10-07-19.-Este miércoles, el cuerpo del capitán de corbeta Rafael Acosta Arévalo fue trasladado desde la morgue de Bello Monte, en Caracas, hasta el cementerio del Este, tras estar en el lugar durante 12 días, reseñaron varios medios digitales.
Los abogados del funcionario confirmaron la inhumación controlada. Efectivos de la PNB escoltaron el carro y obligaron a los medios "a estar a distancia. Han parado el tráfico en varios puntos de la ciudad".
El abogado de la familia de Acosta Arévalo, Alonso Medina precisó que "esta decisión es contrario a los deseos de la familia del capitán Arévalo, se entierra bajo las condiciones que el Tribunal estableció, igual que ocurrió con Óscar Pérez".
Explicó que la intención de la familia de Acosta Arévalo era sepultarlo en Maracay, estado Aragua, donde reside la mayor parte del grupo familiar.
Cuando a Medina Roa le preguntaron por el resultado de la autopsia practicada al militar, respondió que la experticia médico-forense refleja la realidad de lo ocurrido.
"Yo lo maté y yo lo entierro. Algo así se puede interpretar esto", denunció Medina Roa.
Desde tempranas horas, funcionarios de la Policía Nacional Bolivariana (PNB) acordonaron los alrededores de la morgue tras conocerse la entrega del cuerpo del capitán Acosta Arévalo.
La diputada a la AN, Delsa Solórzano, hizo acto de presencia en el lugar. Destacó que a los funcionarios que dejó la Alta Comisionada de DD HH de la ONU, Michelle Bachelet, "tampoco los han dejado ingresar a la sede del Senamecf".
"A la familia no les han permitido ver el cuerpo. Hemos tenido contacto con la oficina de la Alta Comisionada tanto en Ginebra como a los que dejaron aquí", agregó.
El traslado del cadáver del capitán Acosta Arévalo al cementerio del Este, en Caracas estuvo cargado de mucha seguridad por parte de los funcionarios de la Guardia Nacional Bolivariana (GNB) y Policía Nacional Bolivariana (PNB), quienes además custodiaron el ataúd hasta el camposanto e impidieron el paso a los familiares y a la prensa.
Por otra parte, el Sindicato Nacional de Trabajadores de la Prensa (SNTP) denunció que efectivos de la Policía Nacional impidieron el trabajo de periodistas que cubren el entierro del capitán Acosta Arévalo cuando fueron hostigados, fotografiados y apuntados con armas por funcionarios.