La expresión "a juro" es usada comúnmente para indicar que algo se hace por obligación o fuerza, sin opción de elección, es como decir "de manera obligada" o "forzosamente". Por ejemplo: "Fue a la reunión a juro porque el jefe lo ordenó." o "Terminó el trabajo a juro para no tener problemas."
La expresión adjurar, es renunciar solemnemente a una creencia, afirmación u obligación; expresión que comúnmente se usa en contextos legales o formales, donde alguien se compromete a no adherirse a una ideología o principio previamente sostenido. En términos sencillos sería decir que uno jura solemnemente dejar de creer o seguir algo.
Al analizar en detalle la situación en la Venezuela cooptada por el nimamismo en contra del chavismo, y enfrentada a todos los factores de poder, y de grupos de presión política, social, económica, militar, ideológica, y sujeta a las relaciones complejas con el resto de las naciones en el contexto internacional, donde NiMaMo, expone al pueblo, como lo hace MaCoMa, arrastrando a las masas, en una polarización hilarante entre ambos contendientes, dos posturas antagónicas, que irradian y destilan lo más rancio de la disputa histórica entre dos facciones irreconciliables, donde la mezcla de varios elementos, encaratan más de la cuenta la situación nacional, donde hay una lucha a muerte por el poder, que es lo que en definitiva mueve a ambos sectores, evidenciando que hay grupos de intereses muy variados, que atizan las brasas, para mantener una temperatura alta, que como resultado deparan múltiples ganancias, donde los más perjudicados son las mayorías, el pueblo, a quien se les niegan los recursos que requiere para vivir bien, en cambio, oficialistas y oposicionistas, cogen la mayor parte del botín, que se reparten entre las elites en disputa, que pertenecen a las clases en el poder, o que lo ejercen, formal e informalmente.
Es lo complejo y complicado de la situación, como realidad sostenida desde hace rato, en una nación llamada Venezuela, donde se refleja un enfrentamiento y una lucha, producto de las clases sociales, las criollas, principalmente, donde caudillos, oligarcas, burgueses, y el resto, se disputan los corotos, que siendo de todos, no es de ninguno, porque es patrimonio, y la patria o es una y de todos y todas, o no es. Penosamente no queremos darnos cuenta de la realidad, con sus muchas aristas, en la lucha permanente, que es parte de esa tan manoseada dialéctica, imbuida de una dinámica que muestra en detalle lo que fue y es, la penosa y perversa situación política, social, económica, militar e ideológica, en la que estamos inmersos los ciudadanos de la hoy República Bolivariana de Venezuela en cierne.
Sobre los hombros del soberano pesa la carga de los siglos transcurridos, en los cuales no hemos sabido o podido llegar a acuerdos, porque pareciera imposible entendernos, porque es a juro como unos quieren que sean las cosas, y hay otros que abjuran para no verse sometidos a suplicios por estar bajo el poder de facto, ante lo cual no es posible demostrar lo contrario.
En tal contexto que se presentó del 28J24 al 10E25, cabe perfectamente la analogía donde Giordano Bruno (1548-1600), y Galileo Galilei (1564-1642), dos casos ocurrieron en el Renacimiento, Edad Moderna, período marcado por cambios filosóficos y científicos, y una fuerte y poderosa influencia del régimen de la Iglesia y la Inquisición, ante la vida intelectual y política, y considerar hereje a quien se desviara del dogma, así era el comportamiento y manejo de los asuntos del poder el régimen religioso entonces. Giordano no abjuró a sus ideas, desafió la ortodoxia católica; detenido, encarcelado, fue ejecutado en la hoguera en 1600. Galileo por defender el heliocentrismo, contrario a la visión geocéntrica de la Iglesia, en protección de la fe, adujo que tal postura podía sembrar dudas entre los fieles, debilitando su autoridad.
Entonces como ahora, las ideas diferentes son vistas como amenazas al que se ha instaurado, sea por fe o creencia, religiosa o política, es lo mismo para quien ejerce poder y aplica el control contra los disidentes pues. Son casos que prueban y nos hacen recordar lo importante que es la libertad de pensamiento, y la resistencia contra la opresión y por el imperio de la justicia, ante regímenes que se sustentan en la fuerza. Siempre habrá víctimas que lamentar, pero es la única vía para que las cosas cambien para bien, de todos y todas.
Eso es lo que en el fondo se cuestiona frente al oficialismo y el empeño de una reelección continua a juro, alzándose con el chivo y el mecate, es decir, la investidura y juramentación, para un tercer mandato, saltándose a la torera, de manera espuria, la constitución y las leyes en la República Bolivariana de Venezuela, donde queda muy mal parado como referente para los países de la región y del mundo. Que además enloda al chavismo, sometido también por la deriva autoritaria del régimen de NiMaMo, de la postura del gobierno, y el ventajismo con el que actúa, apoyado por las fuerzas armadas y policiales, a los que suman a los colectivos, que le hacen el juego a quienes los explotan para mantenerse en el poder, mancillando al pueblo, a su voluntad expresada en el voto, que sibilinamente le escamotearon, y que por desgracia quedó en la oposición apátrida y antibolivariana, que han pedido la intervención de fuerzas extranjeras para bañar de sangre al país, lo que se repudia y condena también, como actos contrarios al espíritu y razón de la propia Constitución de la República Bolivariana de Venezuela, que el régimen está empeñado en modificarla, para hacerse el traje a la medida, para terminar de enterrar a la V República, la que sembró Chávez.
