27.09.21 - La foto de un cochecito de bebé lanzado a las llamas fue una de las imágenes que dejó una marcha xenófoba contra los migrantes venezolanos, a la que asistieron unas 5.000 personas de la ciudad chilena de Iquique, capital de la región de Tarapacá.
La movilización, que se realizó el pasado sábado, se convocó en repudio a la comunidad migrante que vive en el norte de Chile, en su mayoría conformada por venezolanos, y se desarrolló desde la Plaza Prat hasta la sede del Gobierno Regional de Taracapá.
"No más migrantes", "No más ilegales" y "Chile es una república que se respeta" fueron las consignas que más se leyeron entre los asistentes a la manifestación, que no solo asistieron convocados por un discurso de odio sino que también perpetraron ataques directos contra la población que reside en situación administrativa irregular.
Parte de los manifestantes, que formaron una turba, robaron pertenencias de los migrantes que estaban en las inmediaciones de la avenida Aeropuerto con Las Rosas, como carpas, sacos de dormir y ropa, y les prendieron fuego. Mientras incineraban los objetos, los convocantes sonaron cacerolas, amenazaron a la población que está en situación de calle y corearon consignas xenófobas.
El violento ataque provocó que la Fiscalía de Chile iniciara una investigación y dispusiera de "medidas de protección para las víctimas", entre las que se cuentan al menos 16 personas, entre ellas niños y ancianos, que perdieron sus pocas pertenencias y tuvieron que dormir en la calle.
"Inadmisible"
El gobernador de Tarapacá, José Miguel Carvajal, culpó al Gobierno chileno por la 'crisis migratoria' en la región que dirige y llamó a la población a no cometer "ningún acto xenófobo". "Nosotros no somos lo que hoy día se vio en las imágenes", aseveró.
Sin embargo, las agresiones a la población en situación administrativa irregular provocaron el pronunciamiento del relator especial de las Naciones Unidas sobre los derechos humanos de los migrantes, Felipe González Morales, quien calificó de "inadmisible humillación" lo ocurrido en el norte de Chile.
"El discurso xenófobo, asimilando migración a delincuencia, que por desgracia se ha ido volviendo cada vez más frecuente en Chile, alimenta esta clase de barbarismo", comentó.
Este lunes, en declaraciones a Tele13 Radio, el ministro del Interior y Seguridad Pública, Rodrigo Delgado, tildó de "lamentable y repudiable" el hecho del sábado, aunque prometió que se mantendría la política de desalojos y "el plan de expulsiones" de las personas en situación irregular.
"Como Gobierno nunca vamos a avalar el uso de la fuerza, de la violencia, como resolución de conflictos", dijo Delgado, y anunció que quienes organizaron esta manifestación de odio "van a responder ante la justicia, como corresponde".
Entretanto, la oficina de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) en Chile expresó "su preocupación por la violencia y xenofobia hacia personas migrantes" durante una reunión con las autoridades de la Cancillería chilena, a quienes instaron a "actuar en el marco del respeto a los derechos humanos y el derecho internacional humanitario".
Desalojo previo y cruce entre autoridades
La manifestación y los hechos de violencia ocurrieron un día después que Carabineros desalojara a familias migrantes de la Plaza Brasil de Iquique, donde permanecían desde hace poco más de un año.
El gobernador de Tarapacá aseguró que ni él ni las autoridades locales tenían conocimiento de ese desalojo, que dejó a varias familias a la deriva, lo que provocó que terminaran deambulando por la ciudad y se concentraran en otras zonas, en una suerte de campamentos improvisados.
Por su parte, el ministro Delgado cuestionó la actuación de Carvajal y recordó que hace semanas hubo una reunión con las autoridades de Tarapacá en la que se acordó que el Ejecutivo se haría cargo de la seguridad y la Gobernación sería responsable de la "situación humanitaria".
"Eso fue un acuerdo y a las pocas semanas qué tenemos: solo críticas y desconocimiento de lo que fue una palabra empeñada", dijo el funcionario.
El domingo pasado, el gobernador de Tarapacá dijo que organizaciones y voluntarios habían reubicado a parte de la población migrante, especialmente niños, niñas y mujeres en algunos puntos de Iquique, pero reconoció que la acción sigue siendo insuficiente.
El Gobierno venezolano rechazó la violencia y exigió a las autoridades chilenas el "respeto a la integridad física y psicológica" de sus connacionales.
Asimismo, anunció que, por orden del presidente Nicolás Maduro, se activará el Plan Vuelta a la Patria para la repatriación de los venezolanos desde Chile.