Los hechos, actos donde ha participado el ser humano jamás se repetirán en cuanto a tiempo, modo y lugar. Es por ello que la historia, la creación de Dios nos dejó un legado en la literatura para que los hombres inmiscuidos en ella la extendieramos, hagamos conocer, la didáctica de la vida nos enseñó ese camino para el bien de la sociedad y quienes la conformamos, sobre manera para las futuras generaciones

El periodismo, digna profesión que Dios me confirió adquirir académicamente, en esta ocasión lo uso para retribuir sus inobjetables méritos supremos a un hombre que sembró un podio dorado en el mundo del ciclismo venezolano

Unos de los estrados públicos más dignificantes, sostengo en autos donde actúa el hombre en sociedad es la educación, el deporte. También las más abdicadas por quienes ostentan el poder político circunstancial. Casi al cierre del mes de enero, un día 26 del año 1921, nace en Paya, un viejo rinconcito de Barquisimeto (hoy día parte de lo que es la avenida Vargas), en una casa de piso de tierra y paredes de bahareque, el maestro del ciclismo larense y de Venezuela, Héctor Vinicio Alvarado, es decir llega a la meta de 100 años de recorrido, tiempo empleado 36.500 días, 7 meses, cinco días meses, líder individual de la carrera

Yo era un apasionado del ciclismo cuando conocí al hoy colega ido del cielo terrenal, Héctor Alvarado. De allí en adelante fue formando parte de esos seres humanos que he admirado y copiado por sus comportamientos dignos dentro la sociedad. Esta prolongada amistad se inició en las llegadas de carreras domingueras en el ferrocarril, la avenida Venezuela de Barquisimeto, donde acudimos a ver el ciclismo de la época

Amigo, colega entrenador, compañero de lucha en nuestro extinto Colegio de Entrenadores Deportivos de Venezuela-seccional Lara (CEDV), barquisimetano originario. Hoy quizás desapercibido como muchos otros, en su deporte que ha sellado su vida, que lastima que la historia y sus actores sean desconocidos en momentos como estos

Su enseñanza siempre está presente dispuesta a todo aquel que quiera escucharla y verla. Son 100 años de vida, más de la media en el deporte, a su rueda su esposa Olga Purroy, muchas iglesias, pero una sola catedral (ella), es un ser ejemplar y ciudadano digno de imitar. Hoy en día él se pregunta si se merece todo lo que ha recibido en la vida. Sea usted testigo y conozca un poco más de una carrera limpia que es orgullo de Lara y de la patria

Se inició en el ciclismo, desde niño montó en Puerto Cabello, ciudad donde estudia cuatro años y luego a Caracas, donde le lleva su madre Josefa Alvarado (enfermera). Entra en el mundo de las bicicletas por necesidad, a los 14 años, desempeñándose como repartidor en la Caracas de los techos rojos, padecía de asma, compitió con su pesada bicicleta por las cuestas de La Pastora, La Florida, la avenida La Paz, más nunca me dio asma, percibía 25 céntimos por reparto y al reunir un bolívar, lo usaba para alquilar una bicicleta más liviana a un señor que le decían Chaleco, señalo

Participó en la Vuelta al Lago de Valencia y en numerosas pruebas en los velódromos de toda Venezuela. Rápidamente ingresa a la selección nacional, interviene en Juegos Bolivarianos, Centroamericanos y Suramericanos, es campeón de Las Antillas en los años 1946, 1947, 1948; gana bronce en persecución en los Panamericanos de 1951 en Buenos Aires, Argentina, los primeros de la historia.

A los 31 años se retira de la actividad como pedalista, justo luego de esos Juegos Panamericanos, junto a Víctor "Paticas" Fernández y Luis J. Rodríguez, se presentan en los Juegos Centroamericanos, luego viaja a España e Italia, donde actualiza sus conocimientos como entrenador.

Es organizador de las primeras Vueltas a Venezuela. En 1961 funda la Escuela de Ciclismo del Distrito Federal, la que entrega en 1962 a Antonio Montilla, pues pasa a ser comisionado nacional del ciclismo. Su preocupación por mejorar técnicamente la disciplina en el país, lo lleva a fundar el Colegio de Motorizados de Venezuela.