Ante tales evidencias de Perogrullo, es que se han encendido las alarmas, frente a la ignominia, y es motivo de preocupación, ante lo cual se debe plantar cara, y dar el debate decidido, frente a tales políticas que seguirán afectando al pueblo de forma significativa. Venezuela seguirá polarizada, entonces, o se corre o se encarama, pero esta situación debe cambiar porque sí, para bien de la patria, y el mandato del pueblo se debe respetar sin vacilación, porque es la voz de Dios, es decir, de las mayorías, y no de sectores y grupos enquistados en el poder, que han hecho de la coyuntura su estilo y del pragmatismo su práctica, donde lo estructural brilla por su ausencia, en espera a que la rana eche pelo.
En nada nos favorecerá este clima de incertidumbre, y sí nos seguirá afectando, mientras NiMaMo siga en el poder a juro. Lo más que le queda es esta postura de pantomima autoritaria y militarista, que les conviene a los altos mandos, pero llevan plomo en el ala, y será cuesta arriba sostenerse indefinidamente en un escenario, donde lo único que generarán es una espiral de violencia, y habrá que tomar medidas más coercitivas, restrictivas, represivas, evidenciando el talante dictatorial por donde se enfilan, mostrando las garras, el pico y las plumas de la tiranía y el fascismo.
Por tanto, es que a juro no se vale NiMaMo, Galileo ante la inquisición abjuró, y sin embargo se mueve, y así mismo ocurre en política, y en la guerra. Esperemos que esos malos augurios se disipen a tiempo y se conjuren los vientos de tempestad en el año que apenas empieza con el pie equivocado por todo el cañón. Y sacudiéndonos el pesimismo, preparémonos para hacerle frente a las nuevas medidas que ya están en agenda del amigo y socio Trump, con quien a dicho NiMaMo que está dispuesto a negociar, siempre que le de garantías de que puede seguir sentado en la silla de Miraflores, a la que le cogió gustico, mientras que el país se desmorona, cediendo los activos de la nación al mejor postor, que se lleva el lomito y nos deja el pellejo al pueblo, porque los enchufados gozan de buena salud, y los milicos están preñados de buenas intenciones, siendo todos y todas los que son, porque están buchones, quienes más temprano que tarde, rendir cuentas ante el pueblo soberano y ante sus dioses en quienes creen que los salvará de sus penas.
A quienes se han prestado al saqueo de la nación, por mucho que se tongoneen, se les ve el bojote, y no pueden esconderlo. Prestaron un juramento ante Dios y la bandera, ante la patria, no ante un hombre, sí ante una causa. Y es por ello que serán juzgados o premiados, cuando les llegue la hora. Venezuela no se merece esto, se merece sí vivir en paz y en libertad, en un estado de derecho y de justicia, donde se respete la constitución y las leyes, las reglas de juego democrático, y no prestarse a la manipulación, a la mentira, al engaño, porque ni somos indios enlazados, ni somos ignorantes, porque Chávez de nuevo nos abrió los ojos y los oídos, y nos volvió a dar voz propia, y aquel ¡Por ahora! todavía resuena en la conciencia de todos y todas quienes lo acompañamos en el proceso de cambio inédito, en una revolución que quisieron apagar los verdaderos traidores que lo asesinaron para quedarse con lo que siendo de todos y de todas los y las connacionales, solo lo están disfrutando un puñado de saltimbanquis de la política circense en que han convertido los poderes constituidos.
Por tales razones es mucho lo que hay que cambiar, y en trece años no han sido capaces de hacerlo, pero sí se han llenado los buches, mientras el grueso de la población padece de miseria e indigencia, a quienes no les han cumplido con las promesas, como tampoco a los trabajadores del campo y la ciudad; mientras los beneficios se los han repartido con los capitalistas dentro y fuera del país.
De la analogía a la situación actual en Venezuela, que le viene al pelo, y es poderosa, porque como Giordano o Galileo enfrentaron el poder, es decir el de la Iglesia, el del Estado y el de la propiedad, tomada de los trabajadores y de la fuerzas de sus humanidades, y a quienes se les obliga a renunciar a sus principios bajo la presión del régimen autoritario. Es la represión al pensamiento crítico, con la persecución, forzando a los ciudadanos a aceptar decisiones y resultados que no han sido validados objetivamente, bajo amenaza de represalias. Se ha usado y abusado del poder para silenciar a la disidencia, para mantener el dogma del régimen, utilizando el control sobre las instituciones, para mantenerse en el poder, silenciando a la oposición.
Han manipulado la ley bajo pretexto de proteger la fe y la creencia en una vacuidad, pero en realidad buscan mantener el control. Pueden manipular las leyes desde las instituciones, para justificar la permanencia del régimen en el poder, a través de la represión, pero no van a acabar con la disidencia. La libertad de pensamiento impacta más en la sociedad, que las balas disparadas por los esbirros del régimen contra el pueblo. Ha sido la falta de transparencia y la represión lo que viene afectando la confianza de la gente en las instituciones y socavando el bienestar de la sociedad.
La historia de Giordano y de Galileo recuerdan la importancia de la libertad de pensar y sostener las ideas, que son necesarias para perder el miedo, siendo necesario resistir la opresión. En el contexto actual de Venezuela, es crucial que se promuevan valores de transparencia, justicia y respeto por los derechos humanos para superar los desafíos y construir un futuro más justo y equitativo.