La ley como ordenamiento formal de las sociedades es un salto típico de la modernidad. Ellas ponen los términos de la vida en común. Pero hay un problema la ley como tal puede servir a darle derechos al colectivo pero asi mismo para derivar la forma estado en un capítulo represivo donde la población mas que ganar derechos lo que hace es perderlos utilizando el principio de ley. La ley se convierte entonces en una trampa, como lo es en general todos los principios de la modernidad, lo que podríamos llamar la trampa de los supuestos derechos. Es precisamente lo que viene pasando en el país desde el mismo momento en que leyes como la ley antibloqueo y sucesivamente leyes que acaban incontitucionalmente con los derechos colectivos, o los derechos humanos para ser mas fieles a las convenciones. La ley que acaban de aprobar Ley Simon Bolivar si mal no recuerdo es precisamente la típica ley dirigida a legalizar la represión e imposibilitar una postura frontal contra el régimen. Bajo su dictamen cualquier forma de confrontación o hasta crítica pacifica contra el gobierno puede ser razón de acusación de terrorismo. Con ella muere el estado constitucional de derecho y el sentido progresivo de la república en que vivimos. En estos días han llegado al colmo de aprobar leyes que justifican el bestial fraude frente a las elecciones. No se de que se trata las leyes ya que no han sido expuestas oficialmente pero si anunciadas.
Mayakoski poeta y escritor soviético de los años 20 del siglo pasado explico el núcleo de esta trampa legal. Si se ordena la sociedad a partir de principios abstractos que siempre dependen de la voluntad política de quienes han tomado el mando en una sociedad, queda abierto el paso para que la ley se convierta en el contrario de su razón de ser. En este caso el autor describe esta inversión de cometido como una confrontación ideológica entre quienes luchan por el poder y utilizan la ley como principio formal a su favor. A estas alturas podemos decir que la confrontación ideológica se ha disuelto como tal, las peleas entre izquierdas y derechas en la medida en que el llamado socialismo real o de estado ha desaparecido y el capitalismo en su versión neoliberal ha tomado las riendas globales bajo el mando occidental, esta confrontación ha tomado las forma o de un mando mafioso que pelea entre partes de un mismo poder, o como es el caso del medio oriente la confrontación toma la forma de una pelea religiosa, evento que se extiende por el mundo entero, principalmente en la alianza o enfrentamiento entre evangélicos, islamistas y sionistas por la versión hebrea. Cada una de las religiones impone sus dogmas acompañadas por el crecimiento capitalista que aprovecha o provoca las guerras necesarias entre ellas. Estos dogmas o armaduras mafiosas se convierten en ley y de allí pasamos a una nueva etapa de la humanidad cercana a una tercera guerra mundial.
En nuestro país se han asentado dos elementos básicos. Los dogmas religiosos y sobretodo las maniobras legales que juegan con los intereses mafiosos y sirven al diseño de un estado no solo corrupto sino ampliamente represivo, son el diseño del estado fallido en que vivimos. Es el principio del estado autoritario, cuyos modelos como el de Turquía son la base de la ley digamos posmoderna en nuestro caso acaba con los derechos civiles e impone su ley.
No estamos preparados para enfrentar semejante utilización del principio de ley pero el menos podemos tener conciencia de las consecuencias de ellas. La pelea como dirá el poeta soviético por supuesto que tendrá sus razones ideológicas pero disueltos. El inmenso poder que ha tomado la acumulación capitalista se infiltra dentro de los estados en forma de poderes oscuros que son precisamente la fuerza indefinida y secreta que se impone aquí y el mundo. Si a esto se une a la alianza con fuerzas armadas estamos realmente dentro de una situación muy difícil. Pero como ya lo hemos dicho la cantidad de militares acusados de conspiración, terrorismo y mas da un aliento fuera de todas estas leyes absurdas y destructivas. Los hechos están por venir, el legado de la ley si cambia la armadura de poder puede jugar a nuestro favor pero esto se hace con fuerza y movilización, suerte a nuestro pueblo.