigo y capitán Yanomami de los chaponos Sabanita y Piedrita, Andrés Yapiwe Bello. Su nombre es Yapiwe, como única y exclusiva expresión fonética yanomami… pero los burócratas del SAIME que lo cedularon tenían que ponerle en la cédula apellidos y optaron por imponerle el de Andrés Bello, como así lo hicieron con centenares de indígenas del pueblo yanomami, por ejemplo, muchos de ellos llevan el nombre de Manuel Piar, Rafael Urdaneta, Antonio José (Sucre) etc. Nunca Simón Bolívar, pues los burócratas del Plan de Cedulación Indígena, consideraron un irrespeto el que un "indígena muerto de hambre" llevara el nombre de El Libertador.

En estos días de crisis y guerra económica Yapiwe, emigrado a Puerto Ayacucho como miles de indígenas afectados por las inundaciones del Alto Orinoco, las cuales destruyeron sus conucos y precarias viviendas, zonas remotas donde prácticamente no existen ni escuelas ni ambulatorios, me pidió ayuda.

A Yapiwe le ha sido imposible obtener chinchorros y mosquiteros, herramientas para la agricultura, amén de alimentos para su comunidad de 29 familias. Como cientos de indígenas deambulan por las calles de Puerto Ayacucho, pidiendo limosna para alimentarse. Como no tienen información del cambio monetario son estafados por los comerciantes, vendiéndoles el "mañoco" (casabe molido) que ellos mismos han producido en sus comunidades, a precios inalcanzables y especulativos…Un Kilo Bs.S 400, que se consume en dos dias, ante la vista gorda del gobierno pero especialmente, la Gobernación y el Ministerio de Asuntos Indígenas.

Llamé a FERRECONI, empresa comercial de Puerto Ayacucho, dirigida por un venezolano de origen español amigo y solidario, me suministró un presupuesto para que Yapiwe se llevara a su comunidad las siguientes herramientas de trabajo: 1 Hacha, 2 machetes, un rastrillo y 3 limas, su precio: Bs.S 5.287,00. No puedo pagarlo… menos Yapiwe.

¿Cómo carajo un indígena pobre, que debe ser protegido por el Gobierno, de acuerdo con el Plan de la Patria, puede pagar esa cantidad que DUPLICA EL SALARIO BASICO ESTABLECIDO DE 1.800 BOLÍVARES SOBERANOS?

Presidente Maduro, Usted debe garantizar a través del Carnet de la Patria, a los pueblos indígenas de Venezuela, de conformidad con el artículo 91 de la CRBV "Todo trabajador o trabajadora tiene derecho a un salario suficiente que le permita vivir con dignidad y cubrir para sí y su familia las necesidades básicas materiales, sociales e intelectuales."

Usted facilitó un salario adicional a miles de trabajadores de pequeñas y medianas industrias capitalistas privadas, hágalo igual con los pueblos indígenas de Venezuela por su condición de socialistas esenciales.

Es justicia Presidente Maduro, ordene el pago del salario básico para TODA LA POBLACION INDIGENA DE VENEZUELA DESDE LOS 12 AÑOS EN ADELANTE, LO CUAL IMPLICA LA INSTALACION DE UNA ESTRUCTURA DE PAGO A TRAVES DEL MINISTERIO DE ASUNTOS INDIGENAS Y DE LAS GOBERNACIONES Y ALCADIAS EN CUYO TERRITORIO HAY HABITAT INDIGENA.