"Oye, fíjate que Dios me ha dado mucho y de verdad me siento muy agradecido por todo esto (comenta uniendo sus manos y elevando la mirada al cielo). Fíjate, tuve excelentes compañeros desde mis comienzos, pero todos se me fueron y sólo quedo yo. Muchos eran menores que yo, pero aun así se fueron, guardo recuerdos excelentes de mis compañeros, quienes son mis hermanos eternos".

En la actualidad, jubilado como entrenador del IND, con un sueldo mínimo, labora en pro de los jóvenes de su ciudad natal, junto a su esposa y compañera, su todo como él le dice, Olga Purroy de Alvarado, y uno de sus pupilos, el ciclista Mario Figueroa, quien le ha dicho que seguirá con la labor del maestro Alvarado hasta que su cuerpo le permita llevar las riendas de la Escuela Central de Ciclismo, la cual ha dado grandes atletas mundialistas como Ángel Pulgar y otros campeones, además de buenos ciudadanos

Le encantaba que le llamaran maestro, ya que dice que no logró grados académicos pero lo poco que sabe, lo transmite con mucho cariño. Describe a su Olga como su novia, amiga, compañera y muchos otros halagos.

"Yo creo que en el país, no se encuentra en ninguna otra disciplina deportiva, un entrenador que a mi edad se mantenga activo, eso debe ser un récord Guinness, de verdad, son muchos los entrenadores que hay que fueron excelentes atletas en su momento, pero pudieran ser hasta mis hijos", puntualizó Héctor Alvarado.

Ya con impedimentos de movilidad, dejo la bicicleta por una silla de rueda. Nuestro reconocimiento público a hombres como el profesor Omar Arráez, el colega Pedro Sánchez, la esgrimista Dra. Mily Pérez y otros más que han permanecido constantes pendientes de su salud

En una entrevista me confeso, "Yo la verdad que veo avances porque los hay, pero es bastante lamentable que exista discordia entre unos y otros cuando todos somos venezolanos. El deporte es unión, trabajo en equipo y no debemos olvidarnos de esto. Ojalá se puedan unificar en una sola fuerza porque así serían más las ganancias en el deporte. Fíjate que el deporte le dio un nockout a la guerra y especialmente a Hitler cuando Jesse Owens ganó el oro siendo de raza negra. El deporte es amor", puntualizo

"Yo simplemente les digo que hay que ser muy respetuoso ante todos los seres humanos. Tenemos que entender que el deporte es algo muy bonito que hay que sentirlo y amarlo. Se pueden lograr muchas cosas, pero hay que tener dedicación y esmero en las cosas que uno se propone para así poder alcanzar las metas, como moderado, trato de dormir lo necesario y quizás eso me ayude a estar donde hoy esto, porque de verdad nunca me imaginé que llegaría a pedalear tantos años"

Eterno agradecimiento de mi trayectoria como atleta, dice que no dejare de agradecer a los periodistas deportivos, a la prensa escrita por la difusión de su carrera deportiva como atleta, entrenador y dirigente, por sus logros, sus enseñanzas, por mostrar lo que humildemente ha dado a la patria. "Los periódicos son la fiel muestra de todo lo que he podido hacer, en aquellos años no existía ni la televisión y la radio era poca. Muchos diarios como La Esfera, La República, El Heraldo entre otros que ya no existen, así El Universal, El Nacional, al Impulso, el Informador y a ti Willians que en todo momento me ha atendido y dado apoyo con tus luchas gremiales, hoy como abogado te debemos muchos los jubilados del deporte, la prensa me ha dedicado grandes centimetrajes y sin ellos yo no sería quien soy

Le inquirimos cual, para su entender ha sido el mejor ciclista de Lara y de Venezuela, señala, cada quien, en su época, pero Olinto Silva sigue siendo el mejor, lástima que lo explotaron, lo retiraron apenas a los 27 años. Una recordada entrevista, hoy nuestro homenaje póstumo al colega, compañero, amigo, portaestandarte de la dignidad proba.