República Dominicana

La convicción de las hermanas Mirabal, una lucha hasta la muerte contra la dictadura

Recorrer la historia de América pasa por una muerte trágica, pero con un arraigo imperturbable bajo el recuerdo de tres hermanas, que su vida entera dieron por sus ideales, y que sirvieron para tirar abajo a una dictadura oprobiosa y sangrienta. Patria, Minerva y María Teresa, tres jóvenes dominicanas que vivieron durante el gobierno de Rafael Leónidas Trujillo, quien encabezaría un sistema político represivo que mantuvo el poder 31 años (1930-1961), hasta su asesinato.

"Si me matan, sacaré los brazos de la tumba y seré más fuerte", decía Minerva Mirabal, la más activa de las hermanas antitrujillistas, aún sin importar la vigilancia de la SIM (Servicio de Inteligencia Militar), que actuaba como policía política del régimen gobernante, y estuvo acusada de múltiples atrocidades y violaciones a los derechos humanos.

En la época de Trujillo el continente aún mantenía el fundamento del supuesto "gendarme necesario", que era el gobernante fuerte pero necesario que necesitaban los países para mantener el orden nacional. Por supuesto, las vidas, los horrores y el miedo era algo que no importaría mucho en cuanto la tesis impusiera el "ambiente de tranquilidad".

Sin importar la realidad del poder que pudo llegar a tener Trujillo en parte del continente y sus alianzas estratégicas, diversos mandatarios nacionales de esa época lo empezaron a cercar. Un Rómulo Betancourt desde Venezuela, con su repicada "Doctrina de Betancourt" que buscaba el rompimiento de las relaciones con los países que tuvieron gobiernos despóticos y que por su naturaleza habían llegado al poder mediante la fuerza, y no por la voluntad popular, el sufragio.

En ese contexto en el orden interno de República Dominicana alzaron la voz las hermanas Mirabal, agrupadas en el Movimiento 14 de Junio con un resultado irreversible para la historia nacional, y en al ámbito internacional la OEA (Organización de Estados Americanos), también jugaría su papel para cerrarle el paso a un régimen indefendible desde todos los puntos de vista.

Pero la gota rebaso el vaso, el 25 de noviembre de 1960, luego de sufrir el presidio, la cárcel, los abusos más insanos que puedan pensarse, las hermanas Mirabal fueron emboscadas, nuevamente el SIM ejercía el poder oscuro bajo las ordenes del poder dominicano, con la intención de tratar de borrar lo imborrable: unas ideas, una lucha. Y así son asesinadas las tres valientes, las tres mariposas volaron libres, pero sembraron su convicción de lucha.

No pudieron las intenciones de un gobierno que usaría la tesis de accidente para ocultar un crimen, un asesinato que pretendieron enterrar; pero ya la pradera estaba encendida, solo un año después República Dominicana tímidamente emprende lo impostergable, una búsqueda por la democracia, por lograr un gobierno que entendiera los conceptos de respeto y desarrollo real.

Y así hoy de norte a sur, de este a oeste con el aleteo de sus alas vuelan las mariposas Mirabal, como las llamaban, y queda zumbando en el aire la frase de Minerva, la mujer valiente de la convicción y de la libertad: "Nada traduce toda la tempestad de mi alma."

FUerza…



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Jesús Bolívar

Escritor, periodista, estudioso y seguidor de los procesos históricos y políticos en Latinoamérica

 jesuseduardobolivar@live.com      @bolivarjesuss

